— ¿Por qué no dejaste que la matara con mis propias manos?

—Si procedías, mañana no tendría una novia para casarme. Si gustas podemos regresar y tendrás la oportunidad de llevarlo a cabo, solo te recuerdo que Alexis se quedaría sin madre, y me vería en la necesidad de conseguirle una que me ayude a criarlo.

—No creo que alguien este igual de loca que yo, y quiera soportarte Isaías, por tu más grande bien, que no se te ocurra, o me encargaré de escapar y dejarte sin descendientes, y te los daré de comer.

—Por eso digo, que es mejor que nos retiremos de este lugar, tienes que descansar. Mañana es nuestra boda y debes de estar tan nerviosa al igual que yo.

De todas las cosas lo último que me importaba era ensuciarme las manos con esa embustera, si por mí fuera ya la hubiera agarrado como trapeador de toda la calle. Mis padres dicen que debo de guardar la compostura, al paso que voy dudo mucho que logre la meta.

El revuelo que se ocasionó gracias a todas las publicaciones que se hicieron