LukaHoy era el día en el que Katya estaba cumpliendo veinticinco años, por lo que mi padre quiso celebrar a lo grande haciendo una fiesta en una preciosa hacienda muy alejada de casa y a la cual invitó, literalmente, a todo aquel que se dedica al mismo negocio que nosotros. Iba a ser una celebración bastante grande a decir verdad, a pesar de todos los problemas que nos agobian a diario, queríamos dejar todo lo malo a un lado por lo menos un día.—¿Qué le darás a Katya? —Mi hermana menor, Dasha, apareció en mi habitación con una caja de terciopelo en una de sus manos. Ella ya se encontraba lista para la fiesta, se había decidido por usar un vestido azul que le daba hasta un poco antes de las rodillas con un collar de perlas finas. Su cabello estaba recogido en una coleta alta y sus labios pintados de un lindo rojo carmesí. Dulce y preciosa, dos adjetivos que podían describirla a la perfección.—¿Qué es eso que tienes ahí? —Pregunté y ella se sentó en el filo de mi cama y me extendió l
DashaAcompañé a mi padre hasta una especie de cuarto de cemento, que estaba alejado de la fiesta, y en donde nos encontramos con Francesco Romanov, algo que no me agradó del todo. No he olvidado que mi familia y la del señor De Angelis se encuentran en un mal momento por todo lo que sucedió después de aquella vez en la que el capo siciliano fue apresado por la grandiosa FSB. Aunque, decimos que perdonamos, pero, en el fondo, seguimos recordando con furia y pensamos en vengarnos cuando tengamos la oportunidad.—Buenas tardes a todos —saludé, enarcando la ceja y apretando la mano del jefe. Me acerqué a mi padre de nuevo, demostrando lo molesta que me sentía y le susurré—Padre mío, me pregunto qué es eso en lo que quieres que te ayude en este preciso instante.—Ayúdame a cerrar un par de negocios económicos con el italiano. No quiero que me vea la cara en este asunto —apuntó y asentí, todavía sin terminar de creer lo que estaba a punto de hacer porque bueno, se supone que la relación en
Dasha—Dile a mis hermanos y a mi padre que he salido de viaje —fue lo último que le respondí antes de guardar un par de cosas indispensables en mi bolso y prepararme para salir de la habitación en silencio, pero, mis planes fueron frustrados:—Dasha...Por favor, no hagas esto...—me rogó. A este punto, ya se había cansado de llorar. Sin embargo, nada puede hacerme ignorar el simple hecho de que mi propia madre ha intentando matarme por tan solo ser consciente de su mentira.—Fuiste tú la que decidió hacer esto. Ahora, quítate de mi camino y no vuelvas a molestarme. Si me quedo en esta casa y no pienso en irme sin mirar atrás, es porque mis hermanos no se lo merecen. No puedo irme sin más porque sería traicionarlos, aunque, sí puedo irme un par de días de viaje a pensar sobre lo que acaba de suceder. Mientras tú, deberías reconsiderar si todo lo que has hecho vale realmente la pena comparado a todo lo demás —le aconsejé, dándole un pequeño golpe en el hombre y saliendo del lugar.Cuand
DashaUn mes. Me tomó un mes entero volver a casa después de lo sucedido con mamá, y la excusa que pude inventar fue que necesitaba tener un tiempo para mí misma debido a la situación con Kang Dae, y claro que todos pudieron creerme. Durante ese mes, volví al lugar que tanto me hizo feliz en algún momento.Volví a vivir, volví a recordar, volví a ser feliz. Puede ser yo una vez más.Apenas me había levantado de la cama, porque la noche anterior me había quedado hasta muy tarde porque tenía insomnio. Me dirigí al baño para tomar una ducha y luego de un par de minutos, tuve que vestirme y terminar de arreglarme. Bajé hasta la cocina, buscando desayunar algo, pero, terminé por encontrarme con mi padre. Como de costumbre, llevaba un vaso de whiskey en su mano, aunque su mirada no era seria, sino que estaba llena de preocupación.—Buenos días, querido padre ¿Ha pasado algo? —Me acerqué a besarlo en la mejilla y él me abrazó con fuerza. Oh, vaya, esta muestras de cariño no suelen ser tan s
Lo recuerdo, recuerdo perfectamente la primera vez que mis manos tocaron un arma. Tenía catorce años, pero, eso no le importó a mi padre. A Maximiliano Romanov no le interesó que su hijo entrara dentro del mismo círculo que él y se convirtiera en uno de sus mafiosos.—¿Qué me dices, Luka? ¿Estarás listo si te dejo a cargo? —Puso un arma asesina en sus labios: un maldito cigarrillo— Además no será por nada más que un mes, hasta que tu madre y yo regresemos de Alemania.—¿Sigues seguro de hacer ese viaje? —Enarqué una ceja— ¿Es seguro que ambos vayan a un país tan cercano a Italia?—¿Qué pasa con Italia, Luka? Hijo, no creo que hayas olvidado que nuestros problemas con la mafia italiana llegaron a su fin desde hace un poco de tiempo.—No seas imbécil padre —vaya, no podía creer que iba a darles una ventaja tan grande a sus enemigos—Sabes muy bien que ese inconveniente apenas acaba de solucionarse y que no nos conviene que se acerquen tanto a ellos.—Cállate Luka, quien tiene la experien
DashaHe firmado mi sentencia.He escogido mi camino a seguir.He elegido mi camino hacia mi lecho de muerte.Todavía recuerdo aquel día a la perfección, lo recuerdo como si fuera ayer. No he olvidado ese momento en el que me enteré de la verdad, cuando supe la verdadera razón por la que era capaz de pasar tanto tiempo en casa del capo de la mafia coreana. No éramos solo sus mayores socios y tampoco tan solo se trataba del mejor amigo de mi padre durante los últimos años, sino que de igual manera ese hombre es el amante de mi madre. Ella se ha aprovechado de la gran confianza que existe entre ambos para involucrarse con él de forma sentimental y vaya que ni siquiera lo llegué a sospechar en algún momento. No pensaba que mi madre podría comportarse como una mala persona. Actuó como una zorra, porque mi padre podía serlo todo, en lo absoluto, menos alguien que cometería adulterio. Y por lo mismo, ella le acompañaba casi siempre y por supuesto, ni tiempo le daba para engañarle. Al contrar
—Supongo que nos veremos cuando se nos dé la orden de regresar ¿No es así? Estaré en Italia por si alguien quiere comunicarse conmigo, y por favor...—comenzó a susurrar e imaginé lo que estaba a punto de decir—Utilicen los teléfonos secretos para llamarse entre ustedes. No queremos perder el contacto.Asentimos.—Sí, claro que vamos a usarlos. Me iré a Australia, a ver si en medio de todo este desastre que se ha formado, tengo la oportunidad de dar un paseo en silencio —Luka besó la mejilla de cada una de nosotras antes de irse.—Iré a preparar las maletas, Katya —le indiqué a mi hermana y ella asintió de inmediato. Me dirigí a mi habitación, pensando en la furia que me causaba tener que irme apresuradamente de nuevo debido a que la última vez fue hace menos de un año, justo antes de mi accidente.Decidí guardar ropa que fuera cómoda y me cambié de ropa a algo más abrigado, por supuesto guardé un arma en mis bolsillos. Cuando terminé de prepararlo todo, bajé hasta el comedor para despe
DimitriLa emoción recorría por mis venas. Jamás estuve tan ansioso por escuchar la respuesta de una persona, pero, ya que era mi trabajo y esta operación era más importante que todas las demás, necesitaba concentrarme al igual que mi compañera, la atractiva Ludmila.—Bueno, solo tienen que decirme qué es lo que quieren saber y yo les voy a dar las mejores respuestas —nos sonrió con emoción. En verdad creo que nunca voy a dejar de pensar que los mafiosos son personas de lo peor, y es que bueno, cometen acciones demasiado erróneas. Su vida es una verdadera miseria, ni siquiera tengo dudas de ello.—Empecemos hablando sobre los Romanov... ¿Sabes quiénes son los Romanov? —Ludmila le preguntó, acerándose un poco más hasta él. Esa mujer sin duda siempre ha sido muy valiente y llena de confianza en sí misma, quizás era por eso que se ha convertido en una de las mejores agentes dentro de la FSB. Y por supuesto, ella se había ganado mi respeto desde el primer día.—Romanov es un apellido icóni