— Doctor usted está seguro de lo que está viendo. dijo Victoria algo incrédula a la vez que María Paula le pellizca el brazo. — ¡Auch! me dolió.— Por qué dudas del doctor, yo ya te lo había dicho, pero tú no me creíste.— Pau, yo me hice una prueba en tu presencia y salió negativa.— Doctor mire otra vez, no será un tumor. Victoria insiste en una posible equivocación del galeno.Esto no le puede estar pasando, cuando pensó que todo en su vida había tomado el camino correcto le pasa esto.— Victoria con toda seguridad que no lo es, los tumores no tienen ritmo cardiaco. Y siempre existe la posibilidad de que las pruebas de farmacia den un falso negativo. Mire aquí.El doctor señaló en la pantalla una sombra oscura que se movió cuando él presionó la sonda del ecógrafo contra su abdomen. El sonido de la máquina fue amplificado y el pum, pum, pum, le llenó los oídos acelerando su pulso.— Confirmado, tienes aproximadamente catorce semanas de embarazo, ¿quiere saber el posible sexo del beb
La cabeza de victoria era un cúmulo de pensamientos, “quiero correr, huir lejos de ti, pero tu mirada me invade y a cambio quiero abrazarte, besarte y nunca dejarte ir” tardó unos segundos en despabilarse y su boca por fin pudo articular palabras.— ¡Adrián! ...tú...tú qué haces aquí.— Vine a buscarte ¿podemos hablar en otro lado?— Supongo que sí, vamos al café de al lado. Antes de salir Victoria le dice algo al encargado de la librería sin que Adrián escuche.El silencio reinó por unos minutos eternos, a pesar de tener mucho que decir no decían nada.— ¿Cómo me encontraste? preguntó ella de repente.— Tú libro me lo dijo.Victoria levantó ambas cejas, incrédula y asombrada.— Le vi tu libro de casualidad a Mariana, entonces contraté un investigador para que fuera a la editorial y comenzara tu búsqueda, pero fue en Taipéi porque de allá vengo, donde el libro que le regalaste a Ivy me dijo dónde estabas. Leí la dedicatoria que menciona los campos de lavanda y recordé la casa que tien
La urgencia de ambos era evidente, después de tanto tiempo sin tocarse. — Adrián hazme el amor, te amo, te necesito conmigo, estoy muriendo lentamente en agonía. Sus palabras lo dejaron sin aliento, ella le ha confesado su amor, ahora es su turno. — Quiero que repitas muchas veces que me amas, porque yo muero de amor por ti y te lo haré saber cada día. Ahora solo quiero amarte, lo voy a hacer, te haré el amor todos los días de mi vida. La abrazó muy fuerte, devolviéndole los besos que tenía guardados, rindiéndose ante sus palabras, ante su amor por ella. Sus labios se mueven al mismo ritmo, lujuriosos, ansiosos, el cuerpo de Adrián pegado a ella le hace sentir lo mucho que la desea, a sí mismo estaba ella, derretida, húmeda, llena de fuego. Lo deseaba tanto que dolía. Después de todo lo pasado, de la angustia, el dolor, la soledad y las ganas de no seguir viviendo, ahora están ahí, amándose, sintiendo las ganas del otro en la piel. — ¡Qué pasa! ¿Por qué te detienes? preguntó Vic
Capítulo 1 “Sus manos acariciaban su espalda, mientras él ...” - No, así no. tap, tap, tap, sonaba la tecla del computador al ser golpeada varias veces hasta borrar el párrafo. - Comencemos otra vez “Gabriel la llevó hasta la cama donde…” - No, eso tampoco ¡que molesto! Será que no voy a ser capaz de escribir una línea hoy. Bloqueo mental, falta de inspiración, ausencia de ideas o todas las anteriores, esa es la manera en que se siente Victoria, que con el computador en frente ha perdido la cuenta de las veces que ha borrado la linea porque no le gusta o cree que no es buena para su historia. Su profesión no es ser escritora, pero le gusta como pasatiempo y la saca de la realidad por un rato, tiene un blog donde publica historias cortas, actualmente esta escribiendo una novela, pero se prece que se le ha ido la inspiración, lleva meses escribiendo y no alcanza a ir ni por la mitad de la historia, pero no importa y eso no es un impedimento para que ella siga buscando su sueñ
- ¿Te fracturaste? preguntó Victoria.- No, me lesioné la muñeca y tengo esguince de tobillo, así que debo permanecer con esto por un mes.- ¡¿Un mes?!- Perdón, ¿usted quién es? habló el acompañante de Mariana.Adrián Altamirano miró con curiosidad a Victoria, él sabe que su asistente no conoce a nadie en la ciudad.- Soy la persona que accidentalmente tropezó con Mariana, créame, señor, fue un accidente.Adrián no estaba muy convencido de lo dicho por Victoria, Mariana nota el descontento en su jefe por lo que decide intervenir a favor de Victoria.- Señor, yo estaba contestando su llamada, no me fijé al cruzar la calle y cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, la bicicleta me había tirado al piso.Adrián volvió a mirar a Victoria - Y usted cómo se llama.- Me llamo Victoria Novoa y asumiré parte de mi responsabilidad.- Es consciente que Mariana no podrá trabajar durante un mes y yo evidentemente necesito un asistente, así que usted tomará su lugar.- ¡¿YO?! logró decir Victor
Se encontraron en la suite, Victoria habló de las propuestas que a su parecer eran las mejores y la forma de expresarse produjo sorpresa en Adrián que no esperaba ese grado de desenvolvimiento.- Victoria usted a que se dedica. Adrián estaba intrigado, el lenguaje utilizado al hablar le decía que ella entendía sobre temas financieros y proyectos.“Que tipo tan raro, primero me manda a la guerra sin importar que y luego pregunta si puedo hacerlo”- Estudié en la escuela de Negocios, hablo tres idiomas, pero soy la mesera del café del hotel.Adrián se quedó pensando - ¿Mesera? qué hace usted desperdiciando su talento en un lugar como ese.- De algo tengo que vivir, créame que he enviado solicitudes a cada empresa de este país, no me importa donde, hasta creo que a la suya también y de ninguna he recibido respuesta.- Hmm, entonces considere este tiempo como un periodo de prueba y quizás se quede trabajando para mí.Adrián notó el cambio de expresión en la cara de Mariana que probablemen
Cuando estuvo segura de que Adrian estaba lejos, Victoria sacó todas las preguntas que hace rato tiene dando vueltas en su cabeza. - Mariana quizás es un poco atrevido de mi parte lo que voy a preguntar, pero necesito conocer un poco más al señor Altamirano y así no meter la pata.Mariana dejó a un lado lo que estaba haciendo dispuesta a escuchar a Victoria.- Primero, hay alguna señora Altamirano que deba conocer o novia, segundo, dime algo de sus gustos, por lo menos como le gusta el café, qué hábitos tiene, sufre de alguna enfermedad que deba conocer, no sé, cosas como esas.Mariana vio lógica en las preguntas de Victoria, hasta ahora todas sus indicaciones han sido referentes al trabajo. - Tienes razón te diré lo que sé porque, aunque llevo tres años trabajando con él, no sé todo sobre su vida personal porque con eso es bastante reservado.Primero, no hay ninguna señora Altamirano ni nada parecido, aunque sí muchas candidatas que se han postulado al puesto, pero todas han fracas
“Cuarenta minutos tiempo aproximado de vuelo, tendremos buen tiempo…” las palabras del capitán se escuchan por los altavoces, Victoria sentada en primera clase junto a Mariana y Adrián en la fila de al lado. Durante el tiempo del viaje cruzó algunas palabras con Mariana y preguntó si estaba cómoda, afortunadamente el espacio entre las sillas le permitía extender la pierna que tenía inmovilizada. Adrián abrió su portátil y ella solo lo veía teclear. Llegaron a la hora estipulada, a la salida de pasajeros una mujer viene hacia ellos acercándose a Mariana. - ¡Al fin llegaste! me tenías muy preocupada- dijo una chica de apariencia asiática abrazando a Mariana y luego detallando sus extremidades lesionadas agrega - Nena por Dios, te desbarataste. - Qín, deja de ser exagerada, que solo son lesiones menores, no tengo ninguna fractura y saluda deja de ser mal educada. la última frase la dice entre dientes y cerca al oído de Qín. Qín voltea a ver a Adrián que está a un lado de Mariana con