Rodrigo
—¿Sabes lo feliz que me haces Rodrigo? —interroga mi abuelo con una gran sonrisa que ilumina su rostro—. Ya eres todo un hombre de familia, así que de ahora en adelante espero que hagas lo correcto y no la vayas a cagar.
Niego con un leve movimiento de cabeza, sabiendo que mi abuelo dice la verdad.
—Lo sé, abuelo, pero te puedo asegurar que esto no lo hago solo por el ultimátum que me pusiste. —me froto la nuca—. En realidad esa hermosa mujer me ha cambiado la vida y de una manera que nunca llegué a imaginar.
—Entonces eso me llena de felicidad, muchacho. —deja dos palmadas sobre mi hombro—. Al fin encontraste una buena mujer, vamos que debes cuidar de tu esposa y tu hijo.
Ambos caminamos hacia la mesa en donde se e
SabrinaDespierto envuelta en una calidez reconfortante, pero mi sueño se desvanece al sentir una presión en mi vientre. Al abrir los ojos mi vista va dirigida a la parte baja de mi vientre y con ello confirmo quién es el causante de dicha interrupción.El brazo de Rodrigo reposa sobre mi cintura, siendo su mano la que se encuentra sobre mi vientre. El solo acto hace que mi corazón se me estruja y de repente me imagino que el hombre que yace recostado a mi lado y brindando calor a mi pequeño tesoro es Mauricio.Me permito imaginar ese momento por un corto instante, pero luego vuelvo a la realidad y sé que nunca lo vamos a poder vivir juntos. Repaso mi vista por todo el cuerpo de Rodrigo. Aún tiene puesta la ropa del día anterior. Tal vez por el cansancio no le dio tiempo de quitarse la ropa y optar por una
Si en algún momento llegué a imaginar que pasaría la mañana durmiendo plácidamente en mi cama acurrucada a mi cobija de conejito y mi almohada de Hello Kitty era una maravillosa sensación, estaba totalmente equivocada. Rodrigo me despertó muy temprano con besos por todo mi rostro, claro a excepción de mis labios. Haciendo que mi mal humor se acrecentará con el pasar de los minutos. Hizo que me levantara para que me diera una ducha y que lo hiciera lo más rápido posible porque quedaban pocas horas para ir al aeropuerto. Esas últimas palabras me desconcertaron completamente, sabía que íbamos a ir de viaje a un lugar no muy lejos para pasar nuestra supuesta luna de miel, que más bien sería un descanso de tanto estrés que me produce trabajar en la clínica y que a él alivia de tanto trabajo en la compañía. Todo alegando que era una gran sorpresa y que estaba seguro de que me iba a gustar tanto que lo amaría por la eternidad. «Cada vez se vuelve más loco o es que ya lo estaba y no me hab
Exactamente, una hora y media después nos encontramos aterrizando. Agradezco que esta vez la turbulencia no haya hecho estragos en mí como en el momento del despegue.Creo que Rodrigo tiene toda la razón al decir que eso es falta de costumbre y también el saber manejar los nervios.—¿Preparada para nuestro viaje? —interroga con una amplia sonrisa—. Te advierto que te vas a sorprender, pero primero debemos llegar al hotel y luego partiremos al lugar al que quiero llevarte.—¿Preparada?... —dudo por primera vez al estar a la expectativa de lo que pueda suceder en este viaje—, no mucho, pero hay que vivir la experiencia.—Así me gusta, esa es la aptitud.Sin más nos encaminamos hacia la salida del aeropuerto, no me di cuenta en que momento Rodrigo saco el equipaje. Lo cierto es que se ha vuelto muy hábil para muchas cosas.«—Y eso que no has explorado otros escenarios. —habla la voz de mi conciencia que como siempre aparece en
Rodrigo«¿Qué mierda es esta?», es el primer pensamiento que llega al ver semejante espectáculo. Parte de mi cuerpo se ha quedado en estado de shock, totalmente paralizado, pero no todo, hay un amigo que acaba de cobrar vida queriendo ir de fiesta. Por acto reflejo trato de tapar mi entrepierna para que ella no se dé cuenta, pero al parecer mis esfuerzos han sido infructuosos porque lo hice demasiado tarde. Este momento ha sido demasiado bochornoso para los dos, solo espero que no vaya a tomar represalias contra mí después.—Cierra los putos ojos, Rodrigo. —grita con exasperación—. ¿Acaso no sabes tocar la puerta antes de entrar?—Lo siento amor, no sabía que te encontrabas en ese estado. —afirmo con nerviosismo cerrando los ojos como ella pidió.—Entonces sal y espera a que pueda cambiarme.Como puedo giro sobre mis pasos y termino saliendo de la habitación, no puedo negar que fue una gran vista la que mis ojos acaban de contemplar. Pude admirar esas maravillosas curvas que se gasta
SabrinaEsta vez lloro, pero de felicidad. Nunca llegue a imaginar que la sorpresa que me tenía Rodrigo era el venir a ver a mi padre. De todos los escenarios que pasaron por mi mente, este era el que menos esperaba.En realidad, como él lo había dicho, lo iba a amar después de esta maravillosa sorpresa. Claro lo amaba, pero no de la manera que se están imaginando, más que todo es el amor que se tiene a un amigo y ese es precisamente el que siento por él.—Gracias Rodrigo. —logro articular entre sollozos—. Esta es la mejor sorpresa que me has podido dar.—No tienes que agradecer mi reina. —toma mi rostro entre sus manos limpiando las lágrimas con delicadeza y logro ver que sus ojos se encuentran cristalizados—. Esto lo hago de todo corazón, recuerda que todo lo hago por verte feliz.Nuevamente, me lanzo entre sus brazos, sintiendo la forma en que me reconforta su abrazo.—Te acabas de ganar un punto idiota. —sonrío esperando a que comience con su drama por la forma en que acabo de lla
Luego de compartir varias horas con mi padre, las cuales aprovechamos dando un pequeño paseo por los jardines de la clínica y me preguntara por su adorada Sonia, me encuentro despidiéndome de mi viejito lindo.Por más que quería llevarlo conmigo fue imposible, primero porque me encontraba en una supuesta luna de miel y segundo que él aún se encuentra en proceso de recuperación. Aunque ya se encuentre fuera de peligro, debe seguir con las indicaciones de su médico tratante.Con el galeno tuve una gran conversación entre colegas, le comenté sobre todos mis miedos a que existiera la posibilidad de que el tumor hiciera una nueva aparición. Este me aseguró que no tenía nada de que preocuparme, habían extraído el tumor en su totalidad y con las sesiones de quimio y radio todo estaba controlado.
Estando en el interior del Jet, Rodrigo me indica que tome asiento en los pestos que se encuentran cerca de la puerta de la habitación que posee el avión. Mientras lo hago me da una mirada que me indica que todo estará bien. Luego se gira sobre sus talones para acercarse a la cabina del piloto para conversar con él.Mientras espero saco mi celular para ver una de las fotos que me tomé junto a papa durante la visita que le hice los días que fui a visitarlo. Me llena de gran alegría el verlo totalmente sano y fuera de peligro.Cierro los ojos para agradecer a Dios por el milagro que me ha concedido, en algún momento había perdido las esperanzas de que algún día todo cambiaria, pero ahora me doy cuenta de que solo hay que mantener la fe y ser paciente.De repente siento que acarician mi mejilla y me sobresalto por el tacto.—Tranquila, no hay necesidad de que te asustes. —Rodrigo me regala una pequeña sonrisa que no se ilumina en su rostro—, tampoco soy tan feo, ¿verdad?—No digas esas c
Rodrigo Los días pasaron y con ello una gran incertidumbre, por más que quise tratar de ahogarme en trabajo, no podía concentrarme en lo que estaba haciendo.Primero fue por lo que le había pasado al abuelo, ni él ni mi madre quisieron decir una palabra sobre lo que había sucedido. Para tranquilizarme me dijeron que todo se debía a su enfermedad, una de la cual ya tenía conocimiento, pero me hice el desentendido y por eso hice mi gran actuación al momento de que ellos se dignaran a decir la verdad. En nuestra conversación le dije sobre lo que sospechaba y mi abuelo negó rotundamente que Joel tenía que ver con lo sucedido. Que por más que yo insistiera estaba haciendo acusaciones sin fundamento.Finalmente, tuve que dejar ese tema zanjado porque ellos no quisieron decir nada más y yo no era quién para exigir explicaciones