«Ellos son mis hijos y ella su madre»Aquella declaración fue una bomba para los medios de comunicación, tenían delante de ellos mucho material. Incluso para escribir una novela de la vida del más joven de la dinastía Cameron y de su romance con la madre de sus hijos, pues, aunque todos conocían a la novia oficial de Henry, ninguno se molestó en preguntar por ella, algo que no pasó desapercibido para Henry, pues tras la noticia del retraso en la fiesta de compromiso, algo debió ocurrir; era una noticia que habría causado revuelo; sin embargo, Henry ya no pudo meditar sobre el tema, pues la mano de Holly lo jaló para llevarlo al interior del teatro.—Voy a marearme con tantas luces —musitó la niña, arrancando una pequeña risa en su madre. Un sonido que Henry sintió como el canto de las aves.—¿No era que querías ser actriz? —preguntó Bastian.—Sí, ¿eso qué tiene que ver? —le cuestionó Holly a su hermano.—Todo, si eres famosa van a perseguirte —le explicó Bastian.La idea no le gustó
Mina cerró los ojos al sentir el cálido aliento de Henry rozar sus labios y sin poder evitarlo le dio completo acceso a su boca. Era una locura, una verdadera y auténtica locura, no tenía excusas, ni siquiera estaba borracha como para justificarse detrás del alcohol, pero una vez que Henry tocó sus labios, ella no pudo resistir la tentación de probar su boca una vez más. «Solo una vez», pensó.El cuerpo de Mina se estremeció al sentir la lengua de Henry, saquear su interior, tocar cada rincón de su cavidad bucal, deleitándose en ella y llenándola de un deseo voraz que le recorrió el cuerpo como pólvora hasta humedecer su sexo. El gemido que abandonó sus labios quedó atrapado entre los labios de Henry, de repente, conscientes de lugar donde estaban.El rostro de Mina ardió a consecuencia de sus acciones, sin embargo, Henry no le permitió pensar, tomó su mano y la sacó de la pista de baile, rompiendo el mágico momento entre ellos.—Yo… —Mina trató de buscar una excusa. Quería dar
«Enamorados»Mina movió su cuerpo o por lo menos trató de hacerlo, pues sus extremidades estaban atrapadas bajo el peso de otro cuerpo.«Otro cuerpo».La realidad la golpeó con la fuerza de un guante de boxeo, aunque no debería sorprenderse, pues ella no había olvidado la noche anterior, no estaba borracha por más que deseara pensar lo contrario.—No te muevas, Mina, o no saldrás de esta cama hoy —musitó Henry, atrapando su cintura y pegándose más a ella.—Deja de decir tonterías, Henry, tenemos que llevar a los niños al colegio e ir al trabajo —le recordó, sin embargo, el hombre no se alejó de ella—. ¡Henry! —exclamó, queriendo y no, apartarse de su calor.—Mamá los llevará —musitó él, enterrando la cabeza en el cuello de Mina, provocando que un escalofrío recorriera la espalda femenina.—Todavía tenemos que trabajar —insistió ella.Henry ahogó una suave y melodiosa risa que provocó que su piel se erizara ante el contacto de su aliento.—¿Quieres huir de mí? —le preguntó.Mina meditó
«Deseo que encuentres el hombre adecuado y perfecto para ti».—¿El hombre adecuado y perfecto para mí? —preguntó como si no pudiera creer lo que estaba pasando.—Sí.—¡Ese hombre eres tú, Henry! Eres el hombre que amo y que estoy segura de que me ama, solo debes estar confundido —sollozó.Henry apretó los puños.—No estoy confundido, en mi vida, nunca he estado más claro que en estos momentos, Nicole, perdóname, pero el amor no se puede obligar —expresó.La mujer se encogió como si Henry la hubiese golpeado, se sentó y permaneció callada por unos largos minutos, en los que solamente sus sollozos se escucharon.—Lamento esto, pero no puedo seguir contigo, estando enamorado de otra mujer —explicó, no obstante, Nicole levantó su mano para hacerlo callar.—No te disculpes más, Henry, debí darme cuenta de que tu corazón no era mío, me ilusioné contigo y perdí. Perdí seis años de mi vida esperando convertirme en tu esposa y formar una familia juntos. Quizá era yo la única que lo deseaba y n
«Ella viene conmigo» Mina solo fue capaz de procesar aquellas tres palabras, pues la presencia de Henry en la habitación solo podía indicarle una cosa. Él venía como un hombre libre.—Bueno, en ese caso, yo me marcho. Disfruten la cena, no se preocupen por los niños, mamá estará encantada de seguir teniéndolos en casa —pronunció Daphne, tomando su bolso y saliendo de la oficina, dejando a Henry y Mina solos.—Viniste —dijo ella, sin siquiera reparar en la huida de la mujer, ella solo tenía ojos para Henry, su corazón latía locamente dentro de su pecho ante las expectativas de iniciar una nueva relación con él.—No voy a fallarte de nuevo, Mina —respondió, tomando la mano femenina, la cual llevó hasta sus labios y besó sobre el suave dorso de su piel.Un nuevo escalofrío recorrió la espalda de Mina, su columna vertebral se estremeció ante el contacto de su piel y el cálido aliento de Henry.—¿Eres, eres libre? —le cuestionó, cruzando los dedos, mordiéndose el labio, a la espera de la r
Los pasos sobre el césped del jardín no fueron discretos, si esa era la intención de su visitante, ella podía escuchar muy bien las pisadas de los zapatos, mientras se acercaban a ella.—¿Qué haces aquí? —preguntó Holly, elevando la mirada para ver al hombre delante de ella. El cielo estaba iluminado por la luna llena y las estrellas, hacía frío por la hora que era, no obstante, Holly no prestó atención a nada más, que no fuera su visitante.—Esa pregunta es la que debería hacerte yo. ¿Qué haces fuera de la cama a esta hora? —inquirió Logan Bennet, su guardaespaldas.—Nada —mintió. Holly se sentía mal, terriblemente mal por lo que había pasado durante la cena y con los invitados de sus abuelos, especialmente con Amelia, la niña se había robado la atención de Bastian y ella no sabía qué sentir o cómo comportarse. Necesitaba a su mamá, pero no quería interrumpir la cita que tenía con su papá.—Nadie sale de la cama a esta hora por nada, Holly, ven, te llevaré a tu habitación —se ofreció
«Está usted embarazada»Nicole esbozó una ligera sonrisa ante la noticia dada por el médico, mientras Henry se quedó en shock y no podía dejar de pensar en las palabras dichas por el galeno.«Embarazada»«Embarazada»«Embarazada»Un escalofrío le recorrió la columna vertebral y le enfrió el cuerpo, él no podía pensar con claridad sobre esto, en su mente se abrieron paso las palabras de Mina. «Confío en ti», le había dicho, sin embargo, Henry no podía evitar sentir que la había cagado de nuevo y esta vez en grande. Mina quizá no le perdonara esto que estaba pasando. Un hijo con otra mujer…—¡Henry, Henry! —llamó Nicole con la voz llena de felicidad, mientras el corazón del joven magnate se estrujaba dentro de su pecho, hasta sentirse asfixiado —. Henry, ¡estamos esperando un bebé! —gritó emocionada.Henry miró al galeno, no sabía la expresión que debía tener en el rostro, pues parecía que el médico se estuviera disculpando con él, ¿o era debido a que Nicole había mencionado la ruptura
Mina no recordaba si se había despedido de Alexander o no, caminó hasta el ascensor y bajó al estacionamiento para reunirse con Henry, quien ya lo esperaba recostado sobre el capó del auto, mirándola de una manera que ella no supo descifrar.—Hola —saludó ella, tragándose el deseo de hablarle de Nicole, no quería ni mencionarla en presencia de Henry.—Hola —respondió él, tomándola de la cintura y apoderándose de su boca. Henry no tenía planeado aquel asalto, no obstante, con el miedo bullendo en su corazón, quiso hacerlo antes de confesarse ante Mina y de perderla para siempre, pues estaba seguro que es lo que iba a suceder, apenas le dijera lo que ocurría.—¿Pasa algo? —preguntó ella, sabiendo que era así, el rostro de Henry estaba tenso y pálido: sin embargo, no quiso hacer deducciones, si algo había aprendido del pasado y con el tiempo, era a escuchar y no dejarse llevar. Todo tenía una explicación, siempre.—Tenemos que hablar, Mina —dijo en un bajo susurro.Ella asintió, se apart