Todos tenemos Ángeles y todos podemos ser, el ángel de alguien, en un momento de nuestras vidas.
Presente
April Merck
Lloraba desconsolada la muerte de mi mejor amiga, la madre de ella pasó por mi lado y de forma despectiva me dijo:
–Recoge todas tus cosas y sal hoy mismo de aquí. Ya pusimos el PH en venta– me tiraba las cosas que estaban sobre la cama.
Me enfurecí:
–Usted viene a insultarme, ni siquiera me permitió acompañar a mi amiga en su última noche entre los vivos. A mí, que la quiero tanto y que viví con ella sus últimos cinco años. En toda su vida, ustedes, que son sus padres, no compartieron con Jade ni la mitad de ese tiempo.
–Bueno, ya ella se fue. Mañana no te quiero aquí.
–Claro que me iré, pero tenga en cuenta que, por el amor y respeto que le guardo a Jade, no le parto la cara en dos a usted, sólo por el hecho de haberla traído a este mundo para que yo la conociera.
–Donald, por favor sácame de aquí, no quiero ver más a esta delincuente.
Salieron temiendo que yo los atacara.
Esa noche recogí todas mis cosas. Vi en la sala la foto donde estamos juntas y recordé ese momento de hace un unos meses atrás.
April, cuando mis padres vengan, el día que yo me vaya de esta casa para siempre, ese día debes quedarte con la foto en mi mesita, mi portátil, la table, mi teléfono y mis joyas. Hay un sobre sellado en mi almohada, rómpela para encontrarlo y ese sobre llévalo contigo. Allí hay secretos que solo contigo quiero compartir”.
Lloré recordando su rostro descamado. Aquella enfermedad fue creciendo en toda su piel, y aunque no fue lo que la llevó a la muerte, pues murió de leucemia, esa extraña enfermedad en la piel le dio una vida llena de humillaciones, de burlas, de traumas, de tristezas y de una soledad que le pesaba demasiado. jamas me olvidare del dia en que la conoci...
5 años Atras
POV April
Me fijo en mi celular y un aviso de mensaje aparece en la pantalla. Por fin, mi alma mater, me concede la beca.
¡Estoy muy alegre porque, con esta ayuda, ya podré disponer de un dinero extra, al fin puedo pagar algunas cuentas pendientes!
Ah, bueno con esto podré pagar las hojas y los lápices, o quizás…–saco cuentas en mi cabeza–, debo la renta del depa en Londres pero, lo puedo atrasar para el mes que viene…Aún me quedan varias semanas.
Muero de hambre. Entre esta biblioteca y mi proyecto me consumo, ya tengo 6 horas trabajando en él. Es mi bebe, para mi futuro, mi carrera –mejor como algo por aquí cerca.
Camino por los alrededores de la Universidad, veo que está muy concurrido, quizá allí. Entro en un restaurante cercano.
Pero me centro en algo que llama mi atención, noto que unos chicos se acercan a una joven, cuyo rostro y cuerpo estaba marcado por grandes manchas en su piel. Parece que se burlan de ella.
Busco un asiento, y sigo observando. En verdad es increíble, pero en todas partes, aún, hay acoso escolar... No lo puedo creer... Tantas protecciones y leyes y aún hay ese tipo de gente. Al cabo de un rato, casi todos los chicos alrededor de la chica se marchan, sólo queda uno, muy alto y atlético, de pecas en la cara, es quien le toma el mentón a la chica con una servilleta y la voltea hacia él.
–Mañana a la misma hora, No lo olvides –le espetó con desprecio y asco para luego tirar la servilleta al piso.
“Dónde cree él que está, ¿En su casa?”–pensé
–¡Oye, Pecoso! –Le grité –. Ve a echar las porquerías en el cesto de tu madre, imbécil.
–¿Quién coño eres tú? Hija de p**a –me dijo el chico y se devolvió furioso.
La joven intentó correr, la detuve y le dije:
–Quédate allí, no le demuestres temor –la muchacha se quedó trémula.
–Ahorita te mostraré quien soy –le respondí.
El pelirrojo se me encimó y lo empuje, él se tropezó con un cesto y cayó al piso, aproveche y me le monte encima. Con mis rodillas le inmovilizó las piernas y le dije a la chica:
–Grábalo en tu celular. Dale de su propio jarabe.
Apreté su nariz, le mordí la mejilla hasta dejarle mi perfecta dentadura marcada, luego las orejas y el mentón, después escupí con desprecio e hice el gesto de vomitar para la grabación de la chica. Y por último, puse mi mano en su entrepierna, le agarré y le apreté fuertemente el miembro al pelirrojo, hasta verlo ponerse rojo de dolor. Mee levanté y él salió corriendo despavorido.
–No sabes con quien te metes...–le grité al chico.
–Ese pelirrojo, seguramente vendrá a buscarte problemas por mi... ¡Son unos canallas!... Siempre pasan por aquí a meterse conmigo –me dijo la chica, estaba a punto de llorar.
–Son unos mocosos aprovechados, no te preocupes, la próxima vez que les pillé, les daré su golpiza como hoy –le respondí con firmeza.
–Pero, no vale la pena que corras riesgos por mí –me dijo ella en voz baja.
–Si no te ayudara, estoy segura de que me arrepentiría el resto de mi vida –mi ira ya se había ido, le hable con comodidad y confianza.
Los ojos de la chica brillan, se siente mejor y me agradeció. Luego, me dio una nota con su número de teléfono.
–Tengo que entrar a clases ahora mismo, pero te prometo que pronto te invito a tomarnos una birra –me dijo.
Antes de salir se volvió a mí y me dijo:
–Si tienes problemas por esto, llámame, tengo abogados que pueden ayudarte.
Así se marchó, y aunque no tomo nada de alcohol, no podía decirle que no, después de ver esa mirada de luz.
Y así, April Merck y Jade Curtis, nos conocimos en esa tarde impresionante e inolvidable para ambas.
Presente
Busqué tres bonitas maletas y las llené de ropa y zapatos, tomé el costoso celular y su portátil, también la table y las fotos que tenía por ahí de nosotras dos. Recogí todo lo que ella me pidió y todo lo mío sin dejar nada que me pudiera identificar. Abrí su joyero, sorprendiéndome con una cajita negra que contenía un collar de piedritas muy brillantes, parecía totalmente nuevo, la verdad, nunca se lo vi puesto, sin embargo las tomé todas como ella me dijo.
Me fui al departamento de Mi antiguo novio, quien después de muchos besos y calenturas, me dijo que no le gustaban las mujeres y se llevó a vivir a la casa a un compañero del hospital donde trabajaba. Me enseñó a besar y me dejo con mi virginidad intacta. Pero es un gran amigo.
–Alexander –le dije al abrirme la puerta–. Necesito me des posada por unos días. Por los viejos tiempos.
–Está bien April. Puedes pasar –me dijo Alex.
Esa noche me puse a revisar en la portátil de Jade. No quise encender su teléfono por temor a que me encontraran por el GPS.
Escribí de todo lo relacionado a ella y nada que daba con la clave. Finalmente tomé la foto donde estábamos juntas, la apreté contra mi corazón y lloré de nuevo. Entonces fue cuando vi esas letritas pequeñitas: aprilandme20140917, fue el día que nos conocimos. Con ello en mente, pude entrar a la portátil.
Había un archivo con mi nombre. Allí 2 videos en secuencia.
Me apresuré a hacer clic en el primer vídeo y su cara apareció inmediatamente, mi reacción fue pulsar el botón de pausa. No pude volver a contener el llanto. Podría decir que había sido grabado recientemente, estaba ya en su momento más grave de la enfermedad y era tan doloroso que no podía evitar que se me saltaran las lágrimas. Ella fue tan amable y buena persona y sin embargo el destino la trataba así.Intento calmarme, ajusto mi respiración y pulso play de nuevo. Video 1 reproduciendo: “Amiga, estoy en mis últimos días, por eso quiero confesarte, algo importante para ti. Algo que, si tú quieres, cambiará radicalmente tu vida. Un año atrás, buscando empresas interesadas en nuestro proyecto, conocí a un hombre por internet. Es un hombre mayor en unos 10 años más que tú. Está interesado en hacer el proyecto como una empresa más para su conglomerado. Quiere que juntos hagamos la captación de capital y lo saquemos adelante. Debo irme a Estocolmo, pero amiga, yo sabía que estaba
April3 meses despues: «Aunque en un principio me negué a seguir esta mentira tuya Jade, hoy siento que estoy orillada por las circunstancias que me llevan a querer realizar nuestro sueño y al ver que este hombre me está dando la oportunidad de hacerlo he pensado tanto en ti, mi amiga, en esa forma tan bonita en que llegaste a mi sueño y me rogaste que le diera la oportunidad a nuestro sueño de hacerse realidad al lado del… CEO escandinavo» –Así que –me dije en voz alta, para animarme–, desde hoy, emprendo la aventura que mi “Ángel Jade” orquestó para mí antes de marcharse, espero que todo salga tan bien como ella lo pronosticó y que ese último correo, que no he logrado descifrar la clave para entrar y verlo, sea algo que le pueda cumplir a mi futuro jefe Escandinavo, Erik Johansson. Erik Johansson - Estocolmo Tengo que hacer el cierre de este evento mañana en la noche. Jade estará aquí. Espero que su presentación sea tan explosiva como ese video que me envió donde aplasta sus
Jade CurtisLlegamos a un alto edificio en el centro de Estocolmo. Sus siglas y su nombre estaban en grandes letras doradas que encandilaron mis ojos ante los rayos de sol que caían sobre ellas.–Señorita suba al piso 24 y pregunte a la recepcionista por el señor Johansson. Esa es el área de presidencia–me dijo el chofer al bajarme del auto. Asentí y entré a aquel majestuoso y moderno edificio, que contrastaba con la vieja ciudad. Al llegar al piso 24, una joven de ojos cafés y tez pálida, me recibió y me condujo a la oficina de Erik Johansson. Al tocar la puerta, oí una fuerte y grave voz decirme “adelante” en sueco, me pareció tan primitivo y a la vez tan varonil aquel dialecto que sentí un hormigueo en todo mi cuerpo. –¡Varsägod! Abrí la puerta y un hombre de mirada penetrante recorrió todo mi cuerpo, cual ráfaga de aire caliente, sentí que mis mejillas se sonrojaron. Es mucho más atractivo en persona. –Buenos días, señor Johansson, supongo que eso significa “adelante” –él
Capítulo 5 “Migrañas”Erick JohanssonMierda, estoy a nada de torcerle el cuello a la mujer que tanto ansié que llegara. A unos minutos de que estén aquí todos los invitados de mi más ambicioso emprendimiento, bajo su proyecto. ¿Cómo me viene a decir, ahora, hoy, en este momento, a escasos minutos de que empiece el evento, que tiene pánico escénico? ¿Quién coño se cree ella para echarme esta vaina? La cabeza me va a explotar. Es que la mato y engullo su cadáver.–Dígame, ¿Cómo es eso de que usted le dice a Jade que sea ella la que haga las presentaciones? ¿Entonces quién coño es Jade y quién coño es usted?, ¿Acaso una doble? ¿Una impostora? ¿Su gemela? –La enfrento. Ya, en las pocas horas que lleva aquí, se ha contradicho varias veces. Ella se levanta, a pesar de la presión, le suelto un poco su cuello y se da la vuelta lentamente, en medio de la penumbra de mi oficina me mira a los ojos y mete sus manos por entre mis cabellos para luego ofrecerme sus rosados labios en un beso
Capítulo 6 “A sus pies”Jade CurtisComo Iris estaba ocupada y Annika no se veía por allí, pase a la oficina del señor Johansson, la puerta estaba abierta y las luces apagadas nuevamente. –¡Eh! ¡Oh!…–¡Oh! ¡mmm!…Oí unos ruidos provenientes de la salita de estar y me dirigí allí, eran articulaciones raras, a veces graves y a veces estridentes. ¿Será el Señor Johansson? ¿Tendrá otra migraña?–Señor Johansson, ¿le volvió la migraña? –pregunté en un susurro desde la puerta. Me quedé buscando desde allí su presencia en la oscuridad, pero sólo oí las débiles voces, así que entré en la oficina.Hasta que lo divisé en la penumbra y me impacté al notar que él movía todo su cuerpo con mucha fuerza y rapidez, rodé mis ojos y vi que estaba sobre el trasero de una mujer. Mis mejillas ardieron y me giré de inmediato.¡Vaya vergüenza! Vi a mi jefe, el primer día de trabajo, teniendo sexo con una mujer en la oficina, estupendo. Ojalá no haya notado mi presencia.Salí con cautela y rapidez del
Capítulo 7 “New Generation”Erik JohanssonSalgo del camerino de Jade un poco pensativo. A pesar de mi edad, me inquieta aquella mujer tan joven y tan hermosa. Me resulta explosiva por un lado y por el otro, más bien mojigata. Esa mezcla me atrae poderosamente. ¿Será virgen? A lo mejor, por su enfermedad puede que no haya tenido sexo. Pero es muy sensual y provocativa. El viejo Erik, conocedor de esas mujeres se huele que esta puede resultar ser… Los presentes aplauden mi llegada, me doy cuenta que ya estoy frente a los invitados, me concentro en lo que debo hacer.Después de saludar a todas las empresas invitadas, y personeros de los medios, terminó agradeciendo a mi personal. Entonces pasé a presentar a la tan esperada aprendiz, con su magnífico proyecto que mi empresa para nuevos emprendedores seleccionó para este año.Al llamarla y ver que no llegaba a mi lado. Volteé y al ver la cortina ella no salía, oí un ruido cerca de mí y los presentes ríen a carcajadas, yo estaba cual t
Capítulo 8 “La mejor”Me arregosté a la pared mientras la observaba estrujándose los ojos. Soy un hombre de 36 años, ella una muchacha de 23… Es realmente hermosa y además es cautivadora, pero desde que comencé esta amistad con ella, me ha gustado. Lástima que esté tan enferma. Ojalá acepte mi otra propuesta.–Señor Johansson, ¿qué hace allí arregostado? ¿Ya terminó?Respiré un poco y entonces le dije:–Discúlpeme Jade, estaba firmando los contratos. Déjeme felicitarla, su presentación y su proyecto lo hicieron posible. Su proyecto ya es parte de New Generation of Technology. ¡Bienvenida!–Gracias a Dios, ¿entonces todo salió bien?–¡SÍ! Más que bien. Ahora vamos a casa –le dije.Camino a casa le iba recordando algunas de nuestras conversaciones anteriores, vía internet o telefónicamente conversamos antes muchas veces.–Jade, yo soy un poco ermitaño, creo que se lo dije antes. Vivo arriba, en la montaña. Es que no me gusta el bullicio de la ciudad.–Sí, algo de eso me dijo Ja… –fre
Capítulo 9 “Huyendo”Jade CurtisDespués de que la actriz Eva Suansson se hubo ido, todo pareció volver a la calma. El señor Erik se sentó en un diván. A partir de esa noche, entendí el verdadero significado de las palabras de Jade. Es un gruñón, y se pone feo, aunque tuvo sus razones valederas para sacar esa gente de aquí, es su casa y estaban sin su consentimiento. –Jade, me disculpa esa transformación que sufrí hace unos momentos. Es que ella me pidió posada por dos días y por conocerla se la di, nunca pensé que hiciera eso –me dijo.–No se preocupe, le entiendo. Me enseñaron desde niña que debemos respetarnos y ser conscientes de que no podemos hacer.–Sí, tiene razón. Venga, por aquí esta su habitación.Mientras íbamos a la recámara, el señor Johansson se quitó su saco y quedó en pantalón y camisa solamente, iba delante de mí y colocó, en un diván del pasillo, el sacó. Al igual que la silueta que vi en el momento en que irrumpí en el despacho poco iluminado, no pude