Jade
Ambos dirigimos la mirada al impotente hombre que se encontraba en la puerta con expresión seria; aunque tenia la misma mirada que el que ahora sabia que seria el novio como sorpresa e incredibilidad de lo que veían ante sus ojos, sabia que era bonita jamás había duda de la belleza que le mostraba el espejo. Era como si estuviera viendo un fantasma.
—Señor ya es hora, ya va a comenzar la ceremonia—fueron sus únicas palabras antes de abandonar el cuarto dejando un silencio entre ambos. Antes de darme una última mirada.
—Nos veremos.
—No es como si quisiera.
Nuestras miradas se encontraron y me arrepentí inmediatamente, el señor Sergei había sido muy claro en nuestro acuerdo. Nadie debía saberlo, solo seriamos nosotros dos.
—¿Quisiste decir algo? —pregunto acercándose a mí, algo en su mirada parecía querer devorarme.
¿Era mi señal para correr? Aunque una vez leí que es mejor no correr de los monstruos porque solo provocaras que te persigan.
—Creo que es hora de que te marches.
El señor Sergei hizo acto de presencia apareciendo en la habitación, me mordí el labio inferior ansiosa esperaba que no siguiera preguntando. No quería provocar alguna molestia entre ellos.
—Hijo deberías estar abajo, controla la situación… no queremos que Jade se sienta incomoda— parecía ser alguna clase de orden privada—¿Nadie quiere hacer molestar a la novia en su día especial?
Forcé una sonrisa y asentí, parecía una muñeca a sus disposiciones.
—Claro, los veré abajo.
Tome un largo suspiro y me observe por ultima vez en el espejo, al menos espero que mi vida sea mejor que toda mi miserable vida… un año se pasaba rápido, solo debía mantenerme sana y salva, luego podría ser libre.
—¿Lista?
—No se si lo estoy, no es como si pudiera dar vuelta atrás.
—Me alegro que lo sepas. Espero que siempre lo recuerdes y ahora que perteneces a mi familia lo que significamos para el mundo.
Me ofreció su abrazo y bajamos las escaleras me sorprendió encontrar relativamente pocas personas, no habría más de cincuenta personas; no había ni rastro de mi padre o… bueno de su familia.
—Recuerda tu promesa. — me recordó Con voz amenazante. Mi cuerpo se tensó y casi me detuve por un momento, pero solo siguió caminando e hice lo posible para no tropezar y caer.
—Un año y medio; todo lo que necesito. Es un bebe — mencione con la garganta seca; al aire era tenso y el hombre que la acompañaba su suegro, asintió afirmando lo que ya habían hablado.
Camine por ese pasillo como si fuera mi camino a la horca, mis manos sudaban. ¿Cómo seria mi vida a partir de ahora? ¿Sería sencilla o había mas de lo que se veía en el exterior?
Solo podía sentir el ambiente tenso; su mirada se encontró con la mía; esos ojos azules tan fríos y sin ningún tipo de sentimiento, pero había algo en su mirada que había cambiado en diferencia la forma en que me había observado en la habitación. Era como si fuera una posesión y la frialdad, sin mostrar algún tipo de sentimiento.
Mi mano tembló un poco alzarla y sentir el frio contacto de su palma, mordí nerviosamente mi labio inferior sin levantar la vista del piso.
El juez empezó la ceremonia, al menos agradecía que no fuera por la iglesia. Aunque realmente todo se sentía como si no estuviera sucediendo.
—Prometo cuidarte en la enfermedad y la pobreza— Levante la mirada siendo aún más nerviosa - También protegerle y atesorarte.
—Prometo cuidarle, respetarle y atesorarte —dije como si fueran mis votos, al final de todo era un simple espectáculo, uno que al final tenía fecha de caducidad.
—Los declaro mando y mujer— declaro el juez, el velo lo levanto sintiendo el calor que su palma transmitía en su nuca. Acerco su rostro al mío, levante la mirada congelada debía yo unir nuestros labios o..
—Ahora eres mía —, aquellas se colaron en el fondo de mi corazón, unió sus labios con los míos, pero fue un beso casto, frio e insípido.
No por mucho tiempo pensé.
"Pero realmente nunca pensé en lo que me estaba metiendo. Mi vida pacifica tranquila y sin secretos se acaba de cambiar; eso había dicho mi suegro.’’
Leonid ese hombre misterioso y con una mirada que hasta el hombre más valiente temería. Había algo oscuro en él, lo supe en el momento que cada hombre presenté el respeto y el miedo en sus miradas me lo conformaba, ¿Eran tan oscuro?
Sus besos fueron mi perdición. Sus brazos me ataron a sus cadenas. Y mis acciones fueron mi castigo. Mis mentiras fueron mi prisión. Y lo peor no había alguien para salvarme.
Leonid
Podía sentir su pequeño temblor de su cuerpo cuando tome su mano, en ese momento solo pensé que era mía y que nadie más tendría derecho sobre ella, sin duda esta vez mi padre me había dado un golpe bajo, aunque no lo admitiera esta dispuesto a seguir con la boda esa pequeño Jade, sin duda hacia un buen título a su nombre.
Nunca había creído en la rendición en nuestro mundo, pero al abrir esa puerta y observar sus cabellos como el oro y sus hermosos ojos verdes, podía jurar que apareció un ángel delante de mí.
La rendición a todos mis pecados ahora era mi mujer, para cuidar y proteger. Sabia que podía romperla un monstruo con yo que se ocultaba bajo la apariencia de un hombre respetado y un joven prometedor, solo estaba destino a romper las cosas que caían en mis manos. Sus manos inocentes al rozar las mías quienes sin duda llevaban mucho pecado encima de todos los hombres quienes había visto sus ojos cerrarse con un ultimo aliento, porque eso era lo que era y ella estaba a punto de descubrirlo.
Seria mia y no permitiria que nadie mas posara sus manos sobre su suave piel.
¿Alguna vez te han dicho lo cerca que esta la muerte? Jamás pensé que llegaría tan pronto, pero mi vida dependió de un hilo hasta que se rompió.Jade.Sintió como su mano la guiaba hasta el centro de la pista del baile, había pensado que la boda sería suficiente jamás se espere ese banquete luego de la ceremonia. Y podía decir que no había algún familiar aquello parecía mas una cena de negocios. Había cruzado unas pocas palabras con la madre de ahora mi futuro esposo para dejar claro que no era de su agrado. Quien dejo claro su intención al abandonar la fiesta sin ningún pudor luego del discurso del señor Sergei. Su mirada sobre mí, podía sentir el odio emanar de ella ¿Cómo podría una persona que te acaba de conocer verte de esa manera? Aunque la mano de leonid sobre mi pierna me hizo mirarle y por un momento preocuparme por su toque.Parecía como si hubiera ingresado en una espíese de círculo de poder. Todos parecían querer ser agradables conmigo, como si pudieran obtener algo a trav
Cuando estábamos a punto de marcharnos, la voz de klara se escuchó detrás nuestros. Hubiera deseado que no fuera presente en nuestro cruce de palabras, menos supiera de mis problemas no se mezclaría en mis asuntos personales y mucho menos sentimentales.—Espero que la cuides, no queremos que se dañe ¿verdad? Porque no la aceptaremos de nuevo en casa— apreté mis manos en puños clavando mis uñas causándome un mayor dolor al que sus palabras representaba.Aunque siempre terminaba de causar el daño deseado; sentí unas lagrimas caer por mis mejillas inspire profundamente no podía hacerlo. No lloraba porque fuera un ataque, solo era de impotencia y rabia que había estado reteniendo todo este tiempo.— Desde ahora, jamás vuelva a buscarme. Tome esto como muestra de agradecimiento. Todo lo que le debía, cada uno se lo he pagado esta noche ¿Al final no era lo que deseaba? Pero comprendo que no siempre se puede ser feliz con los resultados que obtiene. No vuelva a buscarme, no seré amable la pr
—Podrías soltarme, antes parecías muy encontrar en la idea de contacto físico entro nosotros ¿No? —Solté un jadeo y liberé su mano, sintiendo mis dedos entumecidos de lo fuerte que había apretado su mano.—Tu fuiste el que me ofreció su mano—dije a la defensiva, abrazándome a mí misma mi cuerpo todavía temblaba por todas las emociones por las que acababa de pasar.—Entonces, sabré que si te ofreces tomare todo lo que tienes para darme— aquello sonó como una promesa, aquello me hizo encogerme en mi lugar no parecía bromear ¿Yo ofrecer algo para él? Ya había vendido mi cuerpo, era una verdad que tenía que ir asimilando.—Eso está por verse.—No es que tengas mucho por negarte ¿No es así? — era una amenaza explicita, aquello me hizo estremecer, sabía que para lograr lo que le había prometido al señor Sergei necesitaría mas que un simple rose de manos, o hasta más allá de un beso.—Olvida lo que dije, lo siento… solo es mucho para mí— dije intentando calmar los ánimos—No te disculpes, no
No entendía cual era la terquedad del asunto, pero nunca lo expondría de aquella manera. Sentía mi pecho subir y bajar debido a mi respiración acelerada, la situación y la manera como su beso había robado algo mas de lo que quisiera advertir, era oscuro. Algo que estuviera robando mi alma poco a poco.—Creo que decirme su nombre será el mejor comienzo para ambos, nos evitara muchos dolores de cabeza— bufe ante eso, ni él se lo creía, pero la seriedad en su expresión me hacía pensar que tal vez no estuviera bromeando. Que para él, era de verdadera importancia.El espacio entre nosotros, era intimo aparte la mirada. Y la cercanía se sentía bien.—Cree que no aceptar este matrimonio me hubiera ahorrado muchos dolores de cabeza—espete con rudeza, mirándolo furiosa recordando lo molesta y dolida que estaba con mi situación—. Lastima que esto no será para siempre. Cuando…—¿Piensas que me aburriré? ¿Nunca escuchaste sobre mí? Se dice mucho de mí, algunas verdades y otras mentiras, pero hay
Leonid.Cerré los ojos fuertemente y apreté entre con mi dedo pulgar e índice el tabique de nariz, todavía no podía creer todas las estupideces que habían salido de mi boca; era la única consideración que podía darle tanto a ella como a mí mismo, me había impresionado al reconocerla, esa chica boca suelta de aquella cafetería en el centro de Paris.Era lo único que lamentaría, pero era egoísta al no desear tenerla junto a mí, tal vez esa pequeña obsesión años atrás lo había superado al encontrar alguien igual a ella, fue lo único que me contuvo sobre buscarla, y atraerla a este mundo de perversión, maldad donde entraría y la arrastraría a mi mundo donde no podría salir.Era un idiota por pensar que podría ser suya, al menos aquella vez. Verla sonreír para él, anhelaba eso era una enfermiza obsesión.—Volvamos— fue mi única orden. Sabía que estaba rompiendo mi palabra pero no deseaba perderla y dejar que otro tuviera parte de ellas que yo anhelaba y posesivamente quería que solo fueran
Leonid sonrió de lado, no podía creer aquello. Le daría un gran regalo, se atrevió a intentar dañar a su gente, amaba a Dasha, pero no permitiera que sus errores tocaran a Jade, a su esposa. Hizo una señal y el hombre cayó al suelo, inconsciente. La sangre alrededor del cuerpo, sentía esa sensación corriendo por su cuerpo, al saber que disfrutaba de ello.—Supongo que tendré que enviar otro regalo—dijo sacando un pañuelo limpiando sus manos de la sangre —. Envíenlo, que sea muy entretenido. El mensaje tiene que ser claro. Quiero un nuevo guardaespaldas para Jade que la cuide en silencio.—Me encargare, pero deberías cambiarte si no asustaras a la novia… me encargare de todo, señor— se burló Iván mientras abandonaban el lugar, Leonid soltó una carcajada era lo menos que le preocupaba, al ingresar a la casa principal no pudo evitar detenerse al mirar al segundo piso, suspiro y moví un poco su cuello se encontraba un poco tenso—. Nada podrá ser mas complicado, sin embargo, podría investi
Jade jamás pensó que su primera vez no sería tan placentera, no podía negar que ahora su esposo sin duda había sido un don juan, al final podía cumplir con lo prometido y luego marcharse, al final no tenia porqué unirse aquella familia. Al final su tiempo al lado de aquel hombre tenía fecha de caducidad.—Sabes… si hubiera pensado que seria tan fácil, no hubiera pensado en escapar—soltó adormilada entre el cansancio y el alcohol que quedaba en su sistema—. No, no, no me opondría, mi padre hizo una buena inversión ¿Ganaste con ella, ¿no? Al final, diría que fue una buena inversión para mí. Ganeeeeeeee, un esposo muy guapo.—¿Oferta? ¿de que estas hablando? — deseaba saber como esa mujer termino en manos de su padre, ahora la ganas de saber más era mayor.—Ups es mejor que no hablemos alguien podría oírnos.Fueron sus últimas palabras recostó su cabeza en su pecho arrullando junto a él por una vez sintiendo el calor a su lado, algo que hace mucho tiempo no había sentido, aquello desconc
La mesa se quedo en silencio, pero Yelena sonrió de lado, había esperado que llegara al mismo tiempo que ellos para hacer un ataque en conjunto, Sergei por otra parte analizaba la situación esperando una reacción de parte de Jade, sabia que ella tenia una deuda y trato para con él, pero no siempre lo tendría a él para intervenir. Ella misma tenia que su tiempo allí estaría dentro de tiburones. —Entonces ¿Fueron amantes? —pregunto Jade sorprendiéndola no esperaba un ataque directo y sencillo sin drama, y su expresión la delato, era una mujer inteligente y pasar su vida viviendo bajo el mismo techo que klara le había enseñado muchas cosas. Leonid aguardo silencio esperando por su respuesta escondiendo la sonrisa de sus labios, era una pequeña fiera escondida detrás de toda esa fragilidad que reflejaba, además tenia que admitirlo era muy astuta. Raisa se sorprendió no espero que fuera tan directa, y si lo admitiera abiertamente sin duda no seria algo bueno para su reputación. Muchos sa