(Zhang)Me senté en el asiento del automóvil con Jayden al frente y Ema al lado. —¿Estás herida? —pregunté, mirándola a los ojos fijamente.Ella negó con la cabeza, al tiempo en que el auto aceleraba, Nat estaba conduciendo para despistar el resto de los autos. Tomaba caminos alternativos, pero aun así nos seguían.No podía creer que Nat siguiera con vida, nosotros tres habíamos sido testigos de su muerte y ahora, aparecía ante nosotros actuando como uno más del equipo.—¿Vas a decir algo? —pregunté con ferocidad, no podíamos confiar en él.Después de la tortura con los choques eléctricos que me propinó, ese tipo no volvería a ser de confianza para mí.Tenía suficiente de sus poderes en mi vida.—No, estoy todavía esperando que me agradezcan. —contestó con ironía el lobo de cobre. Poseía un sarcasmo intacto y cruel.Sus ojos habían cambiado, parecían ser más oscuros. Su mirada también, parte de su arrogancia se marchó cuando fue casi asesinado. No tenía sentido que pudiera sobrevivir
(Abi)Mi cuarto era un lindo sitio para estar. Mi cabeza me dolía muchas veces en el día, y no había más alivio que ponerme boca abajo y respirar con el diafragma, lo cual no tenía sentido. Luego de despertar de ese trance, mi vida, mi cuerpo y mi mente no volvieron a ser los mismos.Ahora sentía tantas cosas nuevas, la necesidad de estar aquí encerrada era constante. No comprendía porque y Kat, me decía que era lo mejor, porque si no podía correr algún tipo de riesgo. —¿Estás ahí? —preguntó Kat, tocando la puerta de mi alcoba conformable.Contesté que si y ella abrió la puerta desde afuera. Estaba envuelta en una bata de baño, recién salida de la ducha.—Desenreda mi cabello. —me dijo con amabilidad, ella tenía un modo de ser que me intrigaba tanto. Se sentó junto a mí, dándome la espalda para que pudiera peinarla.Entonces comencé a pasar mis dedos entre las hebras de su cabello recién lavado. A Kat le gustaban los peinados altos en estos momentos y yo me divertía mucho haciéndolos
(Jayden)No estaba de acuerdo en que Nat nos acompañara. El era un vil asesino, que no tenía ninguna clase de regla que seguir ni aprecio por nadie en específico.Tyler platicaba con él sobre la manipulación, como si fuera un tema normal y cotidiano.—No deberías hablar sobre eso. —dije, gruñendo. —Es una total falta de respeto.Pero Tyler sonrió con sarcasmo y buscó seguir haciéndolo, mirándome con desdén.—Así como un mafioso no puede decir lo que es correcto y lo que no, porque su moral es un cuento maldito —contestó con frialdad.El estaba convencido de que podía ser así de irrespetuoso con todos ahora que Iker no estaba para ponerlo en regla. Nat soltó una risa. Tyler odiaba a la mafia de los lobos y tenía sus razones, pero nos juzgaba como si nos conociera a todos y estuviéramos prediseñados.El automóvil era el ideal para escapar al ser extremadamente ligero y veloz, era una suerte que pudiéramos contar con este auto, a pesar de que vino con un dueño insufrible. La muerte de Na
(Zhang)No podía creer que los demás no vieran la escena tan magnifica que yo estaba contemplando con mis propios ojos. Puesto que, allí en frente, donde los árboles decoraban las veredas, un lobo plateado nos seguía como una sombra.Luego se sumó otro de ellos, uno de color rojo intenso, para que después, otro azul marino llegara. Nos estaban cuidando, podía verlo en este preciso instante, aunque los demás estuvieran nadando en su ignorancia.Era uno de mis sueños de niño, lo recordaba muy vagamente. Esa sensación nostálgica me atrapó, cuando corría en secreto por el bosque imaginándome que los lobos de colores me seguirían y que un día, yo sería el más especial de todos ellos. No por mi fuerza, eso no sería para nada importante, tendría el poder que ansiaba, el que los otros miembros de mi manada alcanzaron con los experimentos arduos.—Zhang. —dijo la voz de Kal, al tiempo en que Nat volanteaba para doblar de un modo muy brusco.—¡Oye! —gritó Jayden. —Ten más cuidado, o matarás a l
(Keira)No puedes estar tan desesperada, pensé para mis adentros. Ahora, sentía que la muerte me sujetaba de los talones mientas intentaba respirar algo que no sea la profunda pestilencia. Los insectos y alimañas que habían liberado para atacarme eran de lo más terrible.Cristian estaba próximo a morir, podía verlo en sus ojos. Antes, cuando recién comenzaron a ahogarnos, gritaba y pedía ayuda sin cesar. Pero ahora estaba callado, como resignándose a su posible muerte y sin fuerzas para patalear siquiera.—Cristian, escucha, tenemos que mantenernos flotando en la superficie. —insistí, no podríamos flotar si él se desmayaba, se hundiría y moriría en pocos segundos.Mi cabeza apenas si podía estar asomada, a cada segundo tenía que batallar por sacar la boca del lodo putrefacto que nos cubría.El no contestó nada, a pesar de estar flotando parecía muerto en vida.Charlie había estado cerca y el decidió ignorarme. Eso me lastimó tanto que creí, me rendiría a morir allí, ahogada en ese lod
(Narra Kat)El aroma de la victoria inundaba todos los lugares que frecuentaba. Vaya, esto era tan gratificante. Cada vez que me observaba me veía todavía más fresca, mas bonita, más radiante.Tomar un largo baño me ayudó a aclarar las ideas. Era tiempo de llevar a cabo el plan, luego de tanta espera, de todo ese tiempo perdido intentando. Ya no teníamos que intentar nada, ahora el plan era sólido y fundamentado. Charlie y Abi sabían muy bien lo que hacían, ellos tenían una inteligencia basada en su antigüedad ancestral. Sus conocimientos eran de antaño y su intuición, mucho más poderosa que la mía.Me tomé unos segundos para fantasear con la batalla ganada, Keira muerta y yo, con mi loba en mi máximo esplendor. Si todo salía bien, sería incluso más poderosa que el lobo de cobre, que cualquier lobo y también, que cualquier criatura existente, demonio, lo que sea. Esa imagen en mi mente me hacía sentir tan fuerte, poderosa.El olor cambió en el aire cuando salí del cuarto, dispuesta a
(Iker)No podía siquiera levantarme de la cama, ni aun cuando todos se hubieron marchado. Sabía que Kal y Zhang no volverían por el temor que sentían hacia mí. Yo no era un alfa en el que podían confiar y eso quedó demostrado ampliamente. Ahora me quedaba el exilio en mi propia casa, tendría un largo tiempo para pensar en todos los errores.La gente que me importaba estaba muy lejos de mi alcance. La depresión colapsaba todos mis instintos, con una fuerza que no lograba comprender.En mi mente, recordaba el rostro de Ryder y el de Greg todo el tiempo. Mis hermanos muertos, no volvería a verlos nunca en el mundo real y era toda mi culpa enteramente.Dormía sin parar, lo cual me hacía tener horribles pesadillas. Sostenía el cadáver de Keira en todas ellas, cuando veía la luz escapar de su brillante mirada, su cuerpo helado entre mis brazos. Ella no me aceptaría de vuelta, estaba seguro de ello, nadie querría que yo regresara jamás.El no escuchar ni una voz en toda la casa como si fuera
(Segunda de Iker)Mi propio lobo me había acorralado. Joder, esto era tan extraño. Me sentía atrapado dentro de mí propio cuerpo como si ya no tuviera consciencia humana. Era ese dolor que subía por mi cuello el que me impedía siquiera tomar las riendas o detenerme.Me hallaba corriendo, esa era la verdad, estaba transformado en lobo y corría como un completo demente. Pero la velocidad que estaba alcanzando trascendía con todos los límites que conocí alguna vez.Era puro instinto por fuera en estos momentos y por dentro, solo preguntas y más preguntas. La voz de Keira estaba marcando un camino, sí, pero lo demás era obra de mi lobo desatado, que seguía un rastro casi invisible que nos guiaba.La niña estaba en riesgo, eso si podía verlo.¿Podría un alfa derrotado como yo lograr algo?Era demasiado tarde como para cuestionármelo, el golpe en mi pecho me hizo saber que pronto nos acercaríamos a la guarida enemiga. Donde tenían presa a la niña, la sobrina que Keira hacía tanto tiempo me