—Bueno… es por precaución –susurró mi amiga sosteniendo mi mano.
Pasamos la tarde dando vueltas por la ciudad, también en tiendas de telas delicadas y costosas. Debía preparar mi vestido para la cena que estaba próxima a realizarse. Era raro tener que mirar encaje, pero era el grito de la moda y quería que Nathaniel me amara. Sonreí sin poder evitarlo.
Luego fuimos a tomar unas tazas de té, con unos pasteles muy sabrosos. Pasamos unas horas maravillosas, hasta que llegó el tiempo de separarnos. Nos dimos un fuerte abrazo.
—Mañana espero poder quedarme –comentó y asentí sosteniendo sus manos –pero sino, vendré a la cena la próxima semana.
—Espero verte amiga mía –susurré y ella sonrió.
Llegué a casa, por suerte los guardias se quedaron afuera. Rodé los ojos, antes de ing
Quiso decirme algo, pero un lacayo le interrumpió. Venía corriendo, sin pedir permiso dejó un sobre sobre la mesa, lo observamos confundidos por la irrupción. Sabíamos que aquel muchacho era respetuoso.————————————————————————————————————————————————¿Ocurre algo? –pregunté y él asintió.—Tenemos nuevo rey, están invitados a la coronación que será mañana, Miladi –comentó y se inclinó.Nos observamos perplejos con Nathaniel, y en cuanto el lacayo se fue dijo: —No. Iré solo.—No puedo hacerle un desplante así a u
Emma.Llegué al bosque sollozando, las lágrimas caían en cascada alrededor de mis ojos. Mis mejillas estaban empapadas, mi corazón quebrado. Dejé caer mi cuerpo sobre mis rodillas, que no sintieron el impacto por las telas.—¿Por qué a mí? No tuve una madre… perdimos todo por mi tonta enfermedad… papá… Hiciste todo tan bien papá. Te extraño, siempre fui tu pequeña niña. Y ahora, me tocó un matrimonio sin amor ¿Acaso es mi culpa por insistir en él?Seguí llorando, cuando de pronto, escuché el crujido de una rama. Levanté mi rostro con prisa, encontrándome a una mujer a la distancia. Estaba lejos, sin embargo, el sol justo le dio en el rostro. Pude apreciarla: la mitad estaba quemada, con un ojo cerrado y la otra mitad, era muy parecida a mí.Me quedé perpleja, ya la había
La muchacha, Emma, se encontraba de pie frente al desconocido, con las manos temblando y la mirada baja. El Duque le había comprado a su padre, el Marqués, y ella no sabía qué esperar.El Duque la inspeccionó con sus ojos fríos y desinteresados. "¿Estás embarazada?", le preguntó.Emma agarró.El Duque gruño. "¿Y de quién?" Él apretó los dientes. "¿De algún joven estúpido?"Emma sacudió la cabeza con determinación. "¡No!""Entonces, ¿quién?" Él la acercó más y ella pudo ver el rastro de enfado en sus ojos."Un hombre que me raptó", respondió ella en un susurro.El Duque se quedó en silencio durante un largo momento, contemplando a Emma. Ella podía sentir su ira y su desdén. Pero por alguna extraña razón, también notó una leve nota de compasión en su mirada.Él sospechó. "Muy bien. Te daré alojamiento y comida, pero no esperas nada más de mí. ¿Entendido?"Emma se acercó con rapidez. "Sí, milord". Se dio cuenta de que tenía suerte que el Duque la hubiera salvado de la ruina económica que
Capítulo 2Emma dejó escapar un suspiro de alivio mientras sentía cómo el peso de su hijo era colocado sobre su pecho. Las lágrimas llenaron sus ojos al mirar al bebé por primera vez. Pequeño, frágil y perfecto, el niño emitió un suave llanto que resonó en la habitación. Emma acarició suavemente su mejilla, completamente perdida en el momento.El Duque observó la escena desde un rincón de la habitación, con los brazos cruzados y una expresión indescifrable en su rostro. Había estado presente durante todo el parto, algo que ningún noble solía hacer, pero su preocupación había sido evidente. Ahora, mientras veía a Emma sostener al bebé, parecía luchar con emociones que no lograba controlar."¿Cómo lo llamarás?" preguntó finalmente, su voz más suave de lo habitual.Emma levantó la mirada hacia él, todavía sosteniendo al niño. "No lo sé aún, milord. Pero quiero que tenga un nombre que simbolice esperanza... y fuerza." Miró al bebé de nuevo, reflexionando. "Tal vez... Gabriel."El Duque as
Emma.Luego de entregarle mi bebé a la criada, me encontraba caminando en los jardines. Observé de reojo que estaban preparando todo, habría una fiesta presentando a la hermana del Duque. Al final supe su nombre: Nathaniel.Suspiré, aunque mi relación con el duque mejoraba cada dia, nunca hablábamos de amor, siquiera habíamos compartido la cama. Mordí mis labios intentando buscar algo para hacer, cuando de pronto recibo una visita de mi padre.—Padre –comenté bajando el rostro en modo de respeto cuando me envolvió en un abrazo.—Me alegra saber que estás bien hija –comentó y yo suspiré.—No debes sentirte culpable padre, era la mejor opción o hubiésemos terminado en la calle –respondí y él asintió.Nos sentamos frente a una bonita merienda, mientras observaba con una sonrisa a Gabriel, pronto lo llevaron para alimentarlo quedándome a solas con papá. Sabía que había sufrido con la muerte de su amada esposa y que nunca lo pudo superar. Luego yo al enfermarme, quedamos en la ruina.Los t
Capítulo 4Al día siguiente, estaba junto a Luisa, hermana de Nathaniel, mirando telas y encajes. Hice una mueca negando cada uno de los vestidos.-Deberíamos hacerte uno a medida, pero como es esta noche, buscaremos uno que te quede bien –comentó con total confianza Luisa. Asentí con timidez, mientras era arrastrada por ella hacia todos lados.-Yo… no creo poder envolverme en eso –señalé el vestido rojo y extremadamente transparente que sostenía la modista frente a mí. Luisa rodó los ojos empujándome con vestido y todo junto a mis dos doncellas.Suspiré mientras sentía como las telas salían y entraban en mi cuerpo pálido y delgado. Finalmente, el corset pudo disimular perfectamente mi vientre abultado debido al parto. Mis brazos quedaron al descubierto por primera vez, y me abracé a mí misma sintiéndome cohibida.Mordí mis labios cuando sentí el aire acariciar mi cuello y deslizarse hacia mi escote, donde mis pechos resaltaban escandalosamente al ser casi asfixiados. Mi cabello fue s
Capítulo 5Cuando sus ojos se pegaron a los míos, una voz nos detuvo. Era el príncipe, envuelto en una túnica con hilos de oro, cuyos ojos verdes me observaron.—Alteza –comentamos yo y Nathaniel a la vez.—Duque, no sabía que tenía… una mujer tan… peculiar –respondió girando a nuestro alrededor. El príncipe Henry, se caracterizaba por ser un hombre hermoso.—Espero que disfrute esta velada, alteza –susurró entre dientes el Duque, lo observé con una ceja levantada. Habíamos tomado distancia con el rostro levemente inclinado hacia adelante. El príncipe sonrió ampliamente, antes de tomar mi mano.—¿Me permite bailar con su esposa? –quiso saber con la vista fija en mi esposo. Nathaniel, tenía las venas exaltadas en su cuello, sin embargo le otorgó una pequeña sonrisa al príncipe heredero.—Por supuesto, milord –exclamó apartándose, y extendiendo su mano hacia mí.El príncipe, comenzó a girarme en torno a la pista. Podía sentir la mirada de muchas personas sobre nosotros. Hasta que escuch
Capítulo 6Suspiré frustrada, y pronto Nathaniel se acercó a mí. Cubrió mi espalda con una manta, y hasta ahí me percaté que estaba congelada.—Puedes enfermarte –susurró. Quería gritarle tantas cosas, sobre cómo me sentía pero no podía. Suspiré sintiendo que el aire era denso y pesado. –Vamos a casa.El camino fue silencioso, detrás nuestro, venía el carruaje dorado de la guardia real.—Lo que nos faltaba –susurré y él tomó mi mano.—Fingiremos ante ellos, no te preocupes. Incluso, me mudaré a tu habitación si es necesario.—Muchos matrimonios duermen separados –respondí y se encogió de hombros.Al llegar, lo primero que hice fue tomar a mi pequeño hijo, le había echado de menos. Luego de estar unas hora a su lado, lo dejé con la Nodriza, para descansar en mi habitación.Me sobresalté al ver a los guardias esperando en el pasillo. Suspiré caminando en silencio, mientras el sonido de los metales de sus armaduras me acompañaban.María ingresó junto a dos doncellas más, y me retiraron e