(Narra Jayden)—Me gustaría hacerlo otra vez. —dijo Kat, mirándome y jugando con su cabello. —Ahora que estás aquí, ¿No pensarás irte tan pronto?Negué con la cabeza y miré hacia el reloj de su pared. Iker y Zhang debían de haber liberado a la manada, el tiempo que les di era más que suficiente. Distraerla no era fácil y pronto comenzaría a sospechar, a pesar de que se estaba divirtiendo mucho. Cuando salieran de mi casona, debían dirigirse a nuestro nuevo cuartel para volver a planear una estrategia, proteger a Keira sería lo primordial.Ella no lo sospechaba, podía verlo en sus ojos cuando me miraba, con ese enamoramiento que tenía hacia mi desde hace años, nunca disminuyó. Quería estar conmigo desde que tengo memoria, cuando éramos adolescentes también. Nunca me había gustado y no podía corresponderle, lamentaba que fuera así pero no podía cambiarlo. Ella se obsesionaba conmigo, cada año que pasaba era peor.Cuando tocaron la puerta, mi instinto de lobo actuó y me hizo querer huir
(Narra Iker)El despertar que sufrí fue abrupto, puesto que me encontraba en una jaula colgante, que se movía de un lado para otro provocándome nauseas. Seguía en mi forma de lobo, porque no quería ser visto como humano, eso sería demostrar la debilidad que deseaban tanto.—Hermano. —dijo una voz, que venía desde abajo. Reconocí que se trataba de la voz de Greg. —¿Ya te despertaste? —preguntó, insistiendo.—Sí. —respondí, con la voz ronca y los ojos cansados, el efecto del somnífero seguía haciendo que mi cuerpo estuviera muy débil. Gruñí al darme cuenta que mis garras habían sido limadas, pagarían por eso, lo juraba en voz baja al contemplarlo, esas garras eran una de las armas más letales del mundo, era un don que me fue entregado y ahora, arrebatado.Bajé la mirada y divisé las jaulas donde mantenían a mis hermanos encerrados. Eran individuales, pero estaban en el suelo a diferencia de la mía. Supuse que era para más seguridad. También Zhang estaba allí.—Ahora estás muy arriba. —d
(Narra Kat)La jaula marcaba un límite del uno con el otro, como si al cruzar para su lado me fuera a caer estrepitosamente a un acantilado. Eso era, mi impulso me hacía obedecer y bajar la cabeza a pesar de no querer hacerlo.¿Qué significaba Iker para mí?Algo prohibido, esa era la respuesta. Keira lo tuvo y yo también debía, porque ella no era mejor que yo. —¿Qué quieres hacer, omega? —preguntó el, estaba disfrutando la situación.Aunque era cierto que siempre lo había visto como una estrella inalcanzable por su poder, fama y fuerza, había otro motivo mucho más fuerte. Sabía que Jayden lo desaprobaría y me moría de ganas por desafiarlo, por mostrarle cuan atrevida podía ser. Era un despecho, por intentar engañarme.—Esta omega te ha capturado. —dije, con una sonrisa triunfal.Por años creí que al ser una loba omega y con conflictos en mi transformación nunca podría aspirar a algo mucho más importante, una posición de poder más arriba.—Pero igual te voy a penetrar. —soltó el, con
Abigail llegó a mi cuando el sol iluminó mis ojos y me obligó a despertar. Mi cabeza era un nudo apretado de tantos cambios. Mi parte humana, estaba agotada de intentar unir mis dos facetas y ansiaba seguir durmiendo hasta tarde.—Oye… Vuelve más tarde… —empecé a decir, pero la puerta se abrió y ella entró, con un cuaderno en las manos y una mirada severa.—Debes despertarte, hoy entrenas conmigo y no me gusta esperar. —dijo, con el ceño fruncido. Llevaba un traje impecable deportivo que parecía de hace diez años, por la clase de estilo que tenía y el tipo de telas.Bostecé y volví a intentar dormirme, pero su presencia allí era tan fuerte que me impidió seguir durmiendo. Abigail seguía allí de pie.Salí de la cama y me vestí con uno de los conjuntos oscuros que había para hacer deporte, era un talle holgado y me sentí cómoda con el puesto. Era un sitio más normal que la mansión de Iker, donde debía estar sin ropa interior y todo allí subía de tono. Salimos a la sala, que se encontrab
(Narra Iker)Mi plan de seducir y manipular a Kat casi había sido un éxito, si ella entraba a la celda podía tomarla como rehén y luego, mi camino se hubiera allanado de una forma exitosa. Si no fuera por ese condenado lobo de cobre, ese tipo era un fastidio constante.—No esperaba que llegarás a caer tan bajo. —dijo Zhang, burlándose de mí. —Mira que casi te ha funcionado, esa chica no tiene mucha fuerza de voluntad.—Cállate, volverá a caer, te lo aseguro. —dije, yo haría lo necesario para salir de esa jaula y vengarme de todos estos lobos traidores.—Pues intenta otra vez entonces, pero no creo que Nat te dejé hacerlo. Ella puede caer en tu trampa, pero el no lo hará y estará allí para detenerla. —Zhang soltó un suspiro. —El pequeño omega resultó ser más fuerte de lo que pensé.—Esa suerte no le durará mucho, está jugando con armas muy peligrosas. No sé que tan fuerte será su alcance… —empezó a decir Kal. —Pero lo que es seguro, es que en algún momento se cansará de manipular a tod
Eran prisioneros, la noticia me generó un sinfín de cuestiones internas y no podía acallarlas con facilidad. Robert me observaba con suma seriedad, como esperando una respuesta de mi parte. Yo no tenía idea de como reaccionar, Iker había sido más cercano para mí y mis sentimientos por el eran tan confusos y Jayden, tenía algo que a veces me tentaba y nada más. Estar en el medio de ambos había generado toda esta guerra en un comienzo. —¿Desde hace cuánto? —quise saber, apurando un vaso de agua para calmar los nervios.—No sabemos exactamente, pero los tienen a todos, incluso a una humana. —Robert negó con la cabeza. —Eso no está permitido, secuestrar humanos no es correcto ni tampoco arrastrarlos a enfrentamientos entre manadas. Nuestro código establece que sí, un humano es parte de una manada este debe apartarse y protegerse si hay enfrentamientos, no quedar enredado en ellos.Hice una pausa, mirando mis manos, me sorprendí al ver que mis uñas estaban mutando a un color violeta, haci
(Narra Kat)—¿Vas a mantenerme aquí encerrada para siempre? —dije, mirando las paredes de mi cuarto. Jayden también estaba allí, pero se rehusaba a hablarme.Nat caminaba de un lado a otro con su expresión arrogante de siempre y su rigurosidad al máximo.—Yo soy la que manda, Nat. —volví a insistir, esto que estaba haciendo a modo de castigo era una completa tontería. —Si los demás notan mi ausencia empezaran a sospechar. Además… ¿Qué no tienes otra cosa mejor que hacer?Jayden ni siquiera observaba, estaba inmerso en sus pensamientos, en su forma de lobo, en uno de los rincones entre mis roperos. Debía estar molesto porque sus planes fracasaran así, podía olfatear que me odiaba por haberle quitado su puesto como alfa, eso le hacía hervir la sangre cada vez que me miraba. Yo era su débil prima omega, a la cual toda la vida despreció y puso en un último lugar.La ira del lobo de cobre podía verse a kilómetros, estaba alterándose cada vez más, al parecer algo más le sucedía.—Ese incomp
Para ser sincera, quería esconderme en mi cuarto y no volver a pensar en los alfas que me habían reclamado hacía ya un buen tiempo. Me dejaron a solas para que pudiera pensarlo, como si eso me ayudara, más bien me hacía estar todavía más indecisa. Bebía agua y zumo para intentar contrarrestar los nervios, vaya pérdida de tiempo.—Te ves terrible. —dijo Charlie, que entró para buscar sus libros.—Creí que me veía de maravilla. —bromeé, con una sonrisa débil. —No tengo idea de que hacer ni lo que es correcto.—No voy a decirte que te guíes por tu corazón porque es todavía más difícil de entender. —acotó él, sentándose cerca y mirándome fijamente. —Supongo que lo mejor será que decida el azar.—¿Cómo sería eso? —pregunté.—Lanza una moneda o anota papeles y saca uno de una bolsa. —soltó una risa. —Quien sabe, a lo mejor decides mejor así.Hice una mueca, se notaba que no le agradaba mucho la idea de verme con otros lobos, a pesar de que intentaba disimularlo porque era considerado y tier