Rodrigo
Los días pasaron y con ello una gran incertidumbre, por más que quise tratar de ahogarme en trabajo, no podía concentrarme en lo que estaba haciendo.
Primero fue por lo que le había pasado al abuelo, ni él ni mi madre quisieron decir una palabra sobre lo que había sucedido. Para tranquilizarme me dijeron que todo se debía a su enfermedad, una de la cual ya tenía conocimiento, pero me hice el desentendido y por eso hice mi gran actuación al momento de que ellos se dignaran a decir la verdad. En nuestra conversación le dije sobre lo que sospechaba y mi abuelo negó rotundamente que Joel tenía que ver con lo sucedido. Que por más que yo insistiera estaba haciendo acusaciones sin fundamento.
Finalmente, tuve que dejar ese tema zanjado porque ellos no quisieron decir nada más y yo no era quién para exigir explicaciones
Sabrina—¿Estas seguras de lo que dices? —interrogo asombrada de lo que me cuenta Laura—. Asegúrame que no son inventos.—Tan segura como que empecé a salir con… —hace silencio dándose cuenta de que estaba a punto de cometer una imprudencia—. Bueno, seguro y confirmado por estos ojos que se han de comer los gusanos.—Es que no entiendo como pueden pasar este tipo de cosas durante mi ausencia. —niego con resignación—. A todas estas ella se estaba creyendo la dueña y señora de la clínica, pero paso que se le calló todo. Después de todo, ¿Quién es la mujer que le arranco las extensiones a Tania?—Dicen las malas lenguas. —se tapa la boca para contener la carcajada y sabiendo que ella es parte de ese club—, que es la novia que tenía desde hace tiempo, pero por alguna razón se tuvieron que separar. Al parecer es porque ella también es médico y para ella era primero su profesión. Después de todo…No termina de hablar porque fue interrumpida por la voz chillona de la susodicha que anda con u
Oficialmente, he terminado la guardia. Tomo asiento junto al banco que se encuentra cerca de los casilleros. Recuesto la cabeza a un costado de la pared cerrando mis ojos para descansar un momento.Cada día mi cuerpo se siente más agotado y creo que voy a tomar en consideración las palabras de Rodrigo. Al principio tuvimos nuestra primera discusión y todo porque quería exigirme que dejara de trabajar tantas horas. Alegando que no le hacía bien al bebe y por ende a mí también.Yo como una testaruda que le gusta llevar siempre la contraria, no le hice caso y ahora, estoy asumiendo las consecuencias de mis actos.Acaricio con ternura mi vientre tratando de imaginar lo mucho que va a empezar a crecer si sigo comiendo de est
RodrigoComo era de esperar no perdí tiempo y salí lo más rápido que pude de la empresa. Tenía ansiedad en saber qué pruebas había encontrado el investigador y sobre todos quién era la persona implicada en ello.En menos de lo que esperaba me encuentro aparcando el auto en el lugar acordado. Antes de ir al interior saco el celular para llamar a mi reina, pero como todos los intentos anteriores, este también fue fallido.Lo más seguro es que se quedó sin batería, últimamente anda con la cabeza vuelta un lío, pero voy a tener que regañarla.Con resignación lo guardo en el bolsillo de mi saco e ingreso al restaurante. Cam
Lo primero que hago al llegar a la clínica, es estacionar el auto en el primer puesto que logro visualizar. Veo con desespero la hora en mi reloj y creo que he llegado un poco tarde.No pierdo la esperanza de que mi reina aún se encuentre en el interior del recinto. Al entrar me encuentro con no de sus amigos, creo haberlo visto conversar con mi prima en una ocasión. Una loca idea se cruza por mi mente, pero la dejo a un lado para hacerme cargo de lo que realmente me interesa en este momento.Camino a grandes zancadas hasta llegar a su lado.—Buenas noches. —saludo con amabilidad—. ¿Sabes si Sabrina aún se encuentra en la clínica?—Creo que ya se fue. —mira la hora en su reloj—. Si te das prisa tal vez la encuentres en la parada de buses —se encoge de hombros y se marcha así sin más.«Que idiota es este hombre»Giro sobre mis talones para salir con pasos apresurados. Quería ir a pie, pero de un momento a otro comienza a llover y creo que sería mucho mejor ir en el auto de una vez.Al
—Rodrigo. —escucho que me llaman, pero la voz se siente temblorosa—. Despierta, no me siento bien.De repente abro los ojos al sentir una mano que se posa en mi pecho, pero no lo hago por el tacto sino por lo caliente que se encuentra. Se siente como lava ardiendo y es cuando me doy cuenta de que mi reina está bañada en sudor.—¿Qué tienes, amor? —pregunto con preocupación estando al borde de un colapso nervioso.—Tengo mucho frío. —logra decir mientras sus labios tiemblan sin control.Me levanto de la cama de un salto, la tomo entre mis brazos para llevarla al cuarto de baño. Su piel se encuentra enrojecida y es producto de la fiebre. La meto con cuidado en la bañera mientras esta se llena con agua fría.—Todo va a estar bien, amor. —entro con ella a la bañera, sentándome tras ella—. Verás que los voy a cuidar, los amo mucho y no quiero que nada malo les pase.—Tengo mucho frío amor. —dice con voz temblorosa—. Abrázame, por favor.Me quedo asombrado ante esa palabra, muchas veces ima
SabrinaCierro los ojos tratando de controlar los acelerados latidos de mi corazón. Cada vez que me encuentro cerca de Rodrigo suele pasar lo mismo, al principio me negaba a los sentimientos que estaban empezando a florecer en mi interior.Por más que me repetía que todo esto era solo un simple acuerdo y que no debía involucrar ningún tipo de sentimientos, se me hizo difícil. Y como no hacerlo si este hombre se desvive por atenderme, cuidarme y estar al tanto de todo lo referente a mi embarazo y mi estado de salud.Por otro lado, está Mauricio, a pesar de no tener ningún tipo de contacto con él y que no ha regresado a la clínica no puedo dejar de sentirme preocupada. Dejo esos sentimientos a un lado y me doy la oportunidad de disfrutar de este sabe beso, no que viene lleno de mucho amor. Las sensaciones que siento con este beso son totalmente diferentes a las que sentía al besar a Mauricio.—Te amo tanto. —susurra entre mis labios—. ¿Puedo tomar este beso como una respuesta afirmativ
Las horas pasaron y se fueron convirtiendo en días, los días en semanas y estas a su vez en meses. Según la cuenta que llevo en el calendario hoy mi hermoso bebe cumple 5 meses. Unos en los que se han experimentado altos y bajos, pero nada que no se pueda solucionar.No hay mucho que contar durante el transcurso de estos meses. Rodrigo está sumergido entre un mar de documentos, conferencias, correos y paren de contar. Decía que con el pasar del tiempo se iba a quedar sin trasero por tanto tiempo que pasaba sentado.Por otro lado, estaba el hecho de que había contratado guardaespaldas sin mi consentimiento. Eso me enfureció, pero cuando me dio sus verdaderos motivos me quede tranquila y el turno de molestarse luego fue el de él. Le conté sobre la persona que me estaba acechando desde la oscuridad esa vez. Desde ese entonces no he sentido ni visto nada extraño, puede que todo haya sido cosas de mi imaginación.Eran muchos los días que llegaba tan cansado que con solo recostar la cabeza
RodrigoCamino de un lado a otro esperando a que mi reina termine de arreglarse para ir a la fulana fiesta de aniversario. Por más excusas que puse para no asistir ella se encargó de confirmar nuestra asistencia.No he querido enfrentarme a mi tío a pesar de que tengo una gran cantidad de pruebas en su contra. He estado pensando mucho en decirle todo a mi abuelo, pero no quiero ser el causante de que le dé un ataque.—¿Qué te tiene tan pensativo? —me exalto al escuchar la voz a mi espalda girando para ver a mi hermosa mujer.—Es solo que no quiero ir. —me acerco para estrecharla entre mis brazos y unir nuestros labios en un beso apasionado—. ¿Sera que nos podemos quedar? —pongo mirada de cachorro regañado tratando de convencerla.—Sabes que no podemos faltar. Además, le prometí a tu abuelo que si íbamos asistir. —arregla el nudo de la corbata—. Mejor deja de ser infantil y vamos, se nos hace tarde.No discutí mas con ella porque hacerlo seria nadar contra la corriente y hacer que se p