(Narra Kat)La jaula marcaba un límite del uno con el otro, como si al cruzar para su lado me fuera a caer estrepitosamente a un acantilado. Eso era, mi impulso me hacía obedecer y bajar la cabeza a pesar de no querer hacerlo.¿Qué significaba Iker para mí?Algo prohibido, esa era la respuesta. Keira lo tuvo y yo también debía, porque ella no era mejor que yo. —¿Qué quieres hacer, omega? —preguntó el, estaba disfrutando la situación.Aunque era cierto que siempre lo había visto como una estrella inalcanzable por su poder, fama y fuerza, había otro motivo mucho más fuerte. Sabía que Jayden lo desaprobaría y me moría de ganas por desafiarlo, por mostrarle cuan atrevida podía ser. Era un despecho, por intentar engañarme.—Esta omega te ha capturado. —dije, con una sonrisa triunfal.Por años creí que al ser una loba omega y con conflictos en mi transformación nunca podría aspirar a algo mucho más importante, una posición de poder más arriba.—Pero igual te voy a penetrar. —soltó el, con
Abigail llegó a mi cuando el sol iluminó mis ojos y me obligó a despertar. Mi cabeza era un nudo apretado de tantos cambios. Mi parte humana, estaba agotada de intentar unir mis dos facetas y ansiaba seguir durmiendo hasta tarde.—Oye… Vuelve más tarde… —empecé a decir, pero la puerta se abrió y ella entró, con un cuaderno en las manos y una mirada severa.—Debes despertarte, hoy entrenas conmigo y no me gusta esperar. —dijo, con el ceño fruncido. Llevaba un traje impecable deportivo que parecía de hace diez años, por la clase de estilo que tenía y el tipo de telas.Bostecé y volví a intentar dormirme, pero su presencia allí era tan fuerte que me impidió seguir durmiendo. Abigail seguía allí de pie.Salí de la cama y me vestí con uno de los conjuntos oscuros que había para hacer deporte, era un talle holgado y me sentí cómoda con el puesto. Era un sitio más normal que la mansión de Iker, donde debía estar sin ropa interior y todo allí subía de tono. Salimos a la sala, que se encontrab
(Narra Iker)Mi plan de seducir y manipular a Kat casi había sido un éxito, si ella entraba a la celda podía tomarla como rehén y luego, mi camino se hubiera allanado de una forma exitosa. Si no fuera por ese condenado lobo de cobre, ese tipo era un fastidio constante.—No esperaba que llegarás a caer tan bajo. —dijo Zhang, burlándose de mí. —Mira que casi te ha funcionado, esa chica no tiene mucha fuerza de voluntad.—Cállate, volverá a caer, te lo aseguro. —dije, yo haría lo necesario para salir de esa jaula y vengarme de todos estos lobos traidores.—Pues intenta otra vez entonces, pero no creo que Nat te dejé hacerlo. Ella puede caer en tu trampa, pero el no lo hará y estará allí para detenerla. —Zhang soltó un suspiro. —El pequeño omega resultó ser más fuerte de lo que pensé.—Esa suerte no le durará mucho, está jugando con armas muy peligrosas. No sé que tan fuerte será su alcance… —empezó a decir Kal. —Pero lo que es seguro, es que en algún momento se cansará de manipular a tod
Eran prisioneros, la noticia me generó un sinfín de cuestiones internas y no podía acallarlas con facilidad. Robert me observaba con suma seriedad, como esperando una respuesta de mi parte. Yo no tenía idea de como reaccionar, Iker había sido más cercano para mí y mis sentimientos por el eran tan confusos y Jayden, tenía algo que a veces me tentaba y nada más. Estar en el medio de ambos había generado toda esta guerra en un comienzo. —¿Desde hace cuánto? —quise saber, apurando un vaso de agua para calmar los nervios.—No sabemos exactamente, pero los tienen a todos, incluso a una humana. —Robert negó con la cabeza. —Eso no está permitido, secuestrar humanos no es correcto ni tampoco arrastrarlos a enfrentamientos entre manadas. Nuestro código establece que sí, un humano es parte de una manada este debe apartarse y protegerse si hay enfrentamientos, no quedar enredado en ellos.Hice una pausa, mirando mis manos, me sorprendí al ver que mis uñas estaban mutando a un color violeta, haci
(Narra Kat)—¿Vas a mantenerme aquí encerrada para siempre? —dije, mirando las paredes de mi cuarto. Jayden también estaba allí, pero se rehusaba a hablarme.Nat caminaba de un lado a otro con su expresión arrogante de siempre y su rigurosidad al máximo.—Yo soy la que manda, Nat. —volví a insistir, esto que estaba haciendo a modo de castigo era una completa tontería. —Si los demás notan mi ausencia empezaran a sospechar. Además… ¿Qué no tienes otra cosa mejor que hacer?Jayden ni siquiera observaba, estaba inmerso en sus pensamientos, en su forma de lobo, en uno de los rincones entre mis roperos. Debía estar molesto porque sus planes fracasaran así, podía olfatear que me odiaba por haberle quitado su puesto como alfa, eso le hacía hervir la sangre cada vez que me miraba. Yo era su débil prima omega, a la cual toda la vida despreció y puso en un último lugar.La ira del lobo de cobre podía verse a kilómetros, estaba alterándose cada vez más, al parecer algo más le sucedía.—Ese incomp
Para ser sincera, quería esconderme en mi cuarto y no volver a pensar en los alfas que me habían reclamado hacía ya un buen tiempo. Me dejaron a solas para que pudiera pensarlo, como si eso me ayudara, más bien me hacía estar todavía más indecisa. Bebía agua y zumo para intentar contrarrestar los nervios, vaya pérdida de tiempo.—Te ves terrible. —dijo Charlie, que entró para buscar sus libros.—Creí que me veía de maravilla. —bromeé, con una sonrisa débil. —No tengo idea de que hacer ni lo que es correcto.—No voy a decirte que te guíes por tu corazón porque es todavía más difícil de entender. —acotó él, sentándose cerca y mirándome fijamente. —Supongo que lo mejor será que decida el azar.—¿Cómo sería eso? —pregunté.—Lanza una moneda o anota papeles y saca uno de una bolsa. —soltó una risa. —Quien sabe, a lo mejor decides mejor así.Hice una mueca, se notaba que no le agradaba mucho la idea de verme con otros lobos, a pesar de que intentaba disimularlo porque era considerado y tier
(narra Iker)Nada era peor para mí como haber perdido ya dos veces, primero con mi plan de seducir y manipular a Kat y segundo, cuando intenté despertar a uno de los lobos que nos custodiaba.No estaba para nada acostumbrado a perder y la sangre me hervía. Tres lobos jóvenes entraron a las celdas con la cabeza baja.—¿Qué pretenden entrando y saliendo? Joder, dejen dormir. —dijo Greg, fastidiado.Los lobos habían entrado casi seis veces y hacían un ruido estrepitoso con las puertas. No hablaban, eran demasiado reservados como para hacerlo o quizás Nat les había lavado el cerebro.—Son zombis, es normal que sean así de listos. —dije con sarcasmo, ya tenía una actitud más despreocupada. Esos lobos eran como moscas para mí, podría vencerlos en cualquier segundo si estuviera libre, los haría pedazos sin problema y eso lo sabían, porque ni siquiera podían mirarme a los ojos.Greg y Zhang se rieron, pero Kal seguía concentrado en su rincón, pensando. Ojalá no fuera solo una perdida de tiemp
(Narra Jayden)Creí que cuando el lobo de cobre se marchara, ella lloraría sin consuelo hasta quedarse dormida por el dolor de los latigazos. No fue así. Cuando pude moverme intenté ayudarla a ponerse de pie a pesar de estar esposado y ella me apartó a un lado. Escondía su rostro con las dos manos para que no viera su tristeza y humillación.—Kat… —empecé a decir, pero me interrumpió volviendo a empujarme.Se alejó y subió a su cama, tapándose hasta la cabeza con las mantas.—¿Estás bien…? —quise preguntar, aunque sabía que era tonto y evidente que estaba muy mal.Nat le había dado tantos latigazos que pensé que la mataría, nadie merecía ser tratado así en todo el mundo. Tuve que cerrar los ojos para no ver lo que ocurría. Kat al principio intentó gritar, lo veía en sus ojos, pero no tenía voz para hacerlo. Quizás si Nat no hubiera controlado su voz alguien hubiera acudido al grito de auxilio, pero nunca lo sabríamos con exactitud.Era una escena horrible de ver y la impotencia de no