Tomé un baño de agua humeante para poder soltar todos esos malos recuerdos. Luego, bajé las escaleras junto con Charlie y llegamos al living, donde el preparó toda la mesa para que pudiéramos tomar el té juntos. No había nadie más allí.—¿Dónde están los demás? —pregunté, mirando a mi alrededor.—Mis hermanas están en sus cuartos, mi madre, con mi padre. —contestó, en un tono alegre. —Nadie viene al living muy seguido, salvo para después de la cena.Asentí con la cabeza, el resto de ellos eran personas bastante reservadas. Charlie era el más conversador, por lo que agradecí que quisiera hablar conmigo.—No quiero ser grosera, es que… —dije, tomando un sorbo de té.—¿Quieres saber como se encuentra la manada de Iker? —preguntó, directamente. —No tengo que leer tus pensamientos, lo has preguntado muchas veces en el auto. —sonrió.—Soy muy predecible. —acoté, bebiendo otro sorbo largo.—No puedo decirte, es que no lo sé. Mi padre te lo dirá cuando a el se le de la gana, supongo. —entrece
(Narra Iker)No soportaba tener que trabajar con Jayden, era un completo insulto para un alfa líder como yo. Ese tipo no tenía una pizca de dignidad y me fastidiaba tener que depender de el para salvar a mi manada. Estaba solo, no obstante, y tendría que hacer lo necesario para salvarlos a todos. A Keira, porque tenía que hacerlo, debía recuperarla para traerla de nuevo a mi lado.Ella era el motivo por el cual hacía todo esto, necesitaba sentir su presencia a mi lado con locura, ese deseo que crecía por hacerla mía otra vez. Era una atracción tan adictiva que podría morir por ella, sin pensarlo siquiera.—Llegas tarde. ¿No te parece? —preguntó Zhang, poniendo los ojos en blanco.—Tuve mejores cosas que hacer que hablar con ustedes. —respondí, con un gruñido que acompañara la falta de entusiasmo que tenía por estar allí.Había llegado ajustado porque tuve que pasar a ver que la niña estuviera a salvo. Luego de lo que ocurrió, no era bueno que tuviera que pasar por ataques inesperados
Robert llegó con nosotros minutos antes de la cena, cuando estaba preparándome para irme a dormir pensando que no llegaría. Era como vivir en un mundo aparte, a decir verdad, porque el tiempo parecía detenerse al vivir en esta extraña casa.—Mi padre te dará unas lecciones sobre tus características. —dijo Charlie, animado y sentándose en uno de los sillones para estar presente.Yo me quedé en una de las sillas, parándome lo más erguida posible para que no creyeran que era débil, era una de las cosas que intentaba corregir, volver a sentirme capaz e imponente. Era un trabajo de confianza que me decidí por hacer poco a poco. Robert se veía extremadamente serio. Tenía un grueso libro entre las manos, que sostenía mientras me examinaba con la mirada, me vi de nuevo algo intimidada, pero como Charlie estaba allí no me molestó en lo absoluto su severidad.—Dime tu nombre completo. —dijo Robert, con los ojos fijos en mí, como si quisiera leer mi alma por debajo de mi piel.—Keira Gabrielle T
(Narra Jayden)Esa llamada me hizo colmar hasta la última gota de paciencia que me quedaba. Gala había sido raptada y todo indicaba que Kat lo había hecho. Ella era vengativa, celosa y odiaba a Keira más que nadie en el mundo. La mataría con sus propias manos si tuviera la oportunidad de hacerlo y ya lo había demostrado. No quería ni pensar en el destino de esa pobre niña en sus manos. Esta situación complicaba las cosas, Keira no me perdonaría jamás si algo llegaba a pasarle a su pequeña sobrina y yo, quedaría como el villano principal de la historia. En un principio había raptado a Gala para que Keira no tuviera más opción que estar a mi lado.Yo no era un salvaje como Iker, no quería despedazar a los míos como acto de ajuste de cuentas, no era mi estilo en lo absoluto. Mi manada debía volver a unirse de la manera correcta, para que ellos entendieran que yo era un buen alfa y que podían confiar en mí. No era sencillo de explicar, pero mi naturaleza aplacaba mi lado salvaje y no me i
Mi cuerpo ardía en deseos de descargar todo este veneno en forma de placer. Quería distraerme y había visto como Tim se quedaba mirándome. Lo invité a mi cuarto para que nos divirtiéramos. Me dije a mi misma que me lo merecía, había logrado tantas cosas que era una chica digna de admirar. Logré convencer a todas las manadas del peligro que Keira representaba y no solo eso, sino que me escogieron como su nueva líder. El trabajo más difícil había sido el convencer al lobo de cobre de unirse a mis filas, pero cuando lo tuve de mi lado supe que ganaría, el tenía un poder impresionante que a veces temía usar bajo las órdenes de Jayden.Me quité los pantalones y las bragas mientras me recostaba, esperando que Tim tuviera practica en esto. El tenía veintiocho, era un lobo no tan experimentado y al parecer, yo le gustaba.—Estás hambrienta, por lo que veo… —empezó a decir, probando el tacto entre mis piernas.Decidí dejarme la camiseta, de igual modo me hallaba excitada y quería divertirme, p
Decidí seguir leyendo sola para que se me pasara ese efecto de celos repentinos que tuve. No era lógico. ¿Cómo era posible que me pusiera celosa de Charlie cuando apenas si lo había conocido? En el libro detallaba la parte de los impulsos y como la naturaleza decía que no se podían controlar hasta que se encontrara un compañero definitivo, pero que antes se recorría un camino de pruebas y más deseo.Al parecer era normal, pero no quería dejarme llevar por esa clase de sentimientos. Después de unas horas Charlie regresó a mí lado, con su sonrisa despreocupada, estaba bebiendo soda como si nada hubiera sucedido. Mi calma también se incrementó al saber que Gala se hallaba en la casa de seguridad de Iker, Abigail tenía buenos informantes y eso me hizo tranquilizar muchísimo. Debía volver a su lado, cuando mi presencia no resultara una amenaza para todos.—¿Encontraste algo más? —preguntó, volviendo a sentarse junto a mí.Como el sillón era algo estrecho sentí su piel rozando la mía y eso
(Narra Iker)Una regla absurda por parte de Jayden no iba a hacer que me detuviera, el no tenía ningún derecho para darme órdenes. Empezando por el punto de que por su culpa estábamos en esa situación, por intentar derrocar mi reinado con esa ambición absurda. Zhang me acompañaba y comencé a sospechar, que odiaba a Jayden tanto como yo.—Es por aquí. —dijo él, con desconfianza, olfateado el lugar para localizar si había alguien merodeando.La puerta de servicio no tenía custodio y al parecer, los empleados ya no asistían al trabajo.—Kat debe de haberlos echado, nunca le simpatizaron. —explicó Zhang, cuando el vacío de ese sitio me dio una mala espina. —Ella no toleraba que le sirvieran a nuestro alfa y le pasaran la información. A veces se sentía enjaulada, como si no pudiera tomar decisiones propias porque el siempre se enteraba y quería protegerla.—Espero que la esté distrayendo bien. —contesté, no me importaban los problemas de Kat en lo más mínimo.Tenía que rescatar a mi manada
(Narra Iker)—¿Ema? —pregunté, agradeciendo que todavía viviera. Había creído que ella no sobreviviría y no le permitirían estar allí porque no era una loba.Ella solo me observaba, sin poder decir ni una sola palabra. Llevaba una máscara protectora también, por lo que el efecto de mi arma no la había alcanzado, o de lo contrario estaría muerta. Zhang gritó antes de que pudiera volver a decir algo.—¡Abajo! —fue el gritó que expulsó, obligándome a agacharme.Cuando la vi, no pude creerlo. Accionó el aparato que debía ser una especie de bomba de estruendo de una tecnología que no conocía. Había sido diseñada por ella, la conocía bien y tenía la capacidad de armar ese tipo de cosas, su talento era notable cuando construía armas.El gas que salió de allí no nos afectó en un primer momento por tener las mascaras puestas. El escozor comenzó desde mi cabeza hasta la punta de mis patas. Era una sensación agobiante, a pesar de que no me hallaba respirando la sustancia igualmente algo me estab