Lucas —¿Y bien? ¿Qué te parece tu casa? Te cuento que aquí vivió tu madre y tu abuelo hace mucho tiempo. Y aquí yo conocí también a tu madre… y jugábamos juntos en el jardín, ella ya me gustaba desde ese momento, por supuesto, y yo creía que ella también. Y jamás olvidé esa pequeña niña y volví por ella cuando fui grande. Estuvo conmigo en mi memoria siempre…yo sé que has visto que ella es una mujer muy hermosa... ya me di cuenta como no quieres alejarte de ella ni un segundo, y te entiendo perfectamente— le digo a mi pequeño hijo mientras él se ríe. Era un niño tranquilo, muy apegado a sus padres y que crecía rápidamente. Todos insistían en que era realmente precioso, a mí se me parecía a ella… aunque él tenía mis ojos. Y los ojos que eran de mi padre. Rob Angelo Dantes… mi hijo. Desde que Robbie había llegado a la casa, nuestra vida había cambiado totalmente. Yo me había negado a ser el tipo de padres que nada más juega la pelota con el niño y le cuenta algunas cosas Yo quería
Dalila—¿Era tal como la recuerdas? ¿Cumple con tus expectativas Señora Dantes?— me decía él sonriendo, y me abrazaba. —Creo que mucho mejor de lo que la recuerdo... y eso que tenemos momentos y recuerdos muy buenos aquí— decía recordando. No solo venía de pequeña, sino que también de adulta, con él… había tenido momentos hermosos. —Y siempre podemos crear nuevos y mejores... ¿No te parece? —decía él con una voz sensual mientras se inclinaba a besarme. Habíamos vuelto a los Hamptons después de mucho tiempo. Aquí habíamos estado juntos mientras hacíamos la parodia de que éramos una pareja hace ya meses por invitación de Carter. Pero también habíamos vuelto hace poco, una vez más para relajarnos. En ese momento yo no sabía que estaba embarazada, y luego del nacimiento de Robbie... todo había cambiado y nuestra vida se había centrado en él y ahora empezamos a decidir que queríamos como familia. Pasábamos más tiempo juntos y menos en la oficina. Más momentos junto a nuestros amigos y
Dalila Un año después —¿Cómo me veo? ¿Crees que necesite alguna cosa? —me preguntaba Celeste nerviosa frente al espejo. —Te ves hermosa Celeste... realmente hermosa. Benjamín se va a caer de rodillas o llorar cuando te vea, posiblemente ambas cosas— le decía yo y ambas nos reíamos. Había pasado ya más de un año desde que ella se había operado y de ese encuentro casual en la habitación del hospital. A su manera había sido un encuentro muy particular y a mí parecer, bastante romántico. Yo estuve ahí y vi el momento justo en que sus ojos se encontraron y brillaron. Algo dentro de mí en ese momento lo sabía, que estaba siendo testigo de un momento definitivo en sus vidas. —A veces no puedo creer que esto realmente haya sucedido. Yo te conocí y éramos amigas y después nos distanciamos y supe lo que te había pasado… y te había extrañado mucho Dalila. Luego te veía en ese evento y yo estaba en mi peor momento, no tenía dinero ni un buen trabajo y mi salud empeoraba y por momentos…pen
Lucas 5 años después —Señor Dantes es tan bueno verlo de nuevo — —Espero que esté por aquí más a menudo y podamos hablar con usted un momento…— decía otro hombre. —Nos ha gustado mucho todo lo que ha preparado y esperamos con ansias conocer más de ese proyecto— decía una mujer. Por todas partes me buscaban personas cuando yo salía de una conferencia que daba en un encuentro de empresas. Me había dado cuenta de que si quería evitar que otros pasaran lo que yo sufrí, tenía que hacer algo, así que había dedicado estos años a mejorar la situación en muchas empresas. Era un trabajo arduo pero muy satisfactorio. Y cuando me acercaba a donde estaban hace un rato los espectadores, veía a mi fan favorita. —¡Papá papá! —decía una pequeña niña y corría a abrazarme. Sofía era aún muy pequeña, pero le encantaba venir conmigo a donde yo fuera, le entusiasmaba especialmente verme si estaba hablando delante de muchas personas y yo podía ver su emoción y cómo sus manitos se juntaban para ap
DalilaHabía tenido un accidente horrible, eso lo recuerdo perfectamente. Había sido estrepitoso, el auto estaba destrozado y volteado, había visto luces fuertes y estaba lloviendo. Escuchaba voces de personas que comentaban que yo había sobrevivido, casi por un milagro. Me habían sacado por una ventana, prácticamente arrastrada. Todo el cuerpo me dolía, pero especialmente mi cabeza, y no podía hablar bien. En un momento estaba acostada en una camilla y sentía como me llevaban por un pasillo, yo observando las luces en el techo de lo que parece ser un hospital. —Doctor… parece estar embarazada— —Ha perdido mucha sangre, no sé si va a poder sobrevivir el bebé— Yo los escuchaba lejos, muy lejos, y solo veía borrones. —No tiene identificación, ni número de contacto— Yo no entendía nada de lo que ocurría, ni que pasó antes de ese accidente. Tampoco recordaba nada más. Luego de que me operaron estuve en coma varios días y cuando me desperté, era simplemente una mujer con
Mi esposo. La sola idea hace que se me ponga la piel de gallina.Tengo la garganta tan seca que no creo que pueda pronunciar una palabra.—¿Cómo... cómo que casada?— pregunto mientras Ernest tiene apariencia de querer salir corriendo de aquí. —Sí, quien notificó su desaparición fue su esposo, Lucas Dantes. Si no me equivoco es uno de los grandes empresarios de New York— ¿Por qué estuve alejada de él por un año? ¿Por qué no me buscó? ¿Quién demonios es Lucas Dantes? ¿Me dejó embarazada y abandonada?—Ernest… ¿Qué es esto? ¿Qué sucede? ¿Tú lo sabías?— le pregunto. Ahora… todo tenía sentido. Estaba embarazada… y me dejó. —Mi amor… por ahora necesito que confíes en mí. Vendré a explicarte. Te lo prometo— dice y sin más, se va por la puerta dejándome sola.Esa noche me acuesto angustiada. Tengo un sueño inquieto, y empiezo a tener pesadillas. De repente me despierto y... hay alguien en mi cuarto. Es un hombre alto, de piel bronceada y cabello negro como la noche.Sus ojos son brillant
Pareciera que cruzamos toda la ciudad, vamos por las avenidas y de repente entramos a un área bastante exclusiva.El chofer me abre la puerta y cuando observo donde nos hemos detenido es una casa magnífica, tiene varios pisos.No bromeaban cuando dijeron que mi esposo era un hombre con dinero. Hay algo de esta casa que me hace sentir... bien.Como no puedo confiar en mi mente... desde hace un tiempo decidí que voy a confiar en mi intuición.Lucas sigue adelante como si yo no fuera nada.La casa por dentro es tan magnífica como por fuera. Muebles claros, elegantes, pinturas fantásticas y esculturas.Veo a las personas que trabajan, que evitan verme. —Señora Dantes... yo soy Victoria, la esposa del señor Octavio y ama de casa de esta propiedad. No puedo explicarle, lo contenta que estoy de verla— dice y me lleva a mi habitación.La habitación es fantástica, la cama gigante, los closets llenos de ropa, una peinadora, un escritorio, todo el máximo lujo.De repente escuchamos unos ladrid
—Yo… no iré contigo a ninguna parte— le contesto titubeando. Él me mira con odio y tengo terror. Yo quiero decirle tantas cosas, que me dejó como si fuera basura, que estaba embarazada y no le importó… pero me contengo. No quiero que me vea como una tonta víctima. Y, sin embargo, doy varios pasos hacia atrás. —No aceptaré un no por respuesta. Vas a venir, fin de la discusión— dice y yo tengo una mezcla de temor, odio y rabia.—Tú... no puedes decirme que hacer…——Lamentablemente si... la doctora dijo que no podías estar sola, y eres mi esposa— dice cual dictador.—Yo… no te importo en lo más mínimo— le digo.—Tú ya tuviste tu momento de jugar a la casita feliz… pero estás en este matrimonio, quieras o no. Tenemos un contrato que tienes que cumplir— dice firme y se acerca a mí. Sus ojos azules centellean, su cicatriz se ve tensa.—Tu… ¿Por qué nunca me buscaste? Me abandonaste…— digo y él parece ofendido. ¿Es broma? Lo que digo es cierto. Sus ojos se pasean por mi rostro, se detienen