Capítulo 6 “A sus pies”
Jade Curtis
Como Iris estaba ocupada y Annika no se veía por allí, pase a la oficina del señor Johansson, la puerta estaba abierta y las luces apagadas nuevamente.
–¡Eh! ¡Oh!…
–¡Oh! ¡mmm!…
Oí unos ruidos provenientes de la salita de estar y me dirigí allí, eran articulaciones raras, a veces graves y a veces estridentes. ¿Será el Señor Johansson? ¿Tendrá otra migraña?
–Señor Johansson, ¿le volvió la migraña? –pregunté en un susurro desde la puerta. Me quedé buscando desde allí su presencia en la oscuridad, pero sólo oí las débiles voces, así que entré en la oficina.
Hasta que lo divisé en la penumbra y me impacté al notar que él movía todo su cuerpo con mucha fuerza y rapidez, rodé mis ojos y vi que estaba sobre el trasero de una mujer. Mis mejillas ardieron y me giré de inmediato.
¡Vaya vergüenza! Vi a mi jefe, el primer día de trabajo, teniendo sexo con una mujer en la oficina, estupendo. Ojalá no haya notado mi presencia.
Salí con cautela y rapidez del despacho y me quedé pegada detrás de la puerta. La imagen que acababa de ver era demasiado para mí; todavía soy virgen y nunca había visto una escena así.
Me quedé en el pasillo, disimulando y recomponiéndome. Era mucho para mis ojos aquél día.
No había pasado ni medio minuto cuando, de repente, vi que se encendía la luz del saloncito. Me ate el antifaz para cubrir mis ojos.
No sé qué sucedió porque sólo oí una tenue exclamación ahogada y luego sentí unos tacones y una risilla de la mujer que entraba al baño.
–¿Señorita? –preguntó al verme, y se ahogó. Tosió ruidoso.
–Sí, disculpé –levanté la voz de repente, sentí pánico, oí mis propios latidos acelerados y no pude decir nada.
–Jade, pase… Por favor, sé…Sé que me está buscando –retrocedí y di clip al interruptor de la oficina, me quite el antifaz. Su rostro estaba colorado, aún estaba agitado, con sus ojos sobre el suelo. Tratando de acompasar su respiración.
–¿Cuánto hace que está allí? –me preguntó, viendo hacia el baño con incomodidad, como queriendo que yo no descubriera la existencia de esa mujer en esta oficina.
–Acabo de llegar, juro que no he visto nada… –Ya estaba torpe por los nervios, luego avergonzada, cambie de tema.
–Por cierto, Señor, ¿cómo me queda el traje? Me cambié la ropa y llegué con todo puesto para que usted lo viera totalmente. Lo sorprendí… ¿Verdad?
–Sí, estoy realmente sorprendido – respondió distraído. Se podía observar que ya se calmaba bastante pero todavía se veía el deseo desvaneciendo en la mirada.
–. ¿Es así como se viste para hacer sus presentaciones? –dijo, sin mirarme pues sus ojos rodaban insistentemente hacía la puerta del baño.
–Señor, estoy aquí, no estoy al lado del baño, le advertí, si me ve –le moví mis manos alzadas.
El cuerpo del hombre se timbró, como si comprendiera que yo había notado todo, y fingió compostura mientras se volvía hacia mí desmesurando sus ojos.
–Pero, ¿qué demonios lleva puesto... Señorita?
–¿No me queda bien? –le dije, pero ya sus ojos me decían lo bien que me quedaba. Carraspeó de nuevo.
–Es un poco inusual, para este evento tan serio.
–Señor Johansson, esto es serio, aquí estoy recreando lo que vendrá con New Generation, lo que crearemos a la vanguardia y con ello doy paso a lo nuevo. Y así nadie se daré cuenta de mis temores.
–Bueno… ¿Y seguro no se equivocará? –insistió.
–No, eso me lo sé al pelo –le dije. Mi seguridad tenía que estar desbordada para que a él, no le volviera su temida migraña–. Bueno, esta es mi otro yo, la otra Jade – Giré completamente mi cuerpo.
–¡Ah! Ahora entiendo el verdadero sentido de sus palabras –exclamó.
En ese instante salió una hermosa y muy alta mujer del baño, mientras se acercaba a Erik, la mujer me resultaba familiar, y aunque era hermosa, tenía un aire desagradable y me miraba desafiante. El ambiente se estaba volviendo asfixiante y mi jefe estaba avergonzado, por no decir otra cosa.
Mientras tanto, la mujer marcando terreno, acarició la mejilla y el hombro de mi jefe y estuvo a punto de acercar su cara a él, pero Erik la miró controlándola y luego se volvió a mirarme incómodamente, entonces su anterior actitud mandona desapareció.
Me miró torpe y repetidamente a mí y a la bonita mujer, arrugó un poco su nariz y después incómodamente dijo:
–Ja… Jade, te presento a Eva. Eva te presento a la Señorita Jade.
La mujer levantó la cabeza, afiló sus ojos insensibles, revelando condescendencia pero con desprecio. El ambiente se torno gélido. Tengo que hacer algo para que mi señor no esté tan ceñudo.
De repente reconocí quien era, es una actriz. Decidí fingir ser su fan emocionada.
–¡Oh! Eres… Eva Suansson, en persona. ¡Mi favorita! –Salté–. ¡Guao, señor Erik, tiene mucha suerte!
Le di a Erik, una palmada casual al hombro, como si fuera su mejor amiga.
Al verlo, el escandinavo se sorprendió por mi gesto confianzudo, pero al instante volvió a la normalidad.
–Señorita, Eva, ¿me obsequia un autógrafo? –mostrando amabilidad, Erik, me extendía papel nota y bolígrafo.
La expresión de la mujer pasó de estar enfadada a estar avergonzada y agradecida, pensando que yo era, en verdad su fan.
–Gracias. ¡Qué emoción! –manifesté, mientras miraba la boca de Erik que mostraba cierto desagrado al mirar a aquella mujer que acababa de follarse–. Señorita Eva, por favor, para Jade y April, gracias.
Mientras la mujer estaba entretenida y firmaba con cuidado, contuve la risa al ver que mi jefe me miraba aprobando mi ayuda y agradeciendo que le salve de aquella situación tan embarazosa.
Me fui a la puerta y agregué–: Permiso, señor Johansson, voy a prepararme porque ya empezaron a llegar los invitados.
Antes de cerrar la puerta dije–: ¡Ah, por cierto! Ese labial le queda hermoso señorita Eva, pero no a todos les luce bien –y rodé mis ojos a Erik, quien gruñó.
Oí reír a carcajadas a la actriz Eva Suansson, mientras le decía–: Límpiate Erik, te ves fatal con ese labial.
*** ***
Estaba detrás del escenario en el camerino, puse mi acostumbrado polvo facial y un labial rosa tenue en mis labios y después besé una servilleta y la dejé en la mesa.
–¿Esta lista señorita Jade 2? –preguntó Erik al entrar.
Él miró de nuevo mi traje y luego se acercó a mí para decirme:
–¡Suerte Jade! Y recuerde, de esta tarde depende su futuro en el mundo de la telefonía en mi empresa –arregló su corbata, su pantalón y su saco mirándose en el espejo. En él, me veía mientras yo lo veía también y sentí que aquel hombre tenía un magnetismo único. Dijo algo en sueco y volviendo sus ojos dilatados a mí:
–Le dije: ¡Éxitos, bella mujer! –me aclaró y volví a sentir ese hormigueo que recorrió mi cuello y endureció mis senos.
–Gracias. –le dije, me vio de soslayo y salió del camerino.
Respiré un poco tranquila, al menos me sentí libre de ser yo misma unos instantes. Erik Johansson no es cualquier cosa, su sola presencia me hace sentir mucha presión, su personalidad, su carácter, su físico. No puedo decir que sea un Brad Pitt o un Justin Bieber, ¡nat!…; pero es tan masculino, sus ojos hermosos, sus labios son muy sensuales y para rematar un tamaño y un cuerpo que, como mujer, hay que tener autocontrol a montones. Y por su edad... Más apetecible y experimentado.
“En que lio me metí por hacerle caso a mi angelito
–¿Será que si me creyó todo lo que le dije?…”
Puse mi antifaz negro, coloqué el micrófono remoto y por último los lentes del futuro. Al oír la voz ronca y fuerte del altivo sueco al presentar mi proyecto y decir el nombre de mi ángel cómplice, me persigné e hice mi entrada, sólo qué… No vi un escalón que debía subir y obviamente, rodé en el escenario y caí, justo a los pies de mi jefe Erik Johansson, sólo que ni siquiera pude ver la expresión de su rostro. Imaginé un sinfín de posibilidades en ese mínimo de tiempo, sin embargo moría por verle los ojos a mi estirado y gruñón CEO escandinavo.
Capítulo 7 “New Generation”Erik JohanssonSalgo del camerino de Jade un poco pensativo. A pesar de mi edad, me inquieta aquella mujer tan joven y tan hermosa. Me resulta explosiva por un lado y por el otro, más bien mojigata. Esa mezcla me atrae poderosamente. ¿Será virgen? A lo mejor, por su enfermedad puede que no haya tenido sexo. Pero es muy sensual y provocativa. El viejo Erik, conocedor de esas mujeres se huele que esta puede resultar ser… Los presentes aplauden mi llegada, me doy cuenta que ya estoy frente a los invitados, me concentro en lo que debo hacer.Después de saludar a todas las empresas invitadas, y personeros de los medios, terminó agradeciendo a mi personal. Entonces pasé a presentar a la tan esperada aprendiz, con su magnífico proyecto que mi empresa para nuevos emprendedores seleccionó para este año.Al llamarla y ver que no llegaba a mi lado. Volteé y al ver la cortina ella no salía, oí un ruido cerca de mí y los presentes ríen a carcajadas, yo estaba cual t
Capítulo 8 “La mejor”Me arregosté a la pared mientras la observaba estrujándose los ojos. Soy un hombre de 36 años, ella una muchacha de 23… Es realmente hermosa y además es cautivadora, pero desde que comencé esta amistad con ella, me ha gustado. Lástima que esté tan enferma. Ojalá acepte mi otra propuesta.–Señor Johansson, ¿qué hace allí arregostado? ¿Ya terminó?Respiré un poco y entonces le dije:–Discúlpeme Jade, estaba firmando los contratos. Déjeme felicitarla, su presentación y su proyecto lo hicieron posible. Su proyecto ya es parte de New Generation of Technology. ¡Bienvenida!–Gracias a Dios, ¿entonces todo salió bien?–¡SÍ! Más que bien. Ahora vamos a casa –le dije.Camino a casa le iba recordando algunas de nuestras conversaciones anteriores, vía internet o telefónicamente conversamos antes muchas veces.–Jade, yo soy un poco ermitaño, creo que se lo dije antes. Vivo arriba, en la montaña. Es que no me gusta el bullicio de la ciudad.–Sí, algo de eso me dijo Ja… –fre
Capítulo 9 “Huyendo”Jade CurtisDespués de que la actriz Eva Suansson se hubo ido, todo pareció volver a la calma. El señor Erik se sentó en un diván. A partir de esa noche, entendí el verdadero significado de las palabras de Jade. Es un gruñón, y se pone feo, aunque tuvo sus razones valederas para sacar esa gente de aquí, es su casa y estaban sin su consentimiento. –Jade, me disculpa esa transformación que sufrí hace unos momentos. Es que ella me pidió posada por dos días y por conocerla se la di, nunca pensé que hiciera eso –me dijo.–No se preocupe, le entiendo. Me enseñaron desde niña que debemos respetarnos y ser conscientes de que no podemos hacer.–Sí, tiene razón. Venga, por aquí esta su habitación.Mientras íbamos a la recámara, el señor Johansson se quitó su saco y quedó en pantalón y camisa solamente, iba delante de mí y colocó, en un diván del pasillo, el sacó. Al igual que la silueta que vi en el momento en que irrumpí en el despacho poco iluminado, no pude
Capítulo 10 “Mal carácter”Jade CurtisErik me saca de su oficina y me coloca al lado, una oficina con puerta intermedia desde la de él, parece era de su asistente.Ana (Annika en sueco) es mi asistente y está sentada en su escritorio justo al frente de mi puerta.–Gracias, señor Johansson o prefiere que le diga señor Erick.–No pongo problema en ello.Bueno, a mí también me parece idóneo que estemos cada cual en su lugar. Nunca termina bien estar demasiado cerca del jefe, y mucho menos del malhumorado.Tampoco quiero que se repita el incidente de torcer mi cuello o el de expulsar a una folloamiga.Erik continuó–: Cualquier cosa, me puede consultar pero, por favor, antes toque o llame.–Seguro –afirmé. –Por ahora, haga las estadísticas y proyecciones según las inversiones captadas. Mañana nos reunimos con Publicidad y Mercadeo, después con los programadores que estarán con usted, incluyéndome.–¿Puede hablar un poquito más despacio? –fruncí mis labios y él pareció enfurecer
Capítulo 11 “Otros se hunden”Jade CurtisDespués de oír tantos gritos y enterarme de toda la vida amorosa de mi socio y jefe en el conglomerado me asomó a la oficina de Erik sólo para preguntarle si vamos a ir a la reunión que nos preparó un asociado y me encuentro con el Erik gruñón, tosco, grosero y mal humorado del que quiero salir huyendo en aquella oficina. Sus ojos me miran expectantes.–Señorita Jade, iba a buscarla para que nos acompañara a esta invitación, que por cierto, no podemos dejar de asistir –me dijo, tratando de contenerse, cosa que le agradecí.–Sí, creo que debemos ir todos. Bajemos a los transportes y no les hagamos esperar tanto.–Sí, pero usted se viene conmigo. ¿Estamos? –su mirada y su gesto no me dejan otra opción –sacudo mi cabeza y pienso. “No soporto este Erik gruñón. Estoy segura que a Jade le encantaría estar aquí, con él. Ella siempre que yo gruñía se mofaba de mí y me hacía olvidar el enfado. ¿Será que Erik será igual? No creo que sea
Capítulo 12 “Gracias Glögg, maldito Glögg”Erik Johansson Durante todo el trayecto, la oí bostezar. En el fondo creo que trataba de evadir cualquier conversación que le quisiera comenzar. De repente le pregunto:–Ya que han transcurrido unos días, desde que llegó, yo tengo cierta intriga con una conversación que usted y yo tenemos pendiente.–Dígame señor Johansson –me dice y se recuesta un poco mirándome. –Es que, yo le hice llegar a usted varios correos. Y en ellos le pedí, que como yo soy un hombre solo… –me percato de que suena como un silbido a lo bajo y entonces me vuelvo a ella y la veo dormida y botando un airecito por esos labios medio abiertos, que en realidad me da un pensamiento tan perverso, que hasta se me escapó un bramido. Sus labios son realmente sensuales. Y así, separados, sin nada de pinturas ni pegotes, mis instintos de animal me dieron escalofrío. Me sacudí ese erizo de mi cuerpo y aparté mi vista lujuriosa de aquella hermosa mujer. A mi mente solo vino
Capítulo 13 “Amor del pasado”Jade Curtis.Me levanto y aún no puedo sostenerme en pié. Maldigo y prometo no volver a tomar el maldito Glögg sueco, ni frío y menos caliente. Me doy una duradera ducha fría para drenar todo el alcohol del día anterior. Después de ducharme me estoy lavando los dientes y mi mente comienza a desvariar, apenas si recuerdo como llegué hasta la puerta de la casa, de allí en adelante tengo recuerdos vagos de lo que paso después. Saco mi traje a ponerme y me froto vigorosamente la crema humectante en toda la piel, y entonces un extraño recuerdo de estar metida bajo la ducha desnuda y unas fuertes y grandes manos me pasan jabón por mi cuello y más abajo y entonces el rostro que veo enfrente mío es… es a Erik. No, no, no puede ser. Debe ser un sueño en mi subconsciente.Me Visto y veo mi reloj son las 6 de la mañana, me apresuró para alcanzar a Erik, pero al salir ya no está. Toco la puerta y el chofer apenas se está levantando.–Ya la llevo señorita –me dijo
Capítulo 14 “Olvidos”Jade CurtisMe hago la que no sé nada y toco para entrar en la oficina de Erik. Le oigo decir “Varsägo” y paso, con ese extraño hormigueo que me da cada vez que pronuncia esas palabras en sueco y que por esa extraña acentuación hace un gorgoreo en su garganta que me hace sentir agitada. Lo encuentro recostado a su escritorio.–¿Tiene alguna preocupación? –Erik se vuelve a mí y en sus ojos hay un extraño brillo que me provocó un corrientazo que recorrió todo mi ser.–Jade, ¿usted ya buscó a su personal?–La verdad ya lo publiqué en la página oficial, pero no he revisado mi correo. ¿Por?–Jade, ¿le gustaría tener a una persona con experiencia en telefonía y anexarla como socia en su empresa.–Si me habla más claro, entenderé.–Es mi ex novia. Ya le hablé de una mujer que me traicionó y que me dejó el corazón hecho mierda –me dijo, frunciendo el ceño y la nariz arrugada.–No, señor Erik sólo me comentó que, no le gustan las mentiras, que tuvo un fuerte desenga