Capítulo 5 “Migrañas”
Erick Johansson
M****a, estoy a nada de torcerle el cuello a la mujer que tanto ansié que llegara. A unos minutos de que estén aquí todos los invitados de mi más ambicioso emprendimiento, bajo su proyecto. ¿Cómo me viene a decir, ahora, hoy, en este momento, a escasos minutos de que empiece el evento, que tiene pánico escénico? ¿Quién coño se cree ella para echarme esta vaina? La cabeza me va a explotar. Es que la mato y engullo su cadáver.
–Dígame, ¿Cómo es eso de que usted le dice a Jade que sea ella la que haga las presentaciones? ¿Entonces quién coño es Jade y quién coño es usted?, ¿Acaso una doble? ¿Una impostora? ¿Su gemela? –La enfrento. Ya, en las pocas horas que lleva aquí, se ha contradicho varias veces. Ella se levanta, a pesar de la presión, le suelto un poco su cuello y se da la vuelta lentamente, en medio de la penumbra de mi oficina me mira a los ojos y mete sus manos por entre mis cabellos para luego ofrecerme sus rosados labios en un beso que me deja sin aliento.
M****a ¿Qué es esto? –me pregunto abrumado por aquella situación. Abro mis ojos y trato de zafarme de sus brazos, es una mujer hermosa, joven y es demasiada tentación. Pero ella no me suelta sino que sigue besando mis labios, masajeando mi nuca y pegándose a mí. Camino hacia el interruptor y ella me sigue pegada a mis labios. Enciendo la luz, abro los ojos y al mirar aquel rostro tan hermoso y sentir esas manos suaves entre mis cabellos acariciando con fuerzas y masajeando mi nuca, con tanta ternura, también cierro mis ojos y me dejo llevar por ese sutil beso. Sus labios se abren mientras va estrujando los míos y mordisqueando levemente, entonces le oigo un casi imperceptible ronroneo en la garganta. Mis manos bajaron de su cuello a su delgada espalda y apreté su cuerpo contra mí tiernamente. Pero… Ella comienza a despegarse suavemente de mí y me mira fijamente a los ojos.
–¿Ya se siente mejor, señor Johansson?
–¡¿Perdón?! –Sacudo mi cabeza y fijo mi mirada en los ojos tan verdes de Jade y su mirada es la tentación del pecado y están llamando a mi bestia montañés. Me alejo y camino a mí escritorio y ella me sigue girando su cuerpo mientras me habla:
–Es que esa es la cura para la migraña. Esos dolores de cabeza tan fuertes que se acrecientan con los focos eléctricos y la luz solar. Eso es migraña, son producto de estrés circunstancial y como la tenía tan fuerte le quise ayudar. Espero que mi tratamiento le deje estar bien toda la tarde.
Carraspeé y la miré con cierta vergüenza de haberle apretado con deseos, mientras ella sólo me masajeaba la nuca y los labios, y, como por arte de magia, la m*****a migraña se fue de inmediato pero, llegó un cierto dolor debajo de la cremallera.
–¿Cómo sabe de ese remedio para la migraña? –le pregunté abrumado.
–¿Sinceramente? –Preguntó y sus ojos que denotaban que a ella tampoco le había sido indiferente aquel breve momento–. Es que mi padre sufre de ello y mi madre se lo quita así… –rió moviendo sus hombros–. Bueno, aunque mis padres terminaban luego encerrados en su habitación hasta el día siguiente –calló como si hubiese cometido una indiscreción y prosigue–. Por eso prefieren viajar solos…
Volví a carraspear.
–Bueno señorita, entonces agradezco su eficaz ayuda –le dije y rodé mi silla hasta mi escritorio para esconder lo que denotaba mi cremallera –. Y ahora explíqueme, ¿qué es eso de que usted estaba hablando con otra Jade o con quién? –volví a mi estado de incertidumbre y enojo. Sin migraña, claro.
–La realidad es así. Soy dos Jade. Hago un juego de doble identidad. Yo hago un juego de ser otra persona, la otra Jade, por eso le digo, me visto diferente a como soy yo, y me pongo un antifaz oscuro cubriendo mis ojos y unos lentes oscuros encima, como si fuese ciega.
–¿Y usted cree que, en un evento tan serio como es este, se vea bien que se ponga un disfraz?
–No es un disfraz, es solo que me cubra los ojos para no ver a las personas que me están viendo.
–Explíquese.
–Sólo permítame conseguir un traje en colores lumínicos y unos lentes oscuros llamativos, de esos del futuro. Este evento es de tecnología así que verme vestida como alguien del futuro no será algo distinto a lo que estaré explicando. Es New Generation, así que eso se verá normal.
–Y, ¿Usted cree que con eso será suficiente?
–Sí, sólo necesito tiempo para hacer algunas compras y regreso en unos 20 minutos. Sólo que necesito su chofer y su tarjeta de pago, señor Johansson –me dijo apremiante y extendiéndome la palma de su mano.
–¿Cómo? –le digo receloso.
–Si no confía en mí, entonces envíe a alguien de su confianza –me dijo tomando su cartera, dándome la espalda.
–Está bien –saqué mi cartera y le entregué una de mis tarjetas a Iris –ve con ella y cualquier cosa me llama enseguida. Díganle a Leo que las lleve.
Me quedé pestañando seguido mientras la veía irse. Aquél trasero corazón me sacó un hondo suspiro. Por un momento pensé en que… Es una pena que esté tan enferma.
Mi teléfono sonó y era Eva.
–Eva, ¿Cómo está tu día? –Le dije. Ni me acordaba de ella. Mi mañana había sido una verdadera montaña rusa, y ahora estaba con demasiada carga de adrenalina.
–¿Podemos vernos? ¿Voy a tu oficina?
–Creo que no es conveniente, después de almuerzo tengo una presentación en masas y necesito estar tranquilo.
–¿Tienes miedo de que te inquiete? –Recordé su boca y sus movimientos de anoche y tragué saliva.
–No precisamente de ti tengo miedo hoy –me miré la cremallera y sentí pánico, pues aquello estaba más alto de lo normal.
–Es que… –En ese instante el intercomunicador sonó y oí la voz de Annika:
–Señor Johansson, lo solicita la señora Eva, la actriz Eva.
Cerré los ojos con cierto disgusto, pero después vi mi cremallera y no tuve dudas.
–Dígale que pase por favor.
–¡Guao! ¡Qué hermoso quedó todo esto! Es una excelente obra arquitectónica Erik. ¡Me encanta! –Me levanté para recibirla. Al terminar de entrar agradecí que estuviera allí y que sus labios tuvieran ese labial ladrillo que los hacía ver mucho más sensuales –.Oye, Erick, estás como algo excitado y con eso tan levantado –dijo y tocó mi cremallera mientras mordía su labio inferior.
–No, es que recordé lo bien que lo pasamos anoche –mentí para calentarla. La tomé de la cintura estampándole un beso demandante, ella gimió y me llevó hasta el mueble amplio de mi cómoda sala de estar, arrodillándose en él y colocando sus manos en el respaldo para volverse con mirada lasciva mientras yo iba sacando mi correa. Abriendo mi preservativo apuré el paso al ver el movimiento hipnótico de sus caderas invitándome.
–Ven cariño, que yo también te he estado recordando –insinuó ella. Apresurándome llegué hasta alzar su falda y me hundí en ella, desesperado y me moví tan fiera como lo que sentía desde hacía apenas unos minutos… Cerré los ojos y el recuerdo de Jade ronroneando en mis labios me excitó más.
La oí de nuevo en mi delirio:
–¿Le volvió su migraña?
Moví mi cabeza negativamente, pero su voz me excitaba más. Me moví tan rápido y con tanta fuerza que toda mi descarga salió con su imagen en mi memoria y su voz tan nítida que parecía estar allí, acariciando mi hombro. Me quedé recuperándome. Sentí de nuevo su caricia en el hombro y oí claramente.
–¿Volvió su migraña, señor Johansson?
Me quedé pegado al trasero de Eva, buscando la forma de subir mi pantalón, pues la voz de Jade estaba, detrás de mí.
Capítulo 6 “A sus pies”Jade CurtisComo Iris estaba ocupada y Annika no se veía por allí, pase a la oficina del señor Johansson, la puerta estaba abierta y las luces apagadas nuevamente. –¡Eh! ¡Oh!…–¡Oh! ¡mmm!…Oí unos ruidos provenientes de la salita de estar y me dirigí allí, eran articulaciones raras, a veces graves y a veces estridentes. ¿Será el Señor Johansson? ¿Tendrá otra migraña?–Señor Johansson, ¿le volvió la migraña? –pregunté en un susurro desde la puerta. Me quedé buscando desde allí su presencia en la oscuridad, pero sólo oí las débiles voces, así que entré en la oficina.Hasta que lo divisé en la penumbra y me impacté al notar que él movía todo su cuerpo con mucha fuerza y rapidez, rodé mis ojos y vi que estaba sobre el trasero de una mujer. Mis mejillas ardieron y me giré de inmediato.¡Vaya vergüenza! Vi a mi jefe, el primer día de trabajo, teniendo sexo con una mujer en la oficina, estupendo. Ojalá no haya notado mi presencia.Salí con cautela y rapidez del
Capítulo 7 “New Generation”Erik JohanssonSalgo del camerino de Jade un poco pensativo. A pesar de mi edad, me inquieta aquella mujer tan joven y tan hermosa. Me resulta explosiva por un lado y por el otro, más bien mojigata. Esa mezcla me atrae poderosamente. ¿Será virgen? A lo mejor, por su enfermedad puede que no haya tenido sexo. Pero es muy sensual y provocativa. El viejo Erik, conocedor de esas mujeres se huele que esta puede resultar ser… Los presentes aplauden mi llegada, me doy cuenta que ya estoy frente a los invitados, me concentro en lo que debo hacer.Después de saludar a todas las empresas invitadas, y personeros de los medios, terminó agradeciendo a mi personal. Entonces pasé a presentar a la tan esperada aprendiz, con su magnífico proyecto que mi empresa para nuevos emprendedores seleccionó para este año.Al llamarla y ver que no llegaba a mi lado. Volteé y al ver la cortina ella no salía, oí un ruido cerca de mí y los presentes ríen a carcajadas, yo estaba cual t
Capítulo 8 “La mejor”Me arregosté a la pared mientras la observaba estrujándose los ojos. Soy un hombre de 36 años, ella una muchacha de 23… Es realmente hermosa y además es cautivadora, pero desde que comencé esta amistad con ella, me ha gustado. Lástima que esté tan enferma. Ojalá acepte mi otra propuesta.–Señor Johansson, ¿qué hace allí arregostado? ¿Ya terminó?Respiré un poco y entonces le dije:–Discúlpeme Jade, estaba firmando los contratos. Déjeme felicitarla, su presentación y su proyecto lo hicieron posible. Su proyecto ya es parte de New Generation of Technology. ¡Bienvenida!–Gracias a Dios, ¿entonces todo salió bien?–¡SÍ! Más que bien. Ahora vamos a casa –le dije.Camino a casa le iba recordando algunas de nuestras conversaciones anteriores, vía internet o telefónicamente conversamos antes muchas veces.–Jade, yo soy un poco ermitaño, creo que se lo dije antes. Vivo arriba, en la montaña. Es que no me gusta el bullicio de la ciudad.–Sí, algo de eso me dijo Ja… –fre
Capítulo 9 “Huyendo”Jade CurtisDespués de que la actriz Eva Suansson se hubo ido, todo pareció volver a la calma. El señor Erik se sentó en un diván. A partir de esa noche, entendí el verdadero significado de las palabras de Jade. Es un gruñón, y se pone feo, aunque tuvo sus razones valederas para sacar esa gente de aquí, es su casa y estaban sin su consentimiento. –Jade, me disculpa esa transformación que sufrí hace unos momentos. Es que ella me pidió posada por dos días y por conocerla se la di, nunca pensé que hiciera eso –me dijo.–No se preocupe, le entiendo. Me enseñaron desde niña que debemos respetarnos y ser conscientes de que no podemos hacer.–Sí, tiene razón. Venga, por aquí esta su habitación.Mientras íbamos a la recámara, el señor Johansson se quitó su saco y quedó en pantalón y camisa solamente, iba delante de mí y colocó, en un diván del pasillo, el sacó. Al igual que la silueta que vi en el momento en que irrumpí en el despacho poco iluminado, no pude
Capítulo 10 “Mal carácter”Jade CurtisErik me saca de su oficina y me coloca al lado, una oficina con puerta intermedia desde la de él, parece era de su asistente.Ana (Annika en sueco) es mi asistente y está sentada en su escritorio justo al frente de mi puerta.–Gracias, señor Johansson o prefiere que le diga señor Erick.–No pongo problema en ello.Bueno, a mí también me parece idóneo que estemos cada cual en su lugar. Nunca termina bien estar demasiado cerca del jefe, y mucho menos del malhumorado.Tampoco quiero que se repita el incidente de torcer mi cuello o el de expulsar a una folloamiga.Erik continuó–: Cualquier cosa, me puede consultar pero, por favor, antes toque o llame.–Seguro –afirmé. –Por ahora, haga las estadísticas y proyecciones según las inversiones captadas. Mañana nos reunimos con Publicidad y Mercadeo, después con los programadores que estarán con usted, incluyéndome.–¿Puede hablar un poquito más despacio? –fruncí mis labios y él pareció enfurecer
Capítulo 11 “Otros se hunden”Jade CurtisDespués de oír tantos gritos y enterarme de toda la vida amorosa de mi socio y jefe en el conglomerado me asomó a la oficina de Erik sólo para preguntarle si vamos a ir a la reunión que nos preparó un asociado y me encuentro con el Erik gruñón, tosco, grosero y mal humorado del que quiero salir huyendo en aquella oficina. Sus ojos me miran expectantes.–Señorita Jade, iba a buscarla para que nos acompañara a esta invitación, que por cierto, no podemos dejar de asistir –me dijo, tratando de contenerse, cosa que le agradecí.–Sí, creo que debemos ir todos. Bajemos a los transportes y no les hagamos esperar tanto.–Sí, pero usted se viene conmigo. ¿Estamos? –su mirada y su gesto no me dejan otra opción –sacudo mi cabeza y pienso. “No soporto este Erik gruñón. Estoy segura que a Jade le encantaría estar aquí, con él. Ella siempre que yo gruñía se mofaba de mí y me hacía olvidar el enfado. ¿Será que Erik será igual? No creo que sea
Capítulo 12 “Gracias Glögg, maldito Glögg”Erik Johansson Durante todo el trayecto, la oí bostezar. En el fondo creo que trataba de evadir cualquier conversación que le quisiera comenzar. De repente le pregunto:–Ya que han transcurrido unos días, desde que llegó, yo tengo cierta intriga con una conversación que usted y yo tenemos pendiente.–Dígame señor Johansson –me dice y se recuesta un poco mirándome. –Es que, yo le hice llegar a usted varios correos. Y en ellos le pedí, que como yo soy un hombre solo… –me percato de que suena como un silbido a lo bajo y entonces me vuelvo a ella y la veo dormida y botando un airecito por esos labios medio abiertos, que en realidad me da un pensamiento tan perverso, que hasta se me escapó un bramido. Sus labios son realmente sensuales. Y así, separados, sin nada de pinturas ni pegotes, mis instintos de animal me dieron escalofrío. Me sacudí ese erizo de mi cuerpo y aparté mi vista lujuriosa de aquella hermosa mujer. A mi mente solo vino
Capítulo 13 “Amor del pasado”Jade Curtis.Me levanto y aún no puedo sostenerme en pié. Maldigo y prometo no volver a tomar el maldito Glögg sueco, ni frío y menos caliente. Me doy una duradera ducha fría para drenar todo el alcohol del día anterior. Después de ducharme me estoy lavando los dientes y mi mente comienza a desvariar, apenas si recuerdo como llegué hasta la puerta de la casa, de allí en adelante tengo recuerdos vagos de lo que paso después. Saco mi traje a ponerme y me froto vigorosamente la crema humectante en toda la piel, y entonces un extraño recuerdo de estar metida bajo la ducha desnuda y unas fuertes y grandes manos me pasan jabón por mi cuello y más abajo y entonces el rostro que veo enfrente mío es… es a Erik. No, no, no puede ser. Debe ser un sueño en mi subconsciente.Me Visto y veo mi reloj son las 6 de la mañana, me apresuró para alcanzar a Erik, pero al salir ya no está. Toco la puerta y el chofer apenas se está levantando.–Ya la llevo señorita –me dijo