33. ¿Qué me ha hecho?
Regina se quedó estática ante el beso de William, al menos, así fue durante unos segundos, en los que su mente entró en conflicto sin saber cómo reaccionar ante esa acción; sin embargo, la suave caricia de William sobre su mejilla, hizo que la mente se le nublara y se entregara al momento, sin importar que tuviera al pequeño en sus brazos.

Con lentitud, Regina abrió sus labios y empezó a corresponder el beso de William, le dio acceso al interior de su boca, lo que hizo que él emitiera un suave gruñido, cargado de deseo, que la llevó a sentirse como si flotara.

Ella había sido besada anteriormente, pero el único beso que recordaba, medianamente, agradable, era el de Frederick, el rey de Astor, ese hombre que la había ilusionado y que después acabó con todas sus ilusiones al comprometerse con Selene, la actual reina de Astor. Los demás besos habían sido producto de sus malas decisiones y ninguno merecía ser recordado, pues eran la prueba innegable del abuso de otros ante su estupidez
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo