(Segunda de Iker)Mi propio lobo me había acorralado. Joder, esto era tan extraño. Me sentía atrapado dentro de mí propio cuerpo como si ya no tuviera consciencia humana. Era ese dolor que subía por mi cuello el que me impedía siquiera tomar las riendas o detenerme.Me hallaba corriendo, esa era la verdad, estaba transformado en lobo y corría como un completo demente. Pero la velocidad que estaba alcanzando trascendía con todos los límites que conocí alguna vez.Era puro instinto por fuera en estos momentos y por dentro, solo preguntas y más preguntas. La voz de Keira estaba marcando un camino, sí, pero lo demás era obra de mi lobo desatado, que seguía un rastro casi invisible que nos guiaba.La niña estaba en riesgo, eso si podía verlo.¿Podría un alfa derrotado como yo lograr algo?Era demasiado tarde como para cuestionármelo, el golpe en mi pecho me hizo saber que pronto nos acercaríamos a la guarida enemiga. Donde tenían presa a la niña, la sobrina que Keira hacía tanto tiempo me
(Kat)El tener a Iker en un estado inmóvil me hacía sentir tan poderosa. Yo tenía todavía la imagen del alfa invencible al que nadie podía hacerle frente en mi cabeza, cuando lo veía como un inalcanzable, a la sombra de los lobos de mí propia manada. Ahora yo era la más fuerte, mis poderes desarrollados me daban una increíble capacidad para distinguirme y sobresalir, que era lo que perseguí la mayor parte de mi vida. La pobre Kat que lloraba en los rincones sintiéndose horrible con toda su persona, destruyéndose a si misma porque tergiversaba su propia imagen, sintiéndose débil e incapaz.—Iker, no te duermas. —dije susurrando a su oído con suavidad, mostrarle lo que más odiaba de sus propios sentimientos era sencillo.La niña había comenzado a llorar a los gritos, lo que me fastidiaba mucho. Debía dar la orden directa, estaba atacando en su inconsciente profundamente, eso quería decir que, tenía que actuar rápido para que matara de una vez.Di la orden para que la atacara. El lobo es
(Jayden)Seguí mi camino abandonando a mi equipo a merced de los grupos mafiosos que buscaban cazarlos. Eso me dolió mucho, incluso tener que dejar a Nat, porque a pesar de que había sido mi enemigo, desde que descubrí que había sobrevivido tenía la esperanza de que hubiera cambiado. Era ingenuo de mi parte, pero no podía evitar ser como era, eso formaba parte de mi personalidad.Mi objetivo ahora era rescatar a Keira antes de que fuera demasiado tarde. Sentía en mi corazón que ella seguía con vida.El olfato de mi lobo me llevó hasta un recorrido con un hedor putrefacto. Habían arrastrado a alguien fuera de un pozo profundo de desechos inmundos. Al olfatear más a fondo, reconocí el leve aroma de lo poco que quedaba de mi hermosa Keira.Debieron tenerla capturada allí para que su aroma natural se mezclara con el de los desechos. Me era muy complicado rastrearla al tener la nariz sensible. Comencé a toser por el hedor de lo que contenía ese pozo. El rastro del fango llevaba a un camino
(Iker)La niña estaba asustada, busqué la herida de bala y no la hallé, lo cual me hizo sentir más tranquilo que nunca en mi vida entera.No le había llegado a disparar, por gracia del destino y se salvó. Ahora estaba a salvo conmigo. La pequeña me reconoció, porque había visto a mi lobo con anterioridad, en la casa de seguridad de Jayden, cuando la saqué de allí aquella vez. Parecía que había sucedido hacía ya un millar de años.El aullido azotó mis oídos. Reconocerlo fue peor para mí. El camino se abría delante de mí como un libro antiguo.Ese aullido era uno próximo a la muerte y le pertenecía a Jayden.El alfa enemigo de mi manada, aquel que me había destronado con conspiraciones por lo bajo.Gala comenzó a llorar y volví al mundo real. Pero el grito de dolor de Keira en mi cabeza me hizo congelar la escena frente a mis ojos. Ella estaba pidiéndome ayuda, estaba cerca de allí.Mis patas comenzaron a avanzar sin que pudiera controlarlo, llevando a la niña en mi lomo para lograr lle
(Keira)Los ojos me pesaban una eternidad, el cuerpo se me adormecía por el dolor, el hilo de sangre que me llevaba hacia la tumba ya no me conectaba. Ni siquiera lograba pensar.No logré ayudar a Jayden a sobrevivir cuando el dio la vida por la mía. Mi incapacidad yacía en las torturas del aislamiento. No conseguía moverme ni un centímetro, mucho menos liberarme de las cadenas que Charlie tenía en su poder.Ver a Gala allí, pidiendo ayuda y viendo la escena sangrienta de la pelea hacía que me desesperara. Pero era como estar presa dentro de mi propio cuerpo. El corazón me latía tan lentamente que pronto podía detenerse del todo.Iker luchaba por salvarme, para mantenerme viva, por la promesa que me había hecho hacía ya tanto tiempo. Su voz pareció resonar en mi interior, me pedía matrimonio nuevamente, haciéndome sonreír.Nada quedaba del lobo posesivo y violento que me secuestró en aquella subasta. Iker había cambiado tanto y para bien, siendo el hombre que soñé desde siempre, su ca
(Zhang)—¿Te dije alguna vez cuanto odio estas jerarquías? —preguntó Tyler, al tiempo en que buscaba cortar el sangrado de una de sus heridas.Estábamos siendo atacados y los dos hacíamos equipo para lograr cubrir las debilidades del otro. Venían tantos a atacar que no dábamos abasto. La pelea era muy dispareja. Kal también se hallaba en problemas, pero estaba tan alejado que no podríamos llegar hasta allí hasta vencer al menos la mitad de los que nos rodeaban. Los enemigos parecían ser infinitos.Divisé a Matlek.—Tienes la oportunidad de huir, vivir como la rata que eres, Tyler. —dijo Matlek, al ver como él seguía en la pelea. —Tú no tienes ninguna propiedad que me interese, necesitamos despejar el camino.Eso hizo que Tyler soltara una carcajada sonora.—Por ello te dije que odiaba las jerarquías. Porque no valen de nada. —dijo él, con su tono más relajado, como si estuviera burlándose aún en el momento en el que tenía más desventajas. —Los alfas no sirven de nada, tampoco los beta
(Ema)Los temblores en mi cuerpo a causa del temor que sentía en estos instantes se multiplicaban conforme seguía en mi escondite. No saber que sucedía allí afuera era devastador. No tenía nada con lo cual defenderme. Me hallaba allí, sin armas, sin poder fabricarlas siquiera, con la impotencia a flor de piel. No era para nada justo, esto que me sucedía era una completa locura.Mi vida había cambiado tanto. No podía evitar traer a la actualidad los momentos felices y quedar paralizada ante este horrible futuro que no parecía ver la luz.Vamos, conduce este maldito auto, me dije a mi misma, para salir de la inactividad espantosa en la que me hallaba. No era sencillo como solo arrancar, aunque así lo pareciera. Él valor parecía extinguirse de mi cuerpo. Levanté mi cabeza fuera de la ventanilla, viendo como Zhang, Kal, Tyler y Nat comenzaban a marcharse hacia otro sitio. Estaban siendo perseguidos por una cantidad de lobos abrumadora.Si quería seguirlos ahora era el momento. No tenía ar
(Keira)Llevaba mi vestido de bodas incluso en ese instante. El color de mis lagrimas era rojo, como las flores que traían las damas de honor. Pero mi prometido estaba en el suelo ahora, en el lapso de mi sueño y la realidad, cuando Ema comenzó a despertarme para que los ayudara.Pero no había servido de nada, mis poderes solo repelieron a los enemigos, pero no salvaron al hombre que yo amaba.Iker se retorcía en el suelo, mirándome aún con sus ojos enamorados y brillantes. Eso me hacía entristecer hasta lo profundo de mi alma.Por más que intenté esforzarme porque mejorara con mis poderes, no había ningún cambio. Las muchachas arrojaban los ramos de flores en el aire, los anillos de compromiso brillaban en mis manos, multiplicándose sin sentido alguno. El humo me envolvía. Sin embargo, la vida no volvía a su cuerpo.Solté un grito de horror, desde lo más profundo de mi pecho, desgarrando mi garganta. La guerra se había cobrado la vida de lo que más me importaba.Los lobos tenían rost