Igor lanzó los dados esperando que esa vez pudiera recuperar el dinero que había apostado; y lograr salvar parte de su empresa de la quiebra, sintió sus dedos temblar mientras los dados seguían moviéndose hasta detenerse y casi cruzó sus dedos esperando esos dos números que le salvarán el pellejo.
—Parece que hoy tampoco fue tu día de suerte—se burló el hombre quien lo acompañaba en la mesa de póker mientras este veía todo el dinero que había perdido.
—Supongo que hoy tampoco lo fue mi día—se quejó, había apostado más de lo que había esperado y mucho más de lo que realmente tenía en aquellos momentos. Se sintió ansioso; lanzó las pocas fijas que le quedaban para marcharse ya no tenía casi dinero si contaba el que debía.
Al girarse para marcharse se encontró con uno de los encargados del casino casi quiso temblar de miedo, asintió con su cabeza a modo de saludo y se fue del lugar tan pronto como fuera posible pero el hombre lo detuvo con una advertencia.
—¿No deberías pagar lo que debes? A mi jefe le gustan más los deudores vivos que los muertos ¿Esta claro? —preguntó sarcástica mente con una advertencia, Igor trago saliva intentando ocultar el miedo que sentía.
—Pronto vendré a cancelar—replicó en tono molesto y rápidamente se hizo a un lado para poder marcharse mientras sentía sus manos sudorosas debido al miedo.
Así mismo fueron pasando los días y se fueron convirtiendo en dos largos meses por más que el hombre intentaba no podía encontrar una forma de pagar la deuda y seguir a flote. Y sabía que los intereses se seguían acumulando, en cada día que pasaba. Ahora con su hija Jade de vuelta en el país tal vez podría prestarle dinero que su madre había dejado. Era su única oportunidad.
Debía salvar a su familia de las garras de la familia Sokolov, fama tenían hombres adinerados, exitoso y sobresalientes, pero muchos conocían su otra fachada y dentro de ella el miedo al escuchar su nombre era asociado, nunca nadie pudo escapar de ellos, eran despiadados en los negocios y en cualquier parte en el que pudieran dominar el territorio. Todo les pertenecía. Nadie nunca se atrevió a llevarles la contraria.
Así pasaron dos meses; nadie, no había persona alguna que estuviera dispuesto a ayudarlo; intentado por todos los medios conseguir algo de dinero para cancelar su deuda, solo te quedaban pocos meses antes de que todo se acabara, antes que realmente perdiera la cabeza. Tenía todo lo posible para salvar su trasero. Tener una deuda con los Sokolov, era como deberle al diablo
Dos autos negros se detuvieron frente a la mansión; se encontraba en completo silencio. Parecía que muy pronto aquella desgastada casa pasaría hacer otras de sus posiciones.
—Señor... ¿Desea hacer una visita? Boevik pasará hacer la visita más tarde— pregunto el hombre sentado en el asiento de copiloto.
— Sí hagamos una visita rápida, veremos qué podemos esperar— dijo el nombre, rápidamente el hombre mayor salió destilando poderío y avanzo hasta la puerta seguido de sus hombres
Tocaron el timbre, pasaron de varios minutos se escucharon pequeños pasos y la puerta que, abierta por un ángel, el señor Sokovol no pudo cuillar quedarse sin Palabras, al igual que los hombres que acompañaban. La rodeaba un aire de inocente. Estaba congelado, sonrió saliendo de su asombro.
—Buenos días, Señor ¿A quién busca? — pregunto Jade un poco intimidada al notar el aspecto de los hombres que lo acompañaban, y se imaginó que su padre habría vuelto a apostar.
— Busco al señor Novikov — Respondió.
—Claro, pase. Lo llamare para usted- dijo abriendo la puerta y se deslizo a un costado para que ingresaran, por un momento dudo como presentarse; al final casi no existía en la sociedad a la que su padre y madrastra hacían tanto alarde. Debía pasar inadvertida como siempre.
Los guio a la sala y antes de marcharse les ofreció algo de beber, subió rápidamente a avisarle a su padre que lo esperaba en la sala.
—Ya viene ¿Desea algo de tomar o comer? — preguntó ella.
— Te, por favor - pidió al ver que la joven insistía.
Ella se apresurado y empero a servirle y al otro hombre rudo que lo acompañaban, sin duda si los hubiera visto en la calle así los fuera confundido con unos ladrones, al terminar les tendió la tasa bajo la atenta mirada de los hombres.
—¿Eres la hija del señor Novikov? - pregunto dándole un sorbo a su taza, Jade temiendo enfurecer a su padre respondió bajamente.
—Si, pero solo estoy de vacaciones — contestó con una simple sonrisa, esperaba que no hiciera preguntas referentes a ella delante de Klara, no quisiera enfurecerla durante sus días en casa.
—¿Estudias en el exterior? Por cierto, muy rico él te— dejando la taza a un lado, completando su interés en la chica, al final tal vez venir antes que el Boevik sacaría mejores frutos.
- Sí, recién vuelvo. Aunque me quedare unas pocas semanas - completo por inercia mientras miraba hacia las escaleras esperando que su padre apareciera.
- ¿Estas casadas? - preguntó el hombre.
—No, aún no... espero estarlo en unos pocos meses —respondió un poco incomoda ante la repentina pregunta. había respondido con sinceridad, era una de las razones por la cual había vuelto; el pequeño dote que su madre había guardado para ella.
En ese momento su padre apareció luciendo Pálido y un poco tembloroso; Jade sabía que últimamente había problemas con la empresa e Imaginaba que era un socio comercial. Esperaba que no se fuera como el último maldiciendo lo y diciéndole lo mal que acabaría.
-Jade, retírate - le ordenó, el señor el Sokovol alzó una ceja y luego sonrió viendo a la chica.
—De hecho, señor Igor, su hija sin duda nos mantuvo muy entretenidos— mencionó recostando la espalda del mueble, Jade lo miró esperando otra orden de su parte más le hizo una seña para que se sentará.
—Puedes quedarte —, dijo tropezando un poco las palabras. mientras pasaba sus manos de manera regular por sus pantalones limpiando el sudor que corría de estas.
Ambos tomaron asiento, Jade no sabía cómo actuar nunca le permitían estar cuando su padre traía algunos de sus socios o posibles novios para su hermana pequeña; sabía que su madrastra klara tenía un pequeño odio así su imagen, el retrató de su madre.
— Cuéntame Jade, ¿Qué es le dijiste? — preguntó este, ella por una vez en la vida decidió mentir, no quería problemas.
—Le dije que estudiaba diseño de modas, le hablaba un poco de París.
—De hecho, Jade También es muy buena con los idiomas —agrego Igor al ver el interés por su hija..
— Supongo, que la inteligencia es una gran virtud que posees - dijo sonriéndole - Señor Giotto, ahora podemos hablar de negocios.
Jade se retiró al imaginar que gul sucederá no tenía nada que ver con ella. El Viejo Sergei rápidamente cambio su expresión que hizo que Igor' se asustara completamente. Después de todo no había sido el Pakhan por nada, era un hombre que dejaba de una sonrisa podía contener tu último aliento.
Y así el camino lleno de rosas de Jade se interpuso un camino repleto de espinas.
Tan solo una pequeña respuesta cambio el mundo de Jade, aunque sería una boda discreta; ella solo sabia que era su deber eso fue lo que dijo su padre; desde que tenía uso de razón había sido apartada por su familia. Cuando tuvo la oportunidad de escapar al extranjero lo hizo sin dudarlo. Habría regresado pensando que sería diferente, pero klara la veía como una amenaza.Cuando su padre le dijo que debía hacerle un favor, para ayudarle a pagar su deuda; ella intento ayudarlo con lo poco que tenia reunido en sus años de trabajo en el extranjero, sin duda el grande monto era el cuádruple de lo que ella tenía ahorrado.Mañana sería el gran día realmente no sabia mucho y tenia miedo otra vez se sentía como una niña pequeña perdida, como siempre pensó en escapar como lo hacia siempre; sus manos sudaban quería correr, pero los hombres la mantenían custodiada; su madrastra había tomado su pasaporte. Tenían todo controlado hasta el final.—Señorita, el señor Sergei quiere hablar con usted—info
Leonid.—¿No crees que jugaste muy bien para tener todo planeado? —pregunto su mano derecha, casi quiso reír todo había salido como él había esperado y eso lo tenían aun mas feliz de lo que podía creer. Quería terminar todo rápido e ir a un club y disfrutar de alguna mujer dispuesta.—Era matar dos pájaros de un tiro y la boda el momento perfecto… ahora solo queda esperar y ver quien más cae—asegúrate que todo vaya según el plan y solo los hombres de confianza.—Pobre de la novia, no sabe de lo que le espera contigo—se burlo a lo que sonreí no estaba totalmente interesado; luego encontraría la forma de desasearme de ella, no me casaría por ningún medio. Aquello seria hasta el final de sus días.—Lo bueno es que quedare viudo el mismo día, tal vez sea un nuevo récord — comente pensando en la desafortunada mujer que deposaría en dos días. Me había sorprendido de cierta manera que mi padre hubiera encontrado una novia tan rápido, aunque no lo quisiera todavía no había asumido el control
JadeAmbos dirigimos la mirada al impotente hombre que se encontraba en la puerta con expresión seria; aunque tenia la misma mirada que el que ahora sabia que seria el novio como sorpresa e incredibilidad de lo que veían ante sus ojos, sabia que era bonita jamás había duda de la belleza que le mostraba el espejo. Era como si estuviera viendo un fantasma.—Señor ya es hora, ya va a comenzar la ceremonia—fueron sus únicas palabras antes de abandonar el cuarto dejando un silencio entre ambos. Antes de darme una última mirada.—Nos veremos.—No es como si quisiera.Nuestras miradas se encontraron y me arrepentí inmediatamente, el señor Sergei había sido muy claro en nuestro acuerdo. Nadie debía saberlo, solo seriamos nosotros dos.—¿Quisiste decir algo? —pregunto acercándose a mí, algo en su mirada parecía querer devorarme.¿Era mi señal para correr? Aunque una vez leí que es mejor no correr de los monstruos porque solo provocaras que te persigan.—Creo que es hora de que te marches.El s
¿Alguna vez te han dicho lo cerca que esta la muerte? Jamás pensé que llegaría tan pronto, pero mi vida dependió de un hilo hasta que se rompió.Jade.Sintió como su mano la guiaba hasta el centro de la pista del baile, había pensado que la boda sería suficiente jamás se espere ese banquete luego de la ceremonia. Y podía decir que no había algún familiar aquello parecía mas una cena de negocios. Había cruzado unas pocas palabras con la madre de ahora mi futuro esposo para dejar claro que no era de su agrado. Quien dejo claro su intención al abandonar la fiesta sin ningún pudor luego del discurso del señor Sergei. Su mirada sobre mí, podía sentir el odio emanar de ella ¿Cómo podría una persona que te acaba de conocer verte de esa manera? Aunque la mano de leonid sobre mi pierna me hizo mirarle y por un momento preocuparme por su toque.Parecía como si hubiera ingresado en una espíese de círculo de poder. Todos parecían querer ser agradables conmigo, como si pudieran obtener algo a trav
Cuando estábamos a punto de marcharnos, la voz de klara se escuchó detrás nuestros. Hubiera deseado que no fuera presente en nuestro cruce de palabras, menos supiera de mis problemas no se mezclaría en mis asuntos personales y mucho menos sentimentales.—Espero que la cuides, no queremos que se dañe ¿verdad? Porque no la aceptaremos de nuevo en casa— apreté mis manos en puños clavando mis uñas causándome un mayor dolor al que sus palabras representaba.Aunque siempre terminaba de causar el daño deseado; sentí unas lagrimas caer por mis mejillas inspire profundamente no podía hacerlo. No lloraba porque fuera un ataque, solo era de impotencia y rabia que había estado reteniendo todo este tiempo.— Desde ahora, jamás vuelva a buscarme. Tome esto como muestra de agradecimiento. Todo lo que le debía, cada uno se lo he pagado esta noche ¿Al final no era lo que deseaba? Pero comprendo que no siempre se puede ser feliz con los resultados que obtiene. No vuelva a buscarme, no seré amable la pr
—Podrías soltarme, antes parecías muy encontrar en la idea de contacto físico entro nosotros ¿No? —Solté un jadeo y liberé su mano, sintiendo mis dedos entumecidos de lo fuerte que había apretado su mano.—Tu fuiste el que me ofreció su mano—dije a la defensiva, abrazándome a mí misma mi cuerpo todavía temblaba por todas las emociones por las que acababa de pasar.—Entonces, sabré que si te ofreces tomare todo lo que tienes para darme— aquello sonó como una promesa, aquello me hizo encogerme en mi lugar no parecía bromear ¿Yo ofrecer algo para él? Ya había vendido mi cuerpo, era una verdad que tenía que ir asimilando.—Eso está por verse.—No es que tengas mucho por negarte ¿No es así? — era una amenaza explicita, aquello me hizo estremecer, sabía que para lograr lo que le había prometido al señor Sergei necesitaría mas que un simple rose de manos, o hasta más allá de un beso.—Olvida lo que dije, lo siento… solo es mucho para mí— dije intentando calmar los ánimos—No te disculpes, no
No entendía cual era la terquedad del asunto, pero nunca lo expondría de aquella manera. Sentía mi pecho subir y bajar debido a mi respiración acelerada, la situación y la manera como su beso había robado algo mas de lo que quisiera advertir, era oscuro. Algo que estuviera robando mi alma poco a poco.—Creo que decirme su nombre será el mejor comienzo para ambos, nos evitara muchos dolores de cabeza— bufe ante eso, ni él se lo creía, pero la seriedad en su expresión me hacía pensar que tal vez no estuviera bromeando. Que para él, era de verdadera importancia.El espacio entre nosotros, era intimo aparte la mirada. Y la cercanía se sentía bien.—Cree que no aceptar este matrimonio me hubiera ahorrado muchos dolores de cabeza—espete con rudeza, mirándolo furiosa recordando lo molesta y dolida que estaba con mi situación—. Lastima que esto no será para siempre. Cuando…—¿Piensas que me aburriré? ¿Nunca escuchaste sobre mí? Se dice mucho de mí, algunas verdades y otras mentiras, pero hay
Leonid.Cerré los ojos fuertemente y apreté entre con mi dedo pulgar e índice el tabique de nariz, todavía no podía creer todas las estupideces que habían salido de mi boca; era la única consideración que podía darle tanto a ella como a mí mismo, me había impresionado al reconocerla, esa chica boca suelta de aquella cafetería en el centro de Paris.Era lo único que lamentaría, pero era egoísta al no desear tenerla junto a mí, tal vez esa pequeña obsesión años atrás lo había superado al encontrar alguien igual a ella, fue lo único que me contuvo sobre buscarla, y atraerla a este mundo de perversión, maldad donde entraría y la arrastraría a mi mundo donde no podría salir.Era un idiota por pensar que podría ser suya, al menos aquella vez. Verla sonreír para él, anhelaba eso era una enfermiza obsesión.—Volvamos— fue mi única orden. Sabía que estaba rompiendo mi palabra pero no deseaba perderla y dejar que otro tuviera parte de ellas que yo anhelaba y posesivamente quería que solo fueran