El dolor en su mejilla se intensificó, podía asegurar que estaba mareada, un sentimiento recorrió cada partícula de su ser, luego de asimilar el dolor, el dolor de aquel golpe que había sido propiciado de parte de su esposo, una llama se activó dentro de ella.Abrió los ojos aún estando algo ida, es que no se lo podía creer, estaba estancada en su cabeza, parecía un sueño, una pesadilla.—Preciosa...Giró para encontrarse con los ojos arrepentidos de su esposo, sin pensar ni un segundo le devolvió el golpe con una fuerza increíble. El hombre lo aceptó, cerró los ojos respirando hondo.—Quita el seguro —ordenó la mujer.—Melany...—Quita el maldito seguro —masculló. —. Maldito infeliz —arrojó saliendo de la camioneta.En su interior había una mezcla de sentimiento, esos momentos donde la rabia que se apoderaba de ti no es suficiente, donde el dolor se siente como un cuchillo enterrado hasta el fondo. Donde lo peor de todo es que no tienes idea de cómo reaccionar, y sientes que ni siqui
“No puede ser. Esto no puede estar pasando.¿Con qué loco me casé?”Apoyó una mano a la pared cerrando los ojos con fuerza, su mente estaba hecho un desastre, no quería creerse lo que estaba pasando pero tampoco quería que su mente le jugara sucio, su esposo seguía siendo el mismo, sólo que ahora podía ser el mismo sin temor. El timbre de su celular la hizo reaccionar, miró el aparato recomponiéndose.Thiago: ¿Lo dices en serio?Ya no estaba tan segura, Thiago tenía talento y una larga vida por delante, ella no podía darse el lujo de arruinarle la vida, aunque dudaba de las palabras de su esposo, aún así, él había hablado con seguridad, como si no pasara nada si le hiciera algo al chico.“Sí, Thiago, eres el mejor”Giró para confirmar que su esposo no estuviera detrás de ella, no le gustaba ese sentimiento y no pretendía vivir así, pero era tan pronto, además, no podía crear un escándalo, tenía que buscar la manera de arreglar las cosas con Marcelo sin cruzar límites.Decidió subir en
PREFACIO CLIENTE PROHIBIDO El frío abrazaba su cuerpo debajo de la fina tela que cubría su adolorido y voluptuoso cuerpo, o lo que quedaba de ello, era una mujer realmente hermosa y con buenos dotes, que poco a poco fue desapareciendo. Había cambiado tanto físicamente como mentalmente, y en tan poco tiempo.Rascó su cabeza nerviosa, el guardia de aquel edificio le había dicho que no podía esperar a la persona que quería en su puerta, y en vez de quedarse dentro en uno de los sofás de recepción, decidió sentarse en la acera del lugar, frente a la húmeda carretera que sólo le proporcionaba más frío. Se abrazó a sí misma e inclinó la cabeza hacia delante mirando el asfalto que estaba entre húmedo y caliente, el olor a tierra le fascinaba, aunque en ocasiones ciertos lugares le daban asco, no todas las tierras olían igual, al menos eso sabía ella diferenciar.Levantó su cabeza de golpe al recordar que su objetivo podía pasar en cualquier momento, y que no podía perder la oportunidad, no
CAPÍTULO #1 CLIENTE PROHIBIDOCuando Marcelo se enteró de que sería tío, se volvió loco, a tal punto de que estaba dispuesto a pegarle una paliza a su hermana, estaba tan furioso que tuvo que mantenerse alejado de casa por dos días hasta que calmara su ira, pero, desgraciadamente el pobre novio de su hermana no se salvó como ella, él sí terminó en el hospital con una golpiza que casi le cuesta la vida.Todo dio un cambio radical, muy radical cuando la pequeña Emely nació, no había quien podía separar a éstos dos, Marcelo era el doble de sobre-protector con la niña que lo que era con su hermana, esa chiquilla se volvió sus ojos, podía estar furioso pero cuando la veía se volvía un niño, sin duda alguna, esa pequeña era su punto más débil.El sujeto se giró sobre su asiento para atender al teléfono, llevó el aparato a su oído mientras golpeaba el lápiz contra la mesa.—Bueno —saludó.—Hola, me preguntaba si podías pasar por Emely a la escuela y llevarla a sus clases de ballet, es su pri
CAPÍTULO #2 Había pasado tan sólo un día desde aquella vez que la vio, su sobrina recibía clases dos veces a la semana, por lo que pronto la volvería a ver, y aunque después de haberse bajado de su jeep luego de dejar a la niña no había podido pensar más en ella, hoy era distinto, puesto que le quedaba tiempo de sobra para hacerlo.Levantó el folder y decidió al fin revisarlo, tenía rato de que su secretaria se lo había traído, pero más distraído no podía estar, esa mujer había llamado demasiado su atención, pero ella ni siquiera la miró, suponiendo que todo el mundo lo conocía, eso era un golpe bajo.—Mierda —masculló colocando sus ojos en los papeles, miró con atención la lista sin dejar pasar ni un sólo detalle. Cerró los ojos con fuerza al ver una cifra demás y sin fecha, molesto se retiró de su escritorio y salió de la oficina.A todos los empleados se les puso la piel de gallina al verlo avanzando entre los escritorios con esa faceta de matar con la mirada, sus pisadas eran más
CAPÍTULO #3 ¿Qué hacía él allí?Su sobrina era una excusa barata para poder ver a aquella mujer que lo había cautivado, pero ése sentimiento sólo crecía cada vez que la veía. Apareció justo cuando ella bailaba la canción “Lento” de Daniel Santa Cruz, y eso sólo empeoró su estado, ella se movía de una manera extraordinaria y profesional, tenía controlado cada paso y no estaba siendo muy controladora, lo estaba viviendo, y él, él llevaba pendiente de cada golpe de cintura, sin importar el mínimo detalle, él llevaba a la par cada paso, sin omitir nada.Por accidente los ojos de la mujer terminaron en los suyos, y no pudo esconder su sorpresa, sorprendido y embobado no se preocupó en apartar la mirada.—Gauuu —exclamó la pequeña. —. Ella sí que sabe bailar —comentó emocionada.“Sí que sabe hacerlo” pensó él algo indignado.Suspiró cuando la música se detuvo, se apresuró en avanzar junto a su sobrina y entrar al salón, la niña se soltó de su mano y fue a reunirse con unas compañeras mient
Melany no estaba en el mejor momento de su vida, aparte de la caída de la empresa de su padre, su madre se encontraba enferma, aunque nunca le faltó nada siempre se mantuvo trabajando en lo que le gustaba, pero aquello no le daba el suficiente dinero para ayudar con la enfermedad reciente de su madre, y aunque con lo que aportaba ayudaba a su padre, mientras más empeoraba su madre, más se iban a la banca rota. Empezó a dar clases extras desde el inicio de la enfermedad de su madre, por más que quería ayudar a su padre con la empresa, no podía, no sabía absolutamente nada acerca de ello, lo que fue una total decepción para ellos, desde un principio ella mantuvo sus puntos claros, y aunque ellos no estaban nada de acuerdos con lo que ella había elegido estudiar, no tuvieron de otra que aceptar, pero era una gran vergüenza para ellos siendo ella la única heredera.Salió de la cocina tomándose un vaso de leche caliente, cuando intentó ir hacia la izquierda para dirigirse hacia
—Tiene una hija muy talentosa —comentó Marcelo. —. Y hermosa —agregó.—Eso sí —Rafael rodeó los hombros de su hija. —. Sino me equivoco es su fiesta ¿no? —señaló hacia Marcelo.—Sí, hemos obtenido uno de los tratos más importantes de éste año para la empresa, nuevos proyectos y entre muchas cosas —habló Marcelo con orgullo.—Eso es grandioso, de hecho tu apellido me es familiar.Mientras Melany se desesperaba, ellos más a fondo entraban en la conversación.—La familia Almeida, producción de azúcar y recientemente de petroleo —dijo Marcelo entrando ambas manos en los bolsillos de su pantalón.El padre de Melany meneó la cabeza asintiendo al reconocer al hombre, y no podía estar más satisfecho de que su hija conociera a tal celebridad, y en su mejor momento.—Papá —Melany llamó a su padre entre dientes. —. ¿Ya terminaste? —preguntó con seriedad.—No me digas que ya te quieres ir —exclamó su padre volteando a verla indignado. —. ¿Te aburriste?Melany no tenía planeado que excusa usaría,