Lara avanzó con paso firme hacia el altar, y la expresión de triunfo de Rowdy rodó por los suelos.
— Ella está aquí, pensé que habría huido — Le dijo por lo bajo a Ashley que no dejaba de mirar a Waylon y la cara de hombre profundamente enamorado que tenía con sus ojos brillantes clavados en la rubia.
— ¿Pensaste que no se casaría? — Le preguntó incrédula — Nunca perdería esta oportunidad de oro, ¡A veces no entiendo donde tienes la cabeza, Rowdy!
Waylon alargó la mano para tomar la de Lara y ayudarla a subir la escalinata frente al párroco que oficiaría la ceremonia.
— Señoras y señores, estamos aquí reunidos para presenciar la unión de estas dos parejas, Waylon y Lara; y Rowdy y Ashley, su amor es un ejemplo de perseverancia… y bla, bla, bla.
Ni Lara ni Waylon
Patricia torció el gesto y comenzó a caminar con pasos largos y desapareció entre la gente mientras Lara la buscaba con la mirada perdida y Walter hacia un brindis que ella no escuchó.— ¿Lara? Lara… están haciendo el brindis… ¡Lara! — Waylon tomó con cuidado su codo para traer su mente de regreso al momento — El brindis…La chica se giró para mirarlo mientras los presentes tenían los ojos sobre ella esperando a que la otra pareja brindara y continuar con la fiesta.— ¡Salud!— ¡Salud!— ¿Pasa algo? — él le preguntó tan pronto tomaron asiento.— ¿Cómo hiciste la contratación del personal del catering?Él enarcó una ceja sin comprender.— Busqué a una empresa y los contraté.— Hay personal del
— Tienes una buena amiga, Lara, ya comprendo por qué estabas preocupada por su opinión — Waylon le comentó cuando regresaban a la fiesta.— Si… ella es, bueno, un poco protectora, por eso no le dije nada, además, no lo habíamos hablado en nuestro acuerdo y…— Claro, “el acuerdo” — La maldita palabra le parecía ahora tan incómoda y detestable.Waylon suspiró.— ¿Sucede algo? — Ella quiso saber notando el cambio en la actitud de su esposo.— Es que… puede que algunas cosas hayan cambiado, no por el hecho de que ya estemos casados, hablo de lo que pasa de unos días para acá, y el bendito acuerdo… ¿Realmente esto es lo que quieres, Lara? — Deteniéndola a medio camino y mirándola de una forma tan intensa que ella necesitó contener la respiración antes de ponerse en evidencia.— No te entiendo… — Dijo tanteando el terreno, no quería irse de bruces y tener que lamentarlo luego.Waylon tomó sus manos con cuidado.— Me refiero a que alg
— Hola, Waylon, ¿Alguien te ha dicho lo guapo que estás hoy? — Ashley aprovechó para decirle, acercando tal vez demasiado a su rostro.— Ashley, no empieces — Él le advirtió mirándola severamente.— Vamos, eres mi cuñado ahora, no estoy empezando nada — Con una mirada de picardía demasiado sugerente para el gusto del CEO mientras acariciaba con lentitud la solapa de su esmoquin.Waylon sujetó su mano con firmeza y clavó la mirada helada sobre ella.— Nada de juegos, Ashley, no quiero que me toques de ese modo, si no te has dado cuenta, ¡Soy un hombre casado, y tú, eres la esposa de mi hermano!, aunque, para serte sincero, no comprendo como sucedió eso, porque hasta para él, tú eres mala influencia.— Lastimas mis sentimientos, Waylon…Waylon no pudo evitar reírse.— ¿Tienes sentimientos?— No te burles, claro que los tengo, y sabes por quien… — Dejando en el aire una clara sugerencia totalmente inapropiada para la ocasión, o pa
¡Ring!El teléfono se desarmaba de tanto sonar, Lara salió de la ducha envolviéndose en el albornoz para tomar la llamada, pero al mirar en su pantalla no reconoció el número de teléfono.—¿Si? ¿Diga?—¿Eres Lara Santa Cruz? — Preguntó con prepotencia la mujer del otro lado.—Sí, con ella habla…Los labios teñidos de rojo sangre sonrieron malévolamente antes de continuar.—¡Estoy en la suite presidencial del Crowne Plaza, a punto de que Rowdy me haga suya! — dijo con aire victorioso.¡Lara quedó petrificada en el sitio! Hacía ya un tiempo largo que salía con Rowdy, y hasta ahora le había demostrado que era todo un amor.Se sentía afortunada de que alguien como él fuera su novio. Un hombre guapo y generoso que la había apoyado con los pagos del tratamiento de Teo, su hermanito menor, ella le estaba inmensamente agradecida.Nada de esto podía ser verdad, Lara se negaba a creerlo.—¡Mientes! — Lara bufó sin pensarlo dos veces.Desde el otro lado escuchó la risa chillona y malintencionada
Lara acababa de descubrir que su novio era en realidad un hombre muy rico, y que la había estado utilizando como un vil juguete esperando sacar partido de ella en cualquier momento.Se le partía el corazón en dos al pensar que ella estaba feliz por tener a su lado a alguien como él, lo creyó un caballero, pensó que la amaba y que por esa razón había sido tan generoso con sus aportes a los gastos médicos de Teo, pero en realidad, estaba viéndola como una mercancía en la que se invierte para luego sacar provecho.Lo que más le dolía de todo, era que ella le había abierto el pecho de par en par para contarle sus más íntimos anhelos, el deseo que la había impulsado a venir a América y toda su lucha desde que salió de su nación con el sueño de darle una buena salud a su hermanito que batallaba a diario por su vida con esa terrible enfermedad.La cardiopatía de Teo no le permitía mantenerse sin tratamiento constante, y desde hacía algún tiempo estaba internado en el hospital bajo estricta v
—¿La bestia? — la frase quedó colgada en el aire con la expresión de asombro de Waylon.Lara maldijo por lo bajo, no podía creer que la situación se pusiera más difícil de lo que ya era.Como si ya no fuera suficientemente duro tener que darle su virginidad a un desconocido por dinero, ¡Ahora resultaba que ese desconocido era el bruto que casi la mata la en la mañana!Tragó grueso, seguramente la bestia la echaría como un perro y perdería su oportunidad de ganar ese dinero, y realmente no estaba en posición de obtenerlo de otra forma tan rápida, el niño ya no tenía tiempo.Se aclaró la garganta e inspiró profundo y se acercó a él tratando de verse sensual y deseable, pero terminó haciendo el ridículo.Waylon la miró de arriba a abajo y se cruzó de brazos.—Entonces, ¡Eres prostituta! Quien lo hubiera creído, esta mañana parecías muy digna.Lara levantó la mirada llena de furia. Este animal no tenía la más mínima idea de lo que ella estaba haciendo, ni conocía sus razones.—¡Eres un hi
Lara había tratado de apartar los malos pensamientos de su mente y también de la de Teo. Le contó historias de princesas y dragones y le cantó sus canciones preferidas hasta que se quedó dormido, pero ella no pudo pegar el ojo en toda la noche por temor a que, al despertar, algo terrible hubiera pasado.Cuando por fin se dejó vencer por el cansancio, ya la luz daba en su rostro, apenas había cerrado los ojos cuando el móvil comenzó a sonar con insistencia.Teo abrió un ojo y vio a Lara alargar la mano para contestar.—¿Diga?—Buenos días, soy yo. Quería saber qué decisión tomaste.Ella no necesitó que él se identificara; esa voz profundamente masculina era inconfundible.—¿Waylon?—Me gustaría desayunar contigo para conversar sobre los acuerdos del contrato.—Eh… creo que hoy será un poco difícil, estoy en el hospital, mi hermanito tuvo una crisis y pasé la noche con él… no quiero dejarlo solo…—No tengo problema en ir a verte al hospital, podemos hablar en la cafetería — él pensó que
—Estás… perfecta —dijo el empresario sin permitirse siquiera una sonrisa. Sabía cómo funcionaba esto, ya lo había vivido y con mucho dolor, por eso se mantenía alérgicamente alejado de las mujeres, especialmente de aquellas que le movían el piso.Pero cuando conoció a Lara el día anterior, no creyó que el movimiento telúrico fuera a más de siete en la escala de Richter.—Gracias — ella dijo bajando la mirada.Ambos caminaron hasta la escalera y la rubia sintió el viento frío soplando hacia ella y haciéndola erizar. Se llevó las manos a los brazos para frotárselos.—¿No traes abrigo?—Es que… no tengo uno adecuado para este vestido, el que tengo desentonaría terriblemente… — Se disculpó con vergüenza.—Ha sido un descuido de mi parte, no pensé en ello, toma —dijo sacándose el suyo y poniéndolo sobre los hombros de la chica. Era la segunda vez que tenía ese gesto caballeroso con ella — Te ayudará a entrar en calor.—Es… muy grande…Él no pudo contener una sonrisa que a ella le pareció e