Tan solo una pequeña respuesta cambio el mundo de Jade, aunque sería una boda discreta; ella solo sabia que era su deber eso fue lo que dijo su padre; desde que tenía uso de razón había sido apartada por su familia. Cuando tuvo la oportunidad de escapar al extranjero lo hizo sin dudarlo. Habría regresado pensando que sería diferente, pero klara la veía como una amenaza.
Cuando su padre le dijo que debía hacerle un favor, para ayudarle a pagar su deuda; ella intento ayudarlo con lo poco que tenia reunido en sus años de trabajo en el extranjero, sin duda el grande monto era el cuádruple de lo que ella tenía ahorrado.
Mañana sería el gran día realmente no sabia mucho y tenia miedo otra vez se sentía como una niña pequeña perdida, como siempre pensó en escapar como lo hacia siempre; sus manos sudaban quería correr, pero los hombres la mantenían custodiada; su madrastra había tomado su pasaporte. Tenían todo controlado hasta el final.
—Señorita, el señor Sergei quiere hablar con usted—informo Laura con expresión triste ella la había cuidado desde pequeña.
—Ya voy— respondió poniéndose de pie deseando atrás todos esos pensamientos y con una sonrisa forzada salió de la habitación.
Baja las escaleras hasta llegar a la biblioteca donde su padre la miraba con advertencia. Apretó sus manos a su costado y ingreso a la habitación donde el señor Sergei la esperaba jamás pensó que todo cambiaria con ese señor entrando a su vida.
—Déjennos solo—hablo fuertemente —toma asiento.
Con nerviosismo me senté en el sillón frente a él. Sin apartar la mirada en sus movimientos corporales.
—Me llamo ¿Algo que desea algo?
El hombre le dio un ultimo trago a su bebida para mirarme atentamente. Ese hombre provocaba un miedo en mí, era peligroso y lo sabía.
—Es sobre la boda, sé que esto será sorpresivo para ti… pero te aseguro que no te arrepentirás— dijo lentamente mirándome esperando alguna reacción de mi parte—. Cosas que tu familia no tiene derecho a saber, pero debes saber que también tiene un precio… no se si lo sabes, pero para mi eres especial como una joya ¿No lo sabes?
Mantuve mi expresión neutra no quería nada de aquello, pero sabía que no podía llevarlo la contraria, había oído pequeños rumores acerca de la familia a la que ahora pertenecería.
—Primero este trato es entre nosotros, a cambio durante todo el tiempo que dure el matrimonio; es un convenio de un año y medio. Tu objetivo aquí es quedarte embarazada —, jadeo ante sus palabras aquello era todo aun mas absurdo—. Luego puedes marcharte, a cambio dependiendo de tu desempeño recibirás un bono muy jugoso. Mi hijo es un poco difícil, pero tienes que asegurarte que eso suceda, ese es tu objetivo durante ese tiempo si se prolongara veremos sobre el camino.
—¿Su hijo? —pregunte extrañada.
—Si, mi hijo lo conocerás el día de la boda ¿Aceptarías los términos? — sabia que seria un trato con el diablo pero que otra opción tenia, no había un si o no en aquellos términos.
—¿Tengo otra opción? — cuestione intentando mantener mi postura.
A lo que el hombre sonrió peligrosamente, lo que hizo que se retractara de sus palabras atrevidas.
—No creo que tengas opción—fue la única respuesta del hombre.
—¿Con un año y medio? —pregunto asegurándose de los términos.
—Si.
—Entonces, no creo que tengo opción.
—Me alegro que estés de acuerdo con mis planes.
Se puso de pie y me tendió la mano y la acepte.
—Nos vemos el día de la boda.
No sabia a que me enfrentaría pero estaba segura que no deseaba aquello, no supe por cuando tiempo estuve allí sentada, retraída en mis pensamientos el sonido de la puerta levante la mirada encontrándome con mi padre, la tristeza y el resentimiento, cuando me informo su decisión la ira que sentí y sigue estando allí, en esa parte que trate de ocultar en lo profundo de mi corazón.
—¿Por qué lo hiciste, papá? ¿Merezco ser vendida de este modo? — dije alzando mi voz, nunca había tenido amor de su parte, tal vez en el fondo de su corazón, pero hacerle eso a su pequeña hija.
—Lo siento, pero no tuve opción no podía darle a Nina.
—Nina, lo entiendo… pero no quise decir eso. Veo que en tu corazón no hubo dudas.
—Jade, nunca tuve opciones contigo, agradece que te crie.
—No, no tengo porque hacerlo. Veo que solo significo algo que puedas botar con facilidad.
Mordí mi labio fuertemente y me levante su fuerte agarre en mi mano me detuvo, dudo por un momento pensé que me diría que se equivocaba, pero ahora entendía porque dicen que las palabras duelen más que un golpe. El hombre que por primera vez en el mundo me debía amar y proteger nunca lo había hecho desde que murió mama, o bueno lo poco que podía recordar de ella. A quien debía sonreír y decirle todos los días que le amaba, por mucho tiempo lo anhelé y en secreto le pedí a Dios, ¿Fueron mis ruegos escuchados? A veces me preguntaba por las noches, ¿ese hombre realmente me amara? Solo era el recuerdo de la mujer que amo y murió, pensé que también era mi culpa y me odié por eso, cuando nació Nina fue lo mismo, los celos y la rabia de saber que sus ojos nunca brillarían como cuando sus ojos se posaban en mí. Nunca.
—No puedo dejar que Nina sufra por mis errores.
—Yo también lo sufro y no disfrute de ello, los últimos años jamás lo hice… pero solo existo cuando debo encontrarles solución.
—Ella es tu hermana.
—Yo también soy tu hija, pero tu… realmente durante mucho tiempo no lo entendiste— sonreí como si esas palabras sonaban como un consuelo para mí, durante mucho tiempo estancados y se sintió bien decirlos en voz alta—. Es lo ultimo que hare por ti.
—Jade…
—Este será lo último que existirá entre nosotros.
Leonid.—¿No crees que jugaste muy bien para tener todo planeado? —pregunto su mano derecha, casi quiso reír todo había salido como él había esperado y eso lo tenían aun mas feliz de lo que podía creer. Quería terminar todo rápido e ir a un club y disfrutar de alguna mujer dispuesta.—Era matar dos pájaros de un tiro y la boda el momento perfecto… ahora solo queda esperar y ver quien más cae—asegúrate que todo vaya según el plan y solo los hombres de confianza.—Pobre de la novia, no sabe de lo que le espera contigo—se burlo a lo que sonreí no estaba totalmente interesado; luego encontraría la forma de desasearme de ella, no me casaría por ningún medio. Aquello seria hasta el final de sus días.—Lo bueno es que quedare viudo el mismo día, tal vez sea un nuevo récord — comente pensando en la desafortunada mujer que deposaría en dos días. Me había sorprendido de cierta manera que mi padre hubiera encontrado una novia tan rápido, aunque no lo quisiera todavía no había asumido el control
JadeAmbos dirigimos la mirada al impotente hombre que se encontraba en la puerta con expresión seria; aunque tenia la misma mirada que el que ahora sabia que seria el novio como sorpresa e incredibilidad de lo que veían ante sus ojos, sabia que era bonita jamás había duda de la belleza que le mostraba el espejo. Era como si estuviera viendo un fantasma.—Señor ya es hora, ya va a comenzar la ceremonia—fueron sus únicas palabras antes de abandonar el cuarto dejando un silencio entre ambos. Antes de darme una última mirada.—Nos veremos.—No es como si quisiera.Nuestras miradas se encontraron y me arrepentí inmediatamente, el señor Sergei había sido muy claro en nuestro acuerdo. Nadie debía saberlo, solo seriamos nosotros dos.—¿Quisiste decir algo? —pregunto acercándose a mí, algo en su mirada parecía querer devorarme.¿Era mi señal para correr? Aunque una vez leí que es mejor no correr de los monstruos porque solo provocaras que te persigan.—Creo que es hora de que te marches.El s
¿Alguna vez te han dicho lo cerca que esta la muerte? Jamás pensé que llegaría tan pronto, pero mi vida dependió de un hilo hasta que se rompió.Jade.Sintió como su mano la guiaba hasta el centro de la pista del baile, había pensado que la boda sería suficiente jamás se espere ese banquete luego de la ceremonia. Y podía decir que no había algún familiar aquello parecía mas una cena de negocios. Había cruzado unas pocas palabras con la madre de ahora mi futuro esposo para dejar claro que no era de su agrado. Quien dejo claro su intención al abandonar la fiesta sin ningún pudor luego del discurso del señor Sergei. Su mirada sobre mí, podía sentir el odio emanar de ella ¿Cómo podría una persona que te acaba de conocer verte de esa manera? Aunque la mano de leonid sobre mi pierna me hizo mirarle y por un momento preocuparme por su toque.Parecía como si hubiera ingresado en una espíese de círculo de poder. Todos parecían querer ser agradables conmigo, como si pudieran obtener algo a trav
Cuando estábamos a punto de marcharnos, la voz de klara se escuchó detrás nuestros. Hubiera deseado que no fuera presente en nuestro cruce de palabras, menos supiera de mis problemas no se mezclaría en mis asuntos personales y mucho menos sentimentales.—Espero que la cuides, no queremos que se dañe ¿verdad? Porque no la aceptaremos de nuevo en casa— apreté mis manos en puños clavando mis uñas causándome un mayor dolor al que sus palabras representaba.Aunque siempre terminaba de causar el daño deseado; sentí unas lagrimas caer por mis mejillas inspire profundamente no podía hacerlo. No lloraba porque fuera un ataque, solo era de impotencia y rabia que había estado reteniendo todo este tiempo.— Desde ahora, jamás vuelva a buscarme. Tome esto como muestra de agradecimiento. Todo lo que le debía, cada uno se lo he pagado esta noche ¿Al final no era lo que deseaba? Pero comprendo que no siempre se puede ser feliz con los resultados que obtiene. No vuelva a buscarme, no seré amable la pr
—Podrías soltarme, antes parecías muy encontrar en la idea de contacto físico entro nosotros ¿No? —Solté un jadeo y liberé su mano, sintiendo mis dedos entumecidos de lo fuerte que había apretado su mano.—Tu fuiste el que me ofreció su mano—dije a la defensiva, abrazándome a mí misma mi cuerpo todavía temblaba por todas las emociones por las que acababa de pasar.—Entonces, sabré que si te ofreces tomare todo lo que tienes para darme— aquello sonó como una promesa, aquello me hizo encogerme en mi lugar no parecía bromear ¿Yo ofrecer algo para él? Ya había vendido mi cuerpo, era una verdad que tenía que ir asimilando.—Eso está por verse.—No es que tengas mucho por negarte ¿No es así? — era una amenaza explicita, aquello me hizo estremecer, sabía que para lograr lo que le había prometido al señor Sergei necesitaría mas que un simple rose de manos, o hasta más allá de un beso.—Olvida lo que dije, lo siento… solo es mucho para mí— dije intentando calmar los ánimos—No te disculpes, no
No entendía cual era la terquedad del asunto, pero nunca lo expondría de aquella manera. Sentía mi pecho subir y bajar debido a mi respiración acelerada, la situación y la manera como su beso había robado algo mas de lo que quisiera advertir, era oscuro. Algo que estuviera robando mi alma poco a poco.—Creo que decirme su nombre será el mejor comienzo para ambos, nos evitara muchos dolores de cabeza— bufe ante eso, ni él se lo creía, pero la seriedad en su expresión me hacía pensar que tal vez no estuviera bromeando. Que para él, era de verdadera importancia.El espacio entre nosotros, era intimo aparte la mirada. Y la cercanía se sentía bien.—Cree que no aceptar este matrimonio me hubiera ahorrado muchos dolores de cabeza—espete con rudeza, mirándolo furiosa recordando lo molesta y dolida que estaba con mi situación—. Lastima que esto no será para siempre. Cuando…—¿Piensas que me aburriré? ¿Nunca escuchaste sobre mí? Se dice mucho de mí, algunas verdades y otras mentiras, pero hay
Leonid.Cerré los ojos fuertemente y apreté entre con mi dedo pulgar e índice el tabique de nariz, todavía no podía creer todas las estupideces que habían salido de mi boca; era la única consideración que podía darle tanto a ella como a mí mismo, me había impresionado al reconocerla, esa chica boca suelta de aquella cafetería en el centro de Paris.Era lo único que lamentaría, pero era egoísta al no desear tenerla junto a mí, tal vez esa pequeña obsesión años atrás lo había superado al encontrar alguien igual a ella, fue lo único que me contuvo sobre buscarla, y atraerla a este mundo de perversión, maldad donde entraría y la arrastraría a mi mundo donde no podría salir.Era un idiota por pensar que podría ser suya, al menos aquella vez. Verla sonreír para él, anhelaba eso era una enfermiza obsesión.—Volvamos— fue mi única orden. Sabía que estaba rompiendo mi palabra pero no deseaba perderla y dejar que otro tuviera parte de ellas que yo anhelaba y posesivamente quería que solo fueran
Leonid sonrió de lado, no podía creer aquello. Le daría un gran regalo, se atrevió a intentar dañar a su gente, amaba a Dasha, pero no permitiera que sus errores tocaran a Jade, a su esposa. Hizo una señal y el hombre cayó al suelo, inconsciente. La sangre alrededor del cuerpo, sentía esa sensación corriendo por su cuerpo, al saber que disfrutaba de ello.—Supongo que tendré que enviar otro regalo—dijo sacando un pañuelo limpiando sus manos de la sangre —. Envíenlo, que sea muy entretenido. El mensaje tiene que ser claro. Quiero un nuevo guardaespaldas para Jade que la cuide en silencio.—Me encargare, pero deberías cambiarte si no asustaras a la novia… me encargare de todo, señor— se burló Iván mientras abandonaban el lugar, Leonid soltó una carcajada era lo menos que le preocupaba, al ingresar a la casa principal no pudo evitar detenerse al mirar al segundo piso, suspiro y moví un poco su cuello se encontraba un poco tenso—. Nada podrá ser mas complicado, sin embargo, podría investi