Tras lo ocurrido tuvimos que mantenernos quietos por un día buscando apaciguar un poco las cosas, tras el alboroto que se armó todos los oficiales de policía rusos estaban en busca de algún sobreviviente, por que sabían que algunos pudimos salir librados de allí, con la intención de ponernos tras las rejas.
Supieron que los italianos estábamos involucrados cuando pudieron identificar a mi padre como una de las víctimas, también cuando identificaron a los miembros de la bratva se percataron que esta riña sería aún peor. Buscaban averiguar quienes fueron los vencedores al final y pudieron escapar por suerte no habían logrado identificarnos.
Nuestro jet privado había logrado mantenerse oculto de los oficiales rusos y así jamás se enteraron cuando partimos de allí y regresamos a nuestro país. Cuando pisamos suelo italiano nuevamente mi vida había cambiado y ya la noticia se había esparcido por todas partes.
A mi madre la encontré devastada, de la misma forma estaba la madre de Filippo quien también había perdido a su esposo. Ambas querían una respuesta, pero yo no sabía qué mierdas decirles. Las cosas se habían ido al mismísimo infierno en cuestión de segundos y nadie se esperaba la terrible emboscada que destruyó nuestras vidas por completo.
La única cosa que pude decirles a estas dos mujeres fue la certeza que tenía de que me vengaría por la muerte de sus esposos. El maldito bastardo que organizó todo esto las pagaría y su muerte no sería algo rápido y sencillo, sufriría y rogaría por su vida. Es una promesa.
Tras las noticias muchos de los capos de la familia vinieron a darme el pésame y volver a jurar fidelidad conmigo esta vez. Aseguraron que me darían unos días para mi duelo y que luego me pondrían al corriente con los negocios y las nuevas estratégias a tener en cuenta ahora que el trato con los rusos se fue al carajo.
No pude negarme a ese ofrecimiento porque a pesar de que estaba consciente que toda mi vida había cambiado y que todo comenzaría desde cero, desde un nuevo ángulo. No podía asumir aún que no tendría a mi padre a mi lado dándome consejos y apoyándome como tantas veces lo habíamos hablado. A pesar de que sabía que este estilo de vida no te aseguraba que pudieras regresar a casa todos los días, nunca creí que un día mi padre no lo hiciera.
Dolía la realidad.
Sentía una gran pena invadirme y una oscuridad cernirse sobre mí. Podía estar muy seguro que esto que sentía era una sed de sangre que jamás creí poder sentir antes, lo encontraría así tuviera que perseguirlo hasta el mismo infierno lo haría, pero de que encontraría al bastardo que organizó todo ese caos y mató a mi padre, lo haría.
— ¿Puedo pasar? — La voz de Filippo me regresó a la realidad, o a la poca que era capaz de comprender.
— Adelante, cierra la puerta pero no grites.
— Estás bebiendo mucho ¿No lo crees?
— ¿Por qué crees? Perdí a mi padre y tú perdiste al tuyo, no crees que tenemos razones para ponernos ebrios.
— Te he dejado llorar y beber por dos días enteros, pero ya no más. Debes salir de aquí amigo, bañarte y comer algo sustancioso. Luego poner el pecho ante tu madre y estar a su lado ya que ella perdió al amor de su vida. Ya has tenido tu tiempo para llorar, ahora debes asumir que eres el nuevo dueño y señor de todo esto y que siempre debes estar entero.
— Lo dices como si fuera muy fácil.
— Alessio, te haré una pregunta y piensa muy bien en ella. ¿Cuándo has visto llorar a tu padre? ¿Cuándo lo has visto perder el control y perderse en el alcohol por los problemas? Piénsalo y dime si tu padre estaría contento si te viera en el estado en el que estás. Te esperaré afuera.
Las palabras de mi consigliere fueron como cachetadas múltiples para mí. El maldito imbécil tenía razón y a pesar de que él también perdió a su padre lo pude ver bastante sereno y con los pies bien puestos sobre la tierra haciendo lo que su padre le dijo que hiciera, cumpliendo con su deber y no perdido en un agujero de la casa perdiendo la cabeza con alcohol.
¿Qué diablos comen los Ferrara que nacen con una sabiduría extrema?
¿Qué sería de mí sin mi mejor amigo? ¿Qué hubiera sido de mi padre sin su amigo? Pensando en lo que acaba de decirme supe que mi padre jamás lloró frente a nosotros, jamás perdió el control y demostró debilidad porque siempre estuvo acompañado y recibiendo el apoyo incondicional de quien fue su mano derecha, su mejor amigo y su confidente en todo. Gracias a él fue el mejor hombre del mundo, un hombre capaz de cargar con todos los problemas de la familia sobre sus hombros y que no le pesara y así lograr darnos todo lo mejor de la vida.
Salí de mi despacho y lo encontré recostado en la pared observando su celular, cuando me vio sonrió y luego guardó lo que tenía en sus manos en los bolsillos y ayudándome me llevó hasta mi habitación para que pudiera darme esa bendita ducha y ponerme presentable.
— Gracias amigo, mi padre ha sido quien ha sido gracias al tuyo. Si tú no estás a mi lado sé que no podría ser ni la cuarta parte de lo que fue mi padre. Te necesito siempre a mi derecha, siendo ese punto de apoyo y esa cabeza pensante que siempre tiene algo para decir, desde pequeño has sido el más inteligente de los dos. Gracias por eso.
— No debes agradecer amigo, esto es lo que somos. Esto es el legado de nuestros padres y debemos lograr que estén orgullosos de nosotros.
Me había costado comprender, pero finalmente con ayuda lo logré. Llorar no sirve de nada porque el dolor en el pecho se acentúa cada vez más, sin embargo buscar la forma de que ese dolor disminuyera resultó ser un poco menos complicado. Las promesas de venganza ayudan a calmar un poco esa sensación de vacío, las promesas de que no descansaré hasta poder concretar mi venganza y dejar en la misma nada a aquel que destruyó el sueño de mi padre y acabó con su vida.
Había sido duro entender, pero ahora era yo quien mandaba. Ahora soy el nuevo amo y señor de todo esto y de todos y cada unos de los negocios de mi padre. Ya no era solo una simple empresa y algunos pequeños negocios, ahora pertenecía a las grandes ligas, debía asumir ese puesto para el que me prepararon toda mi vida.
Llegó finalmente el momento de decirle adiós a ese estilo de vida que disfruté por mucho tiempo, llegó el momento de decirle adiós a las aventuras y la falta de seriedad. Ahora debo preocuparme en hacer todo lo mejor para mi familia y darle todo lo que necesiten.
Ahora era mi turno de cuidar de ellos y brindarles la protección que se merecían. Era el momento de demostrarles de qué estaba hecho Alessio D’Angelo el nuevo Don de la mafia italiana.
Mi mañana tranquila fue interrumpida por un total alboroto en la puerta de mi casa ya que estaban tocando como si lo fueran a tirar en cualquier momento. Sabía que si estaban así de desesperados se trataría de los hombres de mi hermano. — Ya voy — grité totalmente frustrada porque sus nudillos dejarían marca en mi puerta si lo seguía golpeando — Maldita sea. Cuando lo abrí no solo me encontré con unos matones de primera sino con mi propio hermano con un rostro que me decía que había comenzado bastante mal. — Hermanito ¿Qué haces aquí? — Lo saludo dándole un beso en su mejilla con un corto abrazo. — ¿Me dejarás entrar? — me pregunta con ese tono poco amigable, su ceño fruncido me indica que no está teniendo un buen día. — Pasa, pasa. — digo haciéndome a un lado. Yuri entró en mi departamento mirando todo como siempre, observando que todo estuviera prolijamente. Era un ser que le encantaba el orden y siempre nos peleábamos por eso mismo porque buscaba la forma de controlarme, algo
Con todas mis cosas listas eché una última mirada a mi departamento despidiéndome de la tranquilidad de mi casa y mi soledad para ir a parar a la casa familiar que era un completo desastre, bastante parecido a un gallinero lleno de gallinas turulecas. En especial mi madre, la amo pero la conozco mejor que nadie y sé que apenas pongo un pie dentro de esa casa comenzará a imponer cosas y a criticar algunas otras. Cuando abrí la puerta de mi departamento me encontré con los monos que mi hermano había dejado para que me cuidaran, apenas me vieron con las maletas las tomaron para luego seguirme hasta el coche que ya me estaba esperando fuera del edificio. — No se ofusque señorita Kozlova, solo seremos tres su hermano indicó que no quería que fuéramos muchos lo que estuviéramos a su disposición para no incomodarla. — Agradezco saber eso. Llévenme a la casa. — Sí señorita, como usted diga. El camino a la casa era un trayecto largo ya que la casa familiar queda a las afueras y justam
De tantos gritos y pataleos que había dado de un momento a otro uno de los matones me había dado un golpe tan fuerte que me hizo ver estrellas y luego una oscuridad me invadió por completo. Caí en un pozo de oscuridad total en donde perdí todas mis fuerzas y ya no pude moverme. Mis sueños eran tan extrañas que de un momento a otro cambiaban sin sentido alguno, por momentos oía gritos y por otros momentos simplemente silencio y una oscuridad que ni siquiera podía ver mi propia sombra. Hasta que unos gritos que resultaban más reales que sueños comenzaron a despertarme de mis sueños tan extraños. — ¡Despierta maldita zorra! — un grito y una sacudida bien fuerte logró finalmente que abriera los ojos para encontrarme con un hombre supremamente aterrador. — ¿Quién diablos es usted? ¿Qué quieren conmigo? — Mejor te callas y no te me pongas brava porque tendrás muchos problemas. — Ustedes no saben con quién se están metiendo, a mi hermano no le temblará el pulso en acabar con todos uste
Me estaba volviendo loca, me encontraba encerrada en una porquería de agujero donde las ratas caminan sin temer de mi presencia. Lo único que me daban como alimento eran unas malditas migajas de pan un tanto duras y agua, estaba segura de que habían transcurrido tres días desde que me raptaron y aún estaba sin saber de mi hermano. Ese maldito hombre, el mismo que aún me daba mucho miedo por ese rostro tan frío y lleno de maldad, había venido en reiteradas oportunidades a decirme que mi hermano seguía pistas y pistas y que aún no había logrado dar con mi paradero. Disfrutaba de saber que él estaba como un loco buscándome, pero creo que más disfrutaba ver cómo seguía rastros falsos que él los dejaba a propósito. Una sola vez creo que estuvimos a punto de ser encontrados porque me tuvieron que trasladar de donde me encontraba lo más rápido posible. Fue el primer día y entonces creí que sería rescatada pero no, fueron mucho más hábiles ya que al parecer recibieron una alerta que ayudó
— No entiendo, ¿Qué me estás diciendo? — pregunta mi madre colérica. — ¿En serio lo piensas recibir? Es el causante de la muerte de tu padre, aún no ha transcurrido el tiempo prudente ¡Que falta de honor de su parte! — Para nada es como lo piensas madre. El pakhan me ha llamado personalmente para comentarme cómo está el asunto y en algo fue muy contundente, él no tuvo nada que ver con la muerte de mi padre porque esa noche también murieron sus mejores hombres. Es más, quiere venir para hablar sobre el asunto, tiene noticias y necesita hablarlo personalmente. Es que mi madre podía ser la mujer más terca del mundo cuando se lo proponía, pero nada podía hacer ya había tomado mi decisión y le había asegurado a Yuri Kozlov que lo escucharía y recibiría en mi casa con mucho gusto. Cumplí con mi deber de avisar a mi madre porque ella deberá de encargarse de preparar una buena cena donde recibir a nuestro invitado, y por supuesto poner de sobre aviso a los habitantes de la casa de que deber
— ¿Cómo dijo? — pregunté muy intrigado. ¿Acaso escuché bien? — Tal y como escuchó Alessio. Esos mismos hombres que han ido detrás de su familia en aquel día con la intención de liquidarlos a todos, fueron detrás de mi familia. No podía creer lo que estaba escuchando. — Acaso han… asesinado a su hermana. — digo algo dudoso, podía darme cuenta que el tema era algo bastante sensible para él. — Hasta el momento no, pero puede ocurrir en cualquier momento. La tienen secuestrada. Me recosté por completo en el respaldo de mi silla no dando crédito a lo que estaba escuchando. Ahora comprendía su desesperación, comprendía porqué notaba cierta tristeza y luego una rabia incontrolable en esos ojos fríos. No podía creer que estuviera tan calmado en estos momentos, yo si hubiera sido él estaría arrancando cabezas hasta encontrar a mi ser querido. Aunque era probable que ya lo hubiera hecho y ahora estaba así porque ya se encontraba sin saber qué más hacer y a que métodos recurrir. — L
Había aceptado el ofrecimiento de Yuri Kozlov por dos simples razones. La primera, lo hice porque eso significaba un gran crecimiento en cuanto a negocios para toda la familia, la gran oportunidad de expansión con ayuda de su familia sería bastante fructífera para ambos. La segunda, que por ahora yo creía era la más importante, deshacernos de esta nueva organización que nació de un complot para derrocarnos. La verdad es que la idea de casarme con la hermanita de Yuri no me desagrada teniendo en cuenta que debo de hacerlo si o si porque es mi obligación, ya mi madre me venía insistiendo mucho antes de que muriera mi padre porque según ella la familia comienza con uno comprometiéndose en su matrimonio. Si he de casarme porque no hacerlo con alguien que realmente traerá beneficios para la familia y no solo algo simbólico, porque pensándolo bien otra persona ¿Qué podría ofrecerme que valga realmente? Ciertamente, nada. Sin embargo, la señorita Kozlova significará una unión entre dos fam
Todo marchaba sobre ruedas, habíamos conversado con nuestros mejores estrategas. Yuri había contactado con sus mejores hombres para que vinieran a Italia sin dejar desprotegida su casa y al resto de su familia, sabíamos que el rescate era una trampa por lo que decidimos no hacer lo que pidieron ya que no llegaríamos a la parte donde corroboren si realmente se realizó el pedido o no. Mis hombres estaban alistados y preparados aunque costó logramos que mis chicos y los rusos pudieran trabajar juntos y en equipo disponiendo de esa forma equitativamente de cada uno de ellos, una parte se encontraban rodeando la casa donde estaba recluida la princesita de la Bratva y la otra, protegiendo al Pakham. Como Yuri se encargaría de la supuesta entrega del rescate, yo dispuse salvar a mi futura esposa. Mi princesita aguardaba un príncipe que lo rescate y ese sería yo. Estaba dispuesto a todo, mi padre siempre me dijo que cuando uno se disponía a hacer las cosas las debería hacer con el alma o di