La batalla en busca de Vasello y Moreno se había convertido en una obsesión para Raffil. Cada pista que obtenía lo acercaba más a su objetivo, y su determinación era inquebrantable. Un día, un informante reveló que Vasello había hecho una alianza con Moreno, un antiguo traidor que había sido parte de su organización. Esta noticia encendió una llama de venganza en Raffil. __“No puedo dejar que se escapen”, pensó, mientras se preparaba para actuar.Raffil tomó su avión privado y voló a Escocia, donde se decía que los dos estaban escondidos en un pequeño pueblo llamado Vulk. La idea de enfrentarse a ellos llenaba su mente de imágenes de justicia, y la necesidad de venganza lo impulsaba hacia adelante. __“No solo es una cuestión de poder, es un asunto personal”, __murmuró para sí mismo.Al aterrizar en el pequeño aeropuerto de Vulk, Raffil reunió a sus hombres. __“Esta es nuestra oportunidad. No podemos dejar que se escapen otra vez”, __les dijo, su voz resonando con autoridad. Sabía que
La tensión en la sala era palpable. Raffil miraba a Vasello y Moreno, sus ojos llenos de furia y determinación. __“Hoy es el día en que la verdad saldrá a la luz”, __declaró, su voz resonando con poder. Vasello, sintiendo la presión, sabía que no podía ocultar más.__ “Erik fue quien me buscó. Quería retomar la alianza y terminar con tu vida, Raffil”, __confesó, su voz temblando.Raffil se quedó en silencio, asimilando la noticia. __“¿Erik? ¿El mismo hombre que ha estado jugando a dos bandas todo este tiempo?”, __preguntó, su incredulidad transformándose rápidamente en rabia. __“Sí, él planeó todo. La muerte de tu hermana, Anastashia, tuvo que ver con él”, continuó Vasello, mientras Moreno, paralizado por el miedo, se orinaba encima al escuchar el nombre de Erik.__“Anastashia sabía cosas que no debía haber sabido. Nadie esperaba que se lanzara a detener la bala por ti”, agregó Vasello, su voz llena de desesperación. La revelación golpeó a Raffil como un puñetazo en el estómago. La trai
Raffil se encontraba en su despacho, sumido en pensamientos profundos mientras observaba las luces de la ciudad parpadear en la distancia. La noche era tranquila, pero su mente era un torbellino de emociones. El nacimiento de su hijo había sido un rayo de esperanza en medio de la tormenta, pero la sombra de Erik seguía cerniéndose sobre él.Victoria entró silenciosamente en la habitación, su rostro aún reflejando el cansancio del parto reciente. Sin embargo, sus ojos brillaban con determinación. Raffil la miró y sonrió débilmente, sintiendo cómo su presencia lo anclaba al presente.—¿En qué piensas, amor? —preguntó Victoria, acercándose para tomar su mano.—En todo lo que ha pasado —respondió Raffil, apretando suavemente sus dedos—. Erik, Vasello, Moreno... todo esto ha sido un juego de ajedrez, y yo he sido solo una pieza más.Victoria asintió, comprendiendo la carga que pesaba sobre los hombros de su esposo.—Has tomado la decisión correcta al no matarlos —dijo, su voz suave pero fi
La noticia de la captura de Erik se extendió rápidamente por la ciudad, como un incendio que consume todo a su paso. En las calles, los rumores corrían más rápido que el viento, y la gente hablaba en susurros sobre el hombre que había controlado el inframundo desde las sombras. Para muchos, la caída de Erik representaba un cambio de poder, una grieta en el orden establecido que podría traer tanto esperanza como caos.Raffil, sin embargo, no tenía tiempo para celebrar. Sabía que la captura de Erik era solo el primer paso en un camino arduo y peligroso. Desde su despacho, observaba la ciudad con una mezcla de determinación y preocupación. La responsabilidad de mantener el orden y proteger a su familia pesaba sobre él como una losa.Victoria entró en la habitación, su presencia siempre un bálsamo para sus preocupaciones. Raffil la recibió con una sonrisa cansada, agradecido por su apoyo constante.—La ciudad está en ascuas —comentó Victoria, acercándose a la ventana para mirar junto a él
El amanecer trajo consigo un aire de incertidumbre, pero también de renovada determinación. Raffil, con Anastashia a salvo, sabía que el tiempo era crucial. La revelación de su hermana sobre una organización más grande detrás de Erik había encendido una chispa de alerta en su mente. No podían permitirse bajar la guardia.En la sala de reuniones de su mansión, Raffil reunió a sus aliados más cercanos. El ambiente estaba cargado de tensión, pero también de esperanza. Anastashia estaba allí, lista para compartir lo que sabía. Mario, Matías, Box, y otros líderes clave escuchaban atentamente, conscientes de que cada palabra podía ser vital para su estrategia.—Gracias por estar aquí —comenzó Raffil, su voz resonando con autoridad—. Anastashia ha traído información que cambia todo lo que sabíamos hasta ahora.Anastashia se adelantó, su expresión seria pero decidida.—Como algunos de ustedes saben, Erik fingió mi muerte para proteger el código de una bomba, es decir, soy el código —explicó—.
La mañana siguiente, a la emboscada en el almacén, Raffil se encontraba en su despacho, rodeado de documentos y notas esparcidas por toda la mesa. La información que habían recuperado era vasta, pero también abrumadora. Había nombres, lugares y transacciones que necesitaban ser descifrados. Sabía que cada pieza del rompecabezas los acercaría más a desmantelar la organización que había estado operando desde las sombras.Anastashia entró en la habitación, su mirada llena de determinación. A pesar de las dificultades, su presencia era un recordatorio constante de lo que estaba en juego.—He estado revisando algunos de los documentos —dijo, tomando asiento junto a Raffil—. Hay varios nombres que reconozco, personas que solían trabajar con Erik.Raffil asintió, agradecido por su ayuda.—Cada detalle cuenta —respondió—. Necesitamos entender cómo se conecta todo esto.Mientras hablaban, Mario y Elena se unieron a ellos, trayendo consigo nuevos hallazgos.—Hemos encontrado una serie de transa
El sol apenas había comenzado a asomarse en el horizonte cuando Raffil se despertó, su mente ya llena de los eventos del día anterior. La grabación que habían obtenido era una prueba contundente de la corrupción que se extendía hasta los niveles más altos del gobierno. Sin embargo, sabía que exponer a la organización requeriría más que solo pruebas; necesitarían una estrategia cuidadosa para evitar represalias y proteger a los inocentes involucrados.En la cocina, el aroma del café recién hecho llenaba el aire. Victoria estaba allí, preparando el desayuno, mientras Anastashia revisaba algunos documentos en la mesa. La normalidad de la escena contrastaba con la gravedad de la situación que enfrentaban.—Buenos días —saludó Raffil, tomando asiento junto a su hermana.—Buenos días —respondió Anastashia, levantando la vista de los papeles—. Estaba revisando el plan para hoy. Tenemos mucho que hacer.Victoria sirvió el café, su expresión reflejando tanto preoc
El clima en la ciudad había cambiado drásticamente desde la caída de los líderes corruptos. Las calles, antes llenas de temor y desconfianza, ahora vibraban con una energía renovada. La gente comenzaba a recuperar la esperanza, y las noticias de las detenciones de los cabecillas de la organización se habían convertido en un símbolo de justicia para muchos.Sin embargo, Raffil sabía que la victoria no estaba completa. La organización aún tenía seguidores dispersos, y era crucial consolidar las alianzas que habían comenzado a formarse durante la lucha. Desde su despacho, Raffil se preparaba para una serie de reuniones importantes que definirían el futuro de la ciudad y su propio papel en él.La primera reunión del día era con un grupo de líderes comunitarios que habían sido fundamentales en movilizar el apoyo popular durante las protestas. Raffil sabía que contar con su respaldo era crucial para mantener la estabilidad y continuar el proceso de reconstrucción.El salón de reuniones esta