Al salir del sanitario esperé que todos comenzaran a juzgarme. No fue así, para mi sorpresa, allí no había ni se veía a nadie. Salí yo sola, Iker se había quedado allí y no estaría más tiempo a su lado. Me hallaba confundida y no comprendía como debía sentirme luego de haber estado con él nuevamente. El placer que sentí no se comparaba con nada.—¿Estás ocupada? —preguntó Abigail, ella estaba sola, en la sala comedor que también se hallaba en estos momentos vacía.Negué con la cabeza para acompañarla, llegaríamos a una parte del jardín más deshabitada para lograr hablar a solas. Se podía ver un sillón para dos personas que estaba un poco deteriorado. Sonreí amistosamente, ella no lo hizo.—Veo que estaban equivocados contigo. —dijo, con la mirada ensombrecida.—¿A que te refieres? —pregunté con desconcierto. Sus palabras eran afiladas, tenía el rostro inflexible y esta vez, pareció aparentar más edad que la usualmente lucía, como si fuera una anciana con voz severa. Eso me dio escalof
El fuego creció en mi interior ante su aseveración que me exponía por completo. Me ruboricé casi al instante. El sonrió de nuevo, divertido por mi vergüenza.Busqué atacar con mis habilidades aprendidas, terminando en el suelo. Iker volvió a su forma humana y me cargó entre sus brazos. Eso no me agrado nada y lo peor era, que no pude hacer nada para evitarlo.—No te preocupes, mi amor, hoy eres una humana muy hermosa como cuando te conocí. Eso es lo que tú me pediste. —besó mi frente, caminando hacia la puerta de salida. —La llevaré de paseo. Volveremos más tarde. —dijo, en actitud desafiante.No había que ser un genio para darse cuenta que era lo que intentaba hacer. Iker buscaba provocar a todos los demás y hacerles ver que no podían quejarse. Era parte de su liderazgo como alfa mostrar su superioridad. Si no lo hacía, volverían a sublevarse en su contra.Las jerarquías de los lobos me parecían tan extrañas y ajenas. No podía comprender porque siempre querían pelear por el liderazgo
(Narra Kat)Mi cara podía verse desmejorada por el estrés sufrido, no era una persona de plástico después de todo. Mirarme al espejo fue una tortura, aunque parte de mí quisiera asimilar que todos teníamos malos días. Las ojeras bajo mis ojos me hacían ver mucho mayor, los pómulos afilados y algunas manchas marrones complementaban un complejo que iba creciendo.El reflejo me mostró algo que pensé olvidado. Un sufrimiento tan familiar para mí, tan cercano que podía tocarlo con las manos. Una mujer que no amaba, porque se trataba de alguien desagradable y a mis ojos, era la persona más fea del mundo.—¿Seguro que fue una buena idea? —preguntó Jayden, el seguía firme en su posición de querer actuar como la voz de mi consciencia, aunque eso no tuviera ningún sentido.Ya había declarado que la amaría por siempre.Jayden tenía el corazón para ella, esa chica tan afortunada y fastidiosa que era un constante problema para mí. No estaba dispuesta a tolerar que se hiciera cercano a mí, cuando s
Lo miraba como si estuviera queriendo matarlo por tomarse el atrevimiento de atarme de esa manera. Todavía al menos podía ver y llevaba la ropa puesta.—Es un juego divertido, muñeca, lo verás. —dijo Iker, con una voz aterciopelada. Sus músculos refulgían mientras se acercaba, sus ojos penetrantes estaban fijos en mí y eso me estremecía.Comenzó a bajar mis pantalones tan lentamente que el cosquilleo se multiplicó allí, mi interior había comenzado a arder. Sus manos firmes recorrían mi piel para bajar con determinación la tela. Sus dedos masajeaban mis piernas, saboreando el climax que comenzaba a excitarme.Me maldije a mi misma porque hubiera confiado en él. Estaba sometiéndome de todas las maneras, dándose el lujo de engañarme solo porque ahora no contaba con los poderes de demonio. Era mucho más humana, eso me hacía sentir impotencia y al mismo tiempo, no lograba concentrarme con los masajes.Recorrió con las yemas de sus dedos cada parte de mis muslos, sin tocar más a fondo. Esta
El estar cabalgando un lobo era una aventura sorprendente e inimaginable. Nadie lo creería si lo contara, pero esa experiencia no tenía ningún precio, mi corazón que latía tan rápido empezó a acostumbrarse y a amar esa adrenalina. No podía cambiar lo que éramos, dos amantes incomprendidos y marginados, odiados por una gran mayoría que nos quería muertos.Mis alas descansaron al no tener que volar ni hacer más esfuerzos para moverme. La energía que debía poseer para lograr usar mis poderes parecía inalcanzable. Cuando irrumpí en la casona, no había sentido que estuviera tan débil. Debía tener una explicación en el entrenamiento que no seguí.No estaba segura de continuar con Robert y su manada, ellos habían mostrado que ansiaban controlarme más que cualquier otra cosa. Iker me hacía sentir mejor, libre y amada al mismo tiempo. Era una difícil decisión.Pero no quería pensar en eso en un momento tan de ensueño, el viento que acariciaba mi rostro era fresco y liberador, me limpiaba de to
(Narra Ema)Descansaba en mi cama, tapada con al menos cinco mantas al tener fiebre y mucho frío. Había estado sufriendo de horribles pesadillas constantemente cada vez que intentaba dormir. Respirar también representaba una gran dificultad, al tener las costillas rotas y muchos golpes dolorosos. Perdí la cuenta de cuantas heridas tenía, las torturas no habían sido para nada amables.Todavía podía recordarla, a Kat, con una cadena en la mano dispuesta a torturarme para que me quedara claro que debía obedecerla sin chistar. El dolor fue amargo, pero peor fue estar al lado del hombre que amaba y no poder hacer nada para ayudarlo.Greg estaba casi muerto tan cerca de mí y no lograba acercarme. Había tenido ese sueño mil veces repitiendo la misma escena, cuando nos encadenó para hacernos sufrir de esa inmensa distancia. Mi lobo no resistió todo ese sufrimiento y cayó al suelo. Fue ahí cuando creí que mi mundo se terminaba para siempre.Kat sonreía, no me borraba esa imagen cruda de la men
El cariño que sentía por él no parecía irreal, tampoco un placebo, a diferencia de las veces que busqué solo sentirme cómoda. No sabía cómo sentirme con respecto a él, siendo que nuestra historia era por completo complicada.Conducía y al mismo tiempo tenía su mano sobre mi rodilla, yo apoyé la mía también para sentir su calor.—Gracias por este momento, son cómo vacaciones de este infierno. —sonreí, estaba realmente agradecida por su forma de divertirse a mi lado.Me había secuestrado, robado víveres y hasta un auto, era un completo desastre y un tipo problemático. No podía no quererlo, aunque las cosas que hiciera no fueran del todo correctas.No ansiaba regresar con los otros lobos. La incomodidad era grande. Lo vio en mis ojos mientras trataba de distraerme con el monótono paisaje de la ventanilla.—¿Estás nerviosa? Es como si te estuviera llevando a conocer a mis padres. —Iker sonrió, haciendo una mueca.—Es que después de estar tan relajada… Digo, bueno, no es fácil volver a est
(Narra Kat)La muerte de esos sujetos que se habían burlado de mí en secreto me hizo sentir mucho mejor. Incluso en el espejo vi una imagen más amable de mí misma. Los rasgos se habían afinado, mis cejas estaban más espesas y mis labios más carnosos. La delicadeza estaba regresando a mi cuerpo.—Estoy harto de estar aquí encerrado. —dijo Jayden, mientras cubría su cabeza con las mantas de la cama.—Bah, ya cállate, estás siendo alimentado y con todas las necesidades básicas cubiertas. ¿Te parece poco? —pregunté en un tono irónico.—Preferiría estar muerto. —contestó a secas, mirándome con odio.—Vine a buscar mi chaqueta, tenemos trabajo que hacer. Sabes pronto todos recuperaremos la energía y podré cazar a esas manadas traidoras. —sonreí, el gozo que me provocaba el tener un buen plan entre manos era rotundo.Busque mi campera negra con brillantes, era larga hasta casi las rodillas. Retoqué nuevamente mi maquillaje para verme esplendida y usé unos zapatos cómodos pero elegantes. Me g