MauricioEl dolor que siento en el pecho no se compara con nada, ni siquiera cuando viví aquel desamor en mi pasado. Ahora todo empieza a tener sentido, el no querer perdonarme por lo que ocurrió y evadirme a cada momento.«¿Tenía una relación con ese hijo de puta mujeriego?», me niego a creer que esa sea una posibilidad, pero los hechos hablan por sí solos. Pero la voz en mi interior dice que algo no está bien.Solamente puede haber dos posibilidades, la primera es que Sabrina, mi reina, la mujer que amo, solo jugó con mis sentimientos. Por más vueltas que le doy a esta situación no logro comprender muchas cosas.La otra posibilidad es que esté ocultando algo y esté ayudando a ese imbécil.Todas las veces que estuvimos juntos la sentí completamente mía, al igual que fui y seré únicamente suyo. Todo esto es una completa mierda, nada de esto puede estar pasando. Por más que intento analizar en que falle, llego a la misma conclusión YO NO TENGO NADA QUE VER, caí en una maldita trampa qu
Las puertas se abren nuevamente y al otro lado se encuentra mi amiga de la infancia, mi querida Francia. Viene con su pequeño hijo Eduardo. —¿Cómo estás, Mauricio? —pregunta intentando sonreír—. Tenía días sin verte. —Ya sabes como es la vida de los médicos. —me encojo de hombros—. Vivimos más en la clínica que en nuestros hogares. —Eso es cierto. —contesta cabizbaja. —¿Cómo te portas campeón? —pregunto al pequeño que tiene cara de sueño. —Con ganas de ir a dormir. —pone los ojos en blanco. —Bueno, ese deseo ya está por cumplirse. —rio con amargura. Como desearía volver a tener diez años y escapar de esta terrible realidad. Las puertas se abren y Francia baja junto a su hijo, quedamos en salir a tomar un café luego y ponernos al día en nuestras vidas. Presiono nuevamente el botón de mi piso y en pocos minutos me encuentro abriendo la puerta de mi departamento. «¿Qué tendrá mi amiga, ella no es así? La conozco tan bien que me sé de memoria cada una de sus facciones y está que
Entre trago y trago termino por contarle todo desde el principio. —¿No entiendo por qué carajos no tomaste medidas desde un principio con esa loca de carretera? —se sirve otro trago mientras niega ligeramente con la cabeza—. Ahora mira toda la m****a que ocurrió y para completar la cereza del pastel ahora ella… No termina de hablar y se queda en silencio pensando si terminar de hablar o si cometió alguna imprudencia. —¿Ella qué? —estrecho los ojos. —Eso es algo que no me compete decirte. Solo te pido que tengas paciencia y esperes el momento indicado. —Las cosas no son lo que parece, solamente confía en ese gran amor que dices sentir por ella. —Pero… —Pero nada, Mauricio, es todo lo que puedo decir. Vas a tener que conformarte con eso y no insistas en seguir preguntando cuando no vas a obtener una respuesta de mi parte. —golpea la mesa haciendo que el trago se derrame—. Mejor dime cómo se encuentra tu paciente. Cambia de tema tan fácil y para hacer de esto una disputa prefiero
Un sonido insistente perturba mi sueño. No sé por cuánto tiempo he dormido, pero sé que no ha pasado mucho desde que llegué del bar. Me levanto buscando el origen del ruido y esté proviene de mi celular. Contesto la llamada sin darme cuenta de quién puede ser. —¡Aló! —respondo adormilado. —Doctor Mancini. —habla angustiada la mujer al otro lado de la línea. —Sí, ¿Quién habla? —frunzo el ceño. —Le habla la hija de Daniel. —habla con desespero intentando que recuerde de quien me está hablando. De repente recuerdo a mi paciente que no tiene recursos y es cuando caigo en cuenta de quien se trata. —Ya recuerdo ¿Qué sucede? —masajeo mi sien por el fuerte dolor de cabeza. —Mi padre se ha puesto peor y han tratado de contactar con usted. En vista de que no lo han podido hacer, yo me tomé el atrevimiento de llamarlo. La chica habla sin hacer pausa, solo lo hace cuando se queda sin aire y finalmente termino por pedirle que se calme. Yo me encargo de contactar con el médico del hospit
RodrigoHace mucho tiempo no imaginaba que sería despertar deseando tener un excelente día. Todo esto lo atribuyo a que hoy por fin, después de casi tres meses de espera, por fin tengo con quien contraer nupcias.Sé perfectamente que todo esto será por un acuerdo, uno en el que ambas partes vamos a salir beneficiadas.Parado frente al espejo de cuerpo completo, arreglo mi corbata para, hoy por ser un día especial, por así decirlo me puse un traje nuevo que estaba guardando para una ocasión especial, y que más especial que está.Agarre el celular para enviarle un mensaje a mi querida Sisy avisando que ya me encuentro activo desde temprano a la espera de que me confirme a qué hora debo ir por ella. Envío el mensaje sin esperar respuesta por ahora, tal vez se encuentre ocupada o estés descansando mientras se hace la hora de salida.Bajo las escaleras hasta llegar al comedor donde encuentro a mi madre desayunando. En nuestra familia no es común que se esperen para comer. Eso solamente lo
Mientras espero, entro en Google para buscar una agencia de bienes raíces. Desde ya necesito buscar una casa para mudarnos. Lo más lógico sería pedirle opinión a ella, pero tengo que adelantarme un poco y tener opciones.Agrego varios números telefónicos y creo que si firmamos enseguida el contrato también debemos aprovechar de ir a ver las propiedades.Quince minutos después la veo enfundada en unos jeans ajustados, una camisa color rosa pastel y sus cómodas zapatillas negras. Trae un pequeño morral colgado sobre el hombro y entra sin decir una sola palabra.Ahora parece que se encuentra de mal humor y espero no ser yo el causante de ello.Piso el acelerador para ir al encuentro del abogado. El camino se hace corto, ya que decidí encender la radio para hacer el ambiente un poco más ameno.Estaciono el auto y bajamos para ingresar al edificio. Como es costumbre, cada vez que vengo a este lugar tenemos que hacer el registro. Esperamos unos pocos minutos para que nos entreguen la creden
Horas más tarde, después de ver varias casas y varios departamentos finalmente optamos por una casa pequeña. Queda en un lugar céntrico que a los dos nos parece perfecto. Por la ubicación de nuestros sitios de trabajo quedan a solo media hora. La casa es acogedora, consta de tres habitaciones con baño cada una, sala, cocina, un lavadero y un pequeño jardín en la parte trasera donde fácilmente podemos tener un perro. —¿Te gusta este amor? —preguntó mientras le atraigo a mi lado y beso su cabeza. —Sí, es perfecto cariño. —dice entre dientes y estoy seguro de que hasta quiere patearme las bolas por la forma en que la estoy agarrando, pero no lo puede hacer nada, hay que disimular ante el agente. —Entonces que sea este. La dejó sola para que haga otro recorrido, hay algunas cosas que hay que comprar, ya que no se encuentra totalmente amueblado, pero eso es algo que se lo voy a dejar a ella. Sigo al agente hasta la mesa que se encuentra en la sala y coloca la carpeta con el contrato.
Sabrina Luego de dormir por una hora y media me siento en el borde de la cama. Sé que el idiota de mi futuro esposo por contrato se encuentra en la sala viendo televisión. Lo sé porque hasta acá se escucha el sonido. Me levanto con toda la calma del mundo y entro al baño para darme una ducha. Cuando salgo me coloco un vestido fresco y me calzo unas zapatillas. Aplico un poco de maquillaje para tapar un poco las ojeras y el rostro demacrado que me he ganado últimamente por tanto trasnocho. Cuando estoy lista camino por el pasillo para llegar hasta la sala y vaya que me sorprende ver el televisor encendido y al espectador profundamente dormido con la boca abierta. A veces pienso que en vez de tratar con un hombre lo hago con un niño, este hombre es todo un caso y serán muchas las cosas que vamos a aprender el uno del otro en este año. Me acerco para despertarlo, quisiera gritar en su oído, pero eso sería provocar que se quiera vengar de mí por lo que le hice. Además, es un acto tota