IkerNoqueé a la chica para que ya no diera problemas. Contrario a lo que tenía en mente, no pude ejecutarla por traición como me hubiera gustado hacer. Ella no estaba en sus cabales y ahora podía comprenderlo. Estaba bajo los efectos de la manipulación del lobo de cobre y eso, conllevaba a algo mucho peor de lo que pensé, ella creía que lo amaba.Por tal motivo no pude matarla a sangre fría como tenía planeado y eso me hizo sentir muy extraño. Esa piedad no era propia de mí, desde que había conocido a Keira me había convertido en algo que desconocía.Seguí peleando y pude percatarme del increíble cambio de fuerza de los lobos de Nat, todos tenían una forma de pelear excelente y eso me sorprendía mucho. Eso nos daba una desventaja todavía más marcada.Uno de los lobos incluso me había lastimado, cosa que no era común para uno de ellos.Robert me alcanzó a mitad de combate con cinco al mismo tiempo, ayudándome a despejar mi camino.—Son más fuertes. —dijo Robert, con los ojos fijos en
(Keira)Bajé sin pensarlo dos veces, aunque el plan dependiera de que me quedara vigilando la casa sin parar. La explosión era muy fuerte y eso solo podía significar algo malo. Me aterraba la idea de que una desgracia hubiera sucedido.No tuve que bajar del todo hacia el suelo. Al ver a Kat huyendo por una de las casas y a Iker en el suelo llorando solo había algo que hacer. No pude bajar a consolarlo, no había tiempo para hacerlo, debía atraparla ahora que sabía en donde estaba.Perseguí a la muy desgraciada con el vuelo más veloz de mi vida. La casa donde intentaba ocultarse era de dos pisos y no la dejé siquiera subir la escalera para esconderse.—¿A quien has matado? —pregunté, con los ojos fijos en ella. Se veía tan mal, todo lo contrario, a la chica que conocí en la casona de Jayden la primera vez, que parecía una muñeca de porcelana.—Nadie importante. —Kat tenía los ojos brillantes por la emoción, como si disfrutara todo esto. —Es un beta corriente.Eso hizo que comprendiera
(Iker)Mi hermano estaba muerto. Era lo más definitivo que hubiera sucedido alguna vez en mi vida y el dolor era insoportable. No portaba tampoco ira entre esa tristeza, no volvería a ver su cara nunca ni a escuchar su voz. El había sido el único que incondicionalmente siempre me apoyó a pesar de tener diferencias.Greg tenía a su mujer que lo amaba y lo esperaba en un hogar, no merecía en lo absoluto una muerte y menos una tan poco honorable. Kat lo había dejado moribundo para que no resistiera el ataque, a pesar de ser un lobo no era inmortal. Ella le hizo algo más, esas convulsiones no eran normales para nada.Me arrepentía de no haberlo llevado yo mismo, cuanto me maldecía por eso. Si tan solo hubiera caminado y el auto no hubiese sido una opción, quizás seguiría vivo. No podía volver el tiempo atrás, solo contemplaba las cenizas de lo que pudo ser y lo que fue, la sangre de mi hermano manchaba mis manos y las lágrimas se mezclaban también.Estuve inmóvil a su lado cuando Kal apar
(Keira)—No quiero perder tiempo, debes arrojarla antes de que despierte. Se que sobrevivirá. —decía una voz que reconocía, era de Kat, porque era un tono inconfundible.—Está bien. —asintió la voz masculina.Sentí el empujón en mi espalda y el golpe de uno de mis brazos al chocar con el borde de roca. Los raspones en el otro brazo al rozar las paredes también fueron despertándome de ese sueño para nada reparador. Solté una maldición al caer estrepitosamente en ese suelo de tierra y lodo. El barro ensució mi ropa enteramente y todo mi cuerpo. Tosí para aclarar mi garganta, intentando abrir los ojos para ver y despertarme del todo.Tenía cada parte de mi cuerpo adolorida, el impacto contra el suelo me hizo mucho daño. Incluso pensé tener un hueso fracturado a pesar de mi resistencia como demonio. Esa suciedad me hizo dar nauseas, no podía quitarme el lodo de encima porque este estaba en todas partes. Cada vez que intentaba salir parecía que mas bien nadaba en él, el hedor se filtraba p
(Jayden)El mundo de los lobos, mi mundo, estaba sumido en un pleno caos. Keira no estaba y por lo que entendía al rastrear las pistas, solo Kat pudo habérsela llevado hacia vaya a saber que sitio. Necesitaba encontrarla y lo haría solo, no necesitaba más ayuda de nadie. Estaba harto de depender de otros lobos para lograr hacer lo que se debía. No podía perder más el tiempo.Nat estaba muerto y tuve que afrontar su fallecimiento prematuro con la mayor de las frialdades para ganar esa parte de la guerra. Claro que Kat seguía allí y ella, representaba un gran problema para todos a pesar de no tener ningún ejército. Los lobos eran libres, muchos me llamaron para preguntarme, seguramente, si tenía idea del complot y de que sucedió con la guerra entre manadas. Todos estaban realmente confundidos y no los culpaba por ello. Sus manadas se habían desordenado, sus negocios habrían tambaleado y ahora, querían un culpable para perseguir, en poco tiempo encontrarían uno y rogaba porque no fuera y
(Iker)Volver a la mansión fue de lo peor para mí, revivir esos recuerdos trágicos. Recordé a Ryder y Greg en cada parte de mi antigua casa. Las paredes hacían que me sintiera más culpable que nunca. Los dos asesinados por complots y engaños.—Ser el alfa líder ha sido lo peor que he hecho por esta familia. —dije, cuando al fin las palabras se dignaron a salir de mi boca. —Renuncio a todo eso.—¿Qué? ¿Estás loco? Con todo lo que tenemos por hacer, sabes que hay más responsabilidades. —Kal comenzó a hablar de manera pausada. —Lo que ha sucedido fue una desgracia, sabes que sufro como tú, era mi hermano también.Desde allí, en la sala, se escuchaban los sollozos de la viuda. Ema lloró desde el momento en que vio que su lobo no venía con nosotros y mantenerla en calma fue imposible. Tuvieron que encerrarla en su cuarto para que no se hiciera daño ni quisiera cometer alguna locura. Su dolor era infinito, lloraba, gritaba y maldecía con la misma intensidad. Eso aumentaba más mi tristeza, t
(Jayden)Los que me rodeaban no estaban para nada felices, habían sido controlados por mucho tiempo y no lo olvidarían.—¿Sabes de cuanto hablamos, de perdida? —preguntó uno de ellos, pasando al frente, eran todas personas importantes y ahora pude reconocerlos mejor. Sus empresas nadaban siempre en la ilegalidad.Sabía que se refería al dinero.—Millones, algo que ni siquiera tú podrías devolvernos. Hemos perdido mucho dinero, joder. ¡Como demonios ha pasado esto! —gritó Maurice, con los ojos rojos, parecía próximo a atacar.Me apresuré a hablar antes de que las cosas siguieran saliéndose de control.—No es culpa mía, ella ha sido quien nos engañó a todos. Kat, el lobo de cobre… Ellos los han usado cómo soldados en la guerra. —tragué saliva antes de pronunciar el nombre de Keira, no era conveniente que la recordaran o podían intentar responsabilizarla por las perdidas.—Ahora nuestros negocios afrontan una crisis. ¿No te sabes lo que significa, Jayden? Podemos ir a la quiebra en cualq
(Keira)No podía describir con palabras el asco que sentía por este pozo. A medida que pasaban las horas, arrojaban más agua, para que el lodo fuera cubriendo mi cuerpo con más facilidad. Esto era lo peor que podían hacerme, el asco me hacía sentir que no había nada por hacer y no intentar mucho. Las alas no estaban ni cerca de salir, tenía los ánimos y la autoestima por los suelos.Kat venía y contaba historias, chistes y toda clase de cosas desagradables para que no me aburriera de su compañía. En lo que más pensaba era en Gala, mi pequeña indefensa que estaba bajo su poder.—Te preguntas por tu sobrina. ¿No es cierto? Bueno, yo no soy una cretina. Gala está bien, creo, no lo sé exactamente. Está yéndose del país en este momento, la adoptó una familia de otro sitio. Supongo que será muy feliz.Debía ser una mentira, no iba a creerme todo lo que me dijera. Pero estaba la posibilidad de que fuera real. Solté un sollozo al imaginar que no volvería a verla. Si se encontraba fuera del pa