(Jayden)Seguí mi camino abandonando a mi equipo a merced de los grupos mafiosos que buscaban cazarlos. Eso me dolió mucho, incluso tener que dejar a Nat, porque a pesar de que había sido mi enemigo, desde que descubrí que había sobrevivido tenía la esperanza de que hubiera cambiado. Era ingenuo de mi parte, pero no podía evitar ser como era, eso formaba parte de mi personalidad.Mi objetivo ahora era rescatar a Keira antes de que fuera demasiado tarde. Sentía en mi corazón que ella seguía con vida.El olfato de mi lobo me llevó hasta un recorrido con un hedor putrefacto. Habían arrastrado a alguien fuera de un pozo profundo de desechos inmundos. Al olfatear más a fondo, reconocí el leve aroma de lo poco que quedaba de mi hermosa Keira.Debieron tenerla capturada allí para que su aroma natural se mezclara con el de los desechos. Me era muy complicado rastrearla al tener la nariz sensible. Comencé a toser por el hedor de lo que contenía ese pozo. El rastro del fango llevaba a un camino
(Iker)La niña estaba asustada, busqué la herida de bala y no la hallé, lo cual me hizo sentir más tranquilo que nunca en mi vida entera.No le había llegado a disparar, por gracia del destino y se salvó. Ahora estaba a salvo conmigo. La pequeña me reconoció, porque había visto a mi lobo con anterioridad, en la casa de seguridad de Jayden, cuando la saqué de allí aquella vez. Parecía que había sucedido hacía ya un millar de años.El aullido azotó mis oídos. Reconocerlo fue peor para mí. El camino se abría delante de mí como un libro antiguo.Ese aullido era uno próximo a la muerte y le pertenecía a Jayden.El alfa enemigo de mi manada, aquel que me había destronado con conspiraciones por lo bajo.Gala comenzó a llorar y volví al mundo real. Pero el grito de dolor de Keira en mi cabeza me hizo congelar la escena frente a mis ojos. Ella estaba pidiéndome ayuda, estaba cerca de allí.Mis patas comenzaron a avanzar sin que pudiera controlarlo, llevando a la niña en mi lomo para lograr lle
(Keira)Los ojos me pesaban una eternidad, el cuerpo se me adormecía por el dolor, el hilo de sangre que me llevaba hacia la tumba ya no me conectaba. Ni siquiera lograba pensar.No logré ayudar a Jayden a sobrevivir cuando el dio la vida por la mía. Mi incapacidad yacía en las torturas del aislamiento. No conseguía moverme ni un centímetro, mucho menos liberarme de las cadenas que Charlie tenía en su poder.Ver a Gala allí, pidiendo ayuda y viendo la escena sangrienta de la pelea hacía que me desesperara. Pero era como estar presa dentro de mi propio cuerpo. El corazón me latía tan lentamente que pronto podía detenerse del todo.Iker luchaba por salvarme, para mantenerme viva, por la promesa que me había hecho hacía ya tanto tiempo. Su voz pareció resonar en mi interior, me pedía matrimonio nuevamente, haciéndome sonreír.Nada quedaba del lobo posesivo y violento que me secuestró en aquella subasta. Iker había cambiado tanto y para bien, siendo el hombre que soñé desde siempre, su ca
(Zhang)—¿Te dije alguna vez cuanto odio estas jerarquías? —preguntó Tyler, al tiempo en que buscaba cortar el sangrado de una de sus heridas.Estábamos siendo atacados y los dos hacíamos equipo para lograr cubrir las debilidades del otro. Venían tantos a atacar que no dábamos abasto. La pelea era muy dispareja. Kal también se hallaba en problemas, pero estaba tan alejado que no podríamos llegar hasta allí hasta vencer al menos la mitad de los que nos rodeaban. Los enemigos parecían ser infinitos.Divisé a Matlek.—Tienes la oportunidad de huir, vivir como la rata que eres, Tyler. —dijo Matlek, al ver como él seguía en la pelea. —Tú no tienes ninguna propiedad que me interese, necesitamos despejar el camino.Eso hizo que Tyler soltara una carcajada sonora.—Por ello te dije que odiaba las jerarquías. Porque no valen de nada. —dijo él, con su tono más relajado, como si estuviera burlándose aún en el momento en el que tenía más desventajas. —Los alfas no sirven de nada, tampoco los beta
(Ema)Los temblores en mi cuerpo a causa del temor que sentía en estos instantes se multiplicaban conforme seguía en mi escondite. No saber que sucedía allí afuera era devastador. No tenía nada con lo cual defenderme. Me hallaba allí, sin armas, sin poder fabricarlas siquiera, con la impotencia a flor de piel. No era para nada justo, esto que me sucedía era una completa locura.Mi vida había cambiado tanto. No podía evitar traer a la actualidad los momentos felices y quedar paralizada ante este horrible futuro que no parecía ver la luz.Vamos, conduce este maldito auto, me dije a mi misma, para salir de la inactividad espantosa en la que me hallaba. No era sencillo como solo arrancar, aunque así lo pareciera. Él valor parecía extinguirse de mi cuerpo. Levanté mi cabeza fuera de la ventanilla, viendo como Zhang, Kal, Tyler y Nat comenzaban a marcharse hacia otro sitio. Estaban siendo perseguidos por una cantidad de lobos abrumadora.Si quería seguirlos ahora era el momento. No tenía ar
(Keira)Llevaba mi vestido de bodas incluso en ese instante. El color de mis lagrimas era rojo, como las flores que traían las damas de honor. Pero mi prometido estaba en el suelo ahora, en el lapso de mi sueño y la realidad, cuando Ema comenzó a despertarme para que los ayudara.Pero no había servido de nada, mis poderes solo repelieron a los enemigos, pero no salvaron al hombre que yo amaba.Iker se retorcía en el suelo, mirándome aún con sus ojos enamorados y brillantes. Eso me hacía entristecer hasta lo profundo de mi alma.Por más que intenté esforzarme porque mejorara con mis poderes, no había ningún cambio. Las muchachas arrojaban los ramos de flores en el aire, los anillos de compromiso brillaban en mis manos, multiplicándose sin sentido alguno. El humo me envolvía. Sin embargo, la vida no volvía a su cuerpo.Solté un grito de horror, desde lo más profundo de mi pecho, desgarrando mi garganta. La guerra se había cobrado la vida de lo que más me importaba.Los lobos tenían rost
(Zhang)Sostenía a Ema entre mis brazos para que no interrumpiera lo que estaba sucediendo, mi instinto de lobo me mandaba a hacerlo, a no dejarla ir. A pesar de que Iker agonizaba y Keira, parecía estar dentro de una alucinación.No comprendía en lo absoluto lo que estaba pasando, intentaba seguir mis instintos para no caer en el pánico atroz.Cuando Keira empujó en el aire a algo que no alcanzábamos a ver, los escalofríos me recorrieron de pies a cabeza. Era maleza, de un color dorado como el sol, eran hojas que caían de la nada misma. Lo que fuera que la estaba atacando, nosotros no podíamos verlo a la perfección. Pero estaba allí, eso era lo más evidente, algo la atacaba.Al segundo empujón, lo que sea que fuera se extinguió y la muchacha cayó al suelo, al lado de su lobo. El humo comenzó a envolverlos, haciéndonos a un lado a los presentes.Caímos hacia atrás. Intenté proteger a Ema para que no se golpeara contra las rocas. Ella me hizo a un lado, con un odio en los ojos que crec
(Keira)Deslicé mis dedos por mis brazos, para sentir la suavidad de mi piel humana. Era tan tersa, como si estuviera hecha de cera. Mi cabello acariciaba mi espalda, limpio y pulcro, como en el pasado. Miré mis manos, otra vez sonrosadas. El poder se extinguió dentro de mí, el demonio se había marchado para siempre. Sentía una relajación en cada parte de mi cuerpo, mis huesos, mis músculos, todo estaba en paz ahora. Cerré los ojos al escuchar el aullido de Iker. El estaba vivo, era lo más importante.Cuando empujé a mi hermana para pelear esa batalla, sabía que la muerte de mis dones le daría la vida a quien yo más amaba. En el fondo, siempre supe que era eso lo que Kat intentaba sacarme, porque con mi sangre de demonio lograría alcanzar la grandeza del lobo. Pero yo lo iba a entregar por propia voluntad, por amor.El aullido comenzó a llamar a los diferentes lobos de los alrededores, a los cuales había visto pelear en contra de los míos. Abrí los ojos para contemplar la escena de c