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Capítulo 3: Moscú.

Dimitri

La emoción recorría por mis venas. Jamás estuve tan ansioso por escuchar la respuesta de una persona, pero, ya que era mi trabajo y esta operación era más importante que todas las demás, necesitaba concentrarme al igual que mi compañera, la atractiva Ludmila.

—Bueno, solo tienen que decirme qué es lo que quieren saber y yo les voy a dar las mejores respuestas —nos sonrió con emoción. En verdad creo que nunca voy a dejar de pensar que los mafiosos son personas de lo peor, y es que bueno, cometen acciones demasiado erróneas. Su vida es una verdadera miseria, ni siquiera tengo dudas de ello.

—Empecemos hablando sobre los Romanov... ¿Sabes quiénes son los Romanov? —Ludmila le preguntó, acerándose un poco más hasta él. Esa mujer sin duda siempre ha sido muy valiente y llena de confianza en sí misma, quizás era por eso que se ha convertido en una de las mejores agentes dentro de la FSB. Y por supuesto, ella se había ganado mi respeto desde el primer día.

—Romanov es un apellido icónico sin duda alguna, es el apellido del capo Maximiliano Romanov, un hombre de gran inteligencia y astucia, que ha sido lo suficiente capaz como para mantenerse en la cima durante muchísimos años, desde su juventud hasta el día de hoy. Un hombre de mucho poder, al que no todo el mundo es capaz de mirarlo a los ojos porque su mirada expresa tanto poder, que incluso puedes llegar a tenerle mucho miedo, Pero, la mafia Romanov no termina en ese hombre tan capaz, porque va mucho más allá. Los Romanov son todo un mundo, nadie debería dudar al respecto.

Hemos escuchado muchas cosas, sin embargo, no siempre sabemos si eso es cierto por completo. Mientrás más pasan los años, Romanov gana más fama dentro del mundo del narcotráfico, la trata de personas, lavado de dinero, entre otros crímenes todavía más graves.

—¿A qué te refieres? —Cuestioné. Necesitaba que fuera exacto, queríamos tener la mayor parte de información que fuera posible.

—Aunque Maximiliano Romanov es el jefe y el que tiene más poder dentro de su asociación, tanto como sus hombres que son los más capaces de la zona y su familia, la cual es tanto o más temible como él, son una pieza clave para sus negocios. Él trabaja en conjunto, sus hijos lo ayudan.

—Debes darnos más información acerca de su familia —mi compañera le indicó. Lo único que sabíamos de ese criminal era que se casó con una abogada hace ya muchos años, porque el resto era un enigma.

—Maximiliano Romanov está casado con Anastasia Romanov, una preciosa mujer que conoció hace aproximadamente treinta años y esa mujer no es como cualquier otra. Ella era una reconocida abogada que cayó en las redes de Romanov y aunque, esto suene como una verdadera locura, ellos se aman con la vida entera y se puede decir que ella es su mano derecha, la única que conoce todos sus secretos y la única que sabe acerca de todos sus crímenes, por lo que atraparla a ella sería un enorme hallazgo. Con esa mujer, el capo tuve tres hijos; dos mujeres y un solo hombre, pero, a pesar que ninguno ellos pasan de los veintitantos años, pueden llegar a ser más capaces que sus padres. No les diré los nombres de ninguno de ellos porque me parece sumamente innecesario, pero, sí les diré la forma perfecta de identificarlos si llegan a verlos en algún momento por alguna razón que desconocemos. La mayor es una mujer digna de temer, posee habilidades exquisitas para las carreras ilegales, sin embargo, es tan inteligente que la mayor parte de las veces es ella quien se encarga de solucionar los problemas con las otras mafias, es muy peligrosa así que nosotros la llamamos la chica de fuego. Sobre el hijo del medio, puedo decir que es como la copia exacta de su padre, solamente que él no ha llegado a ese punto de maldad todavía, ya que él es el único que ha heredado todas las habilidades de Romanov. Si ese hombre te dispara, te aseguro que vas a morir de inmediato porque es él un tremendo estratega, y su inteligencia es enorme, más que la de su padre, aunque este asegura que no le interesa en lo más mínimo seguir los pasos de su progenitor al convertirse en capo de una mafia con tanto poder, así que se limita a recibir las cargas, que por cierto él sabe identificar todo tipo de sustancia en un par de segundos. Y ni hablar de la menor de los tres, un cerebro para el lavado de dinero, por lo que antes de tomar una decisión financiera su padre se lo consulta. Es hábil, pero, es la más callada de los tres, por lo que es con la que menos he hablado durante todos estos años. Para la mayor de todos, la mafia es algo fácil de manejar, porque su padre le ha hecho ver que se limita a matar personas, manejar dinero, huir de la justicia y saber administrar un imperio de ese tipo, así que para ella es una auténtica m****a. Romanov tiene muchos hombres a su servicio, no obstante, tan solo son un par son sus hombres más confiables. Los Romanov viven en Rusia, y nunca han dejado de hacerlo, solamente salen del país o de su lugar seguro cuando se meten en problemas extraordinarios con los jefes de otras mafias, a pesar que nadie puede conocer su ubicación con certeza.

—¿Cuál es la razón por la que nadie puede conocer su ubicación con certeza? —Las dudas llegaron a mí de inmediato—¿No es usted un hombre con mucha cercanía a Romanov? ¿Cómo es que no conoce su ubicación?

Buen punto.

—Sí, por supuesto que soy muy cercano a los Romanov y aquello se debe a todos los negocios que nos unen de esta forma, no obstante, cada vez que alguien va a dirigirse hacia la hacienda de los Romanov, de inmediato suelen cubrirte los ojos, por lo que nadie sabe a ciencia cierta dónde está ubicado ese lugar en concreto. Es imposible ignorar que ese hombre es el más inteligente de todos.

—Claro, si Romanov es un hombre con una gran inteligencia y por lo mismo ha sabido mantenerse en el negocio —aclaré. Eso era de conocimiento público.

—De acuerdo, eso es todo lo que voy a decirles sobre los Romanov, así que pasaré a escribirles las coordenadas de los coreanos —dijo con simpleza—Tampoco soy un libro abierto o una biografía.

—Muy bien, le agradecemos por la cooperación. En cuanto comprobemos que las coordenadas sean verídicas y reales, lo vamos a liberar de inmediato.

—Sí, está bien, pero, que sea rápido —se quejó—Tengo un par de conversaciones pendientes así que necesito salir de aquí lo más pronto posible.

—No se preocupe De Angelis que así será —dije antes de salir de la sala de interrogatorios, Ludmila me siguió el paso—Es increíble cuan descarados pueden llegar a ser los criminales.

—Lo sé, son unos malditos desgraciados, pero, tienes que verle el lado bueno a todo lo que ha sucedido hoy. A pesar que tendremos que soltar a Francesco, hemos conseguido información de primera mano sobre los Romanov.

—Realmente me ha sorprendido mucho saber que el capo ruso tiene tres hijos y que estos pueden llegar a ser mucho más peligrosos que sus propios padres. Es increíble que haya tenido a todos esos niños en medio de su imperio y que los haya educado para ser otros mafiosos iguales a él.

—Romanov no es ningún tonto, por lo que es bastante probable que les haya enseñado todas esas cosas a sus hijos no sean sin alguna razón. Pienso que él se ha encargado de enseñarles tanto sobre el negocio debido a que su próximo plan será que alguno de ellos herede su puesto como jefe de la mafia, así que, en cualquier momento, cuando él se haya hartado de estar al frente de todas las operaciones y quiera disfrutar de todo lo que ha ganado a través de sus negocios torcidos, va a darle el puesto a cualquiera de ellos, de eso no me queda duda.

—Tienes toda la razón, Romanov no va a dejar el negocio nunca y que mejor manera de hacerlo que dándole su cargo a alguno de sus hijos.

—Cuando la mafia Romanov llegue al punto en el que va a tener que cambiar su mando por completo, va a ser el momento más débil para ellos y será cuando vamos a atraparlos. Tienes que tomar en cuenta que solo uno de ellos va a poder tomar el cargo mientras que los otros dos solo tendrán que conformarse a ver como uno de ellos llega a tener todo el poder, y por supuesto, existirán muchos resentimientos de por medio. Digamos que es algo muy evidente e interesante.

—Sí, tienes razón. Ha sido un día cansado así que me iré a descansar —le comuniqué.

—Te veo el lunes entonces —me sonrió antes de desaparecer de mi vista. Mañana iré a una exposición artística por lo que quiero ir al supermercado ahora antes de dirigirme a casa y dormir hasta que salga el sol.

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