Alessio. Elena era una mujer con mucha valentía, lo había descubierto el día que la rescaté de aquel horrible lugar donde la tenían cautiva. Amaba eso de ella, realmente aquello me había encantado de ella en aquel mismo momento, pero situaciones como esta solo lo podía detestar con toda mi alma. No podría tolerar perderla, no después de todo lo que hemos pasado juntos. No hemos podido disfrutar de este matrimonio como una pareja normal porque nos han ocurrido un sin fin de cosas, si algo malo llegara a ocurrir ahora simplemente me moriría con ella porque no podría vivir con la amargura de no tenerla. — Tu hermana no escucha razones. — le digo al hombre a mi lado que también mantenía la respiración de los nervios que mi hermosa esposa le estaba causando. Su hermano la amaba y sabía muy bien lo terriblemente mal que se estaba sintiendo en estos momentos al no poder hacer nada porque todo estaba en manos de ella mientras se enfrentaba cara a cara a la mujer que nos había hecho tanto d
Alessio. Después de escuchar a Elena un gran silencio nos invadió, pero de a poco íbamos recuperando el aliento. Al que podía ver muy tenso y totalmente sorprendido aún era Yuri, al hombre lo había tomado muy por sorpresa enterarse de todo eso, como todos él también creía que su hermana era una mujer frágil que odiaba el estilo de vida que tenía su familia y que consiguió alejarse solo porque su papel en la familia no era tan importante como lo era el suyo propio como el heredero de su padre. — Hermano ¿Cómo estás? — pregunté sin despegar mis ojos de Elena que a pesar de todo seguía estando frente a frente al enemigo. — Estoy bien, solo un poco confundido. — rápidamente su semblante cambió y volvió a ser el hombre fuerte y rudo que siempre demuestra. Ese momento de vulnerabilidad que he visto, aunque pasajero, me demostró cómo un jefe con todo el poder que pudiera tener puede desarmarse en cuestión de segundos de todas formas. — ¿Qué espera esa maldita mujer? Mi hermana ya le ha d
Elena. No podía moverme, ni siquiera sabía si seguía respirando porque he sentido como si el tiempo se hubiera detenido en el momento que he escuchado que fue ella la causante de la muerte de mi padre. Todo este tiempo habíamos creído que el culpable de su asesinato ya lo había pagado con su propia vida, pero esta nueva información era un verdadero shock para todos. ¡Yuri! Sabía que estaba al tanto de todo, hasta el momento había estado escuchando cada palabra que habíamos dicho. Estaba muy consciente que se había enterado de la gran verdad que giraba en torno a mí, una verdad que había ocultado muy celosamente para que él jamás supiera lo que nuestro padre tenía planeado en caso de que mi hermano falleciera antes de tiempo. Sin embargo, que se enterase de eso no me preocupaba tanto sabía que significaba una gran sorpresa para él porque siempre me había visto como una mujer que le era indiferente a esta vida e incluso me había visto como alguien que necesitaba ser salvada. Pero qu
Alessio. Todo se había convertido en una verdadera locura, pero todo eso se detuvo cuando vi a Ana apuntando su arma directamente a Elena. La había visto tan fuerte, valiente y decidida que cuando todo el caos se desató solo podía pensar en recuperar a mi madre y sabía que Yuri había hecho lo mismo con Irina. Solo que mi mundo se detuvo cuando vi el arma apuntando directamente a ella y sabía que no llegaría a tiempo. Al escuchar la explosión del disparo comencé a correr, tenía la certeza de que Filippo cubriría mi espalda. En el momento en que vi como la sangre brotaba de ella me olvidé de todo y sin importarme nada comencé a correr con más velocidad. Ana al verme apuntó directamente hacia mí, me encontraba desarmado ya que me había quedado sin balas.En el momento que creí que ella dispararía pude ver como Elena sacaba un arma más pequeña de su tobillo y con un último esfuerzo disparó su arma y cayó desmayada. A su vez, Ana también cayó de rodillas soltando el arma de sus manos mir
Alessio. — ¡Elena! — exclamamos todos. Sus ojos finalmente se habían abierto y sonreía, aún se veía débil pero estaba viva y era lo único importante en este momento. — Hola, ya estoy devuelta. — su voz sonaba rasposa por lo que rápidamente le ofrecí un poco de agua. — Gracias. — Hermanita, no sabes cuán preocupados nos tenías a todos. — ¿Cómo están todos? ¿Qué sucedió con Ana? Sabía que tendría muchas preguntas pero según el doctor nos dijo que evitemos hablar aún de cosas difíciles. La muerte de Ana no sería algo que realmente la llegara a afectar, pero en mi mente solo estaba Dimitri. Era familia y sabía que ella estaría devastada. — Solo debes saber que ya todo acabó. Tienes que recuperarte amiga y luego pensar en los demás. Lo has dado todo por nosotros y estamos muy agradecidos por eso pero ahora es tu turno. — Irina tiene razón, lo único importante que debes saber es que todo acabó y que estamos bien. Tenemos mucho trabajo por delante pero no te preocupes lo más importan
Elena. — ¡Alessio! — grito eufórica mientras ingreso al despacho y lo interrumpo mientras conversaba con Filippo — Disculpen, disculpen pero no puedo esperar a darte una maravillosa noticia. — Descuida Elena, ya habíamos terminado solo hablábamos de tonterías. — Filippo se levantó con la intención de marcharse pero lo detuve, sabía que mi noticia no sería la mejor del mundo para él, pero ya lo había superado como todo un caballero y no dudaba que no fuera a estar emocionado al saberlo. — ¡Dijo que sí! — digo dando pequeños saltitos — Irina aceptó la propuesta de matrimonio de Yuri, se casarán en dos meses. Alessio se puso de pie y rodeó su escritorio para abrazarme y felicitarme por mi hermano, Filippo hizo lo mismo y como lo sospeché reaccionó encantado al conocer la gran noticia. A pesar del gran amor que le tuvo a Irina supo dejarla ir, todas las veces que vinieron y pasaron unos días en la casa familiar Filippo había tenido la mejor de las actitudes, es más, con mi hermano sie
Elena. Una cena familiar. En tres días se llevaría a cabo la muy esperada boda de Yuri con Irina, todos habíamos esperado meses para este gran momento y finalmente se llevaría a cabo. Mi amiga estaba tan nerviosa que prácticamente había estado trepando paredes por lo eufórica que se encontraba. Desde hace un mes nos encontramos en Rusia ultimando los detalles para la gran celebración, aunque lo cierto es que solo pude aportar ideas más que llevar a cabo las cosas por la condición en la que me encuentro. Faltaban aproximadamente mes y medio para que el pequeño naciera y me encontraba literalmente como una vaca. Hinchada y con diez kilos de más pero completamente feliz por el pequeño que venía en camino. Había tenido que dejar de trabajar aproximadamente hace dos meses porque ya no podía estar mucho tiempo de pie y los nervios no eran compatibles en mi situación, por lo que tuve que contratar a una persona que pudiera ocuparse de mis negocios. Por supuesto que no había podido
Estaba exhausto, la semana había sido intensa y bastante movida. Mi padre había decidido que era momento de tomar las riendas de algunos de los negocios de la familia, aquellos que eran muy importantes y tenían un impacto dentro de la organización. Algo que al principio me aterró porque hasta el momento me había estado encargando de negocios pequeños tan sólo para poder tener una entrada económica segura para mí, pero esto se trataba de un flujo de dinero aún más grande.Hasta hace 4 meses mi vida había sido bastante diferente a la que es ahora, había estado llevando una vida de libertinaje puro con mujeres por montón y alcohol al por mayor, de fiesta en fiesta sin más preocupaciones que la empresa pequeña de la que era presidente. Pero luego cumplí los 30 y mi padre comenzó a ser más estricto conmigo queriendo que me involucrara más en sus negocios. Aunque me ha estado entrenando para esto durante toda mi vida él había sido muy considerado conmigo dándome muchas libertades, aunque a