LeonoraÉl al hizo recostarse contra su pecho desnudo, mientras el agua tocaba cada centímetro de su cuerpo. Esperaba a que se moviera, que la besara o que mostrara que el placer también estaba torturándolo, pero no se movió. Se mantuvo a su espalda, al mismo tiempo que ella no dejaba de retorcerse con los ecos de su deseo volviéndose cada vez más grandes e intensos. No pudo permanecer callada.-Tócame -pidió ella a media voz.-Jamás imaginé que me pedirías algo como eso, luego de la conversación anterior -respondió él con ese tono oscuro que la golpeaba como veneno -¿dónde quieres que te toque, Leonora?Un gemido se escapó de sus labios como si esas palabras la hubieran acariciado. Su vello se erizó con anticipación y ella supo que estaba a punto de hacer algo realmente atrevido.Se alejó del toque de su esposo y se inclinó lentamente, mostrándole todo de ella en un movimiento donde quedaba completamente vulnerable para él. Se sentía tan bien y correcto, que no tuvo que detenerse en
GiancarloSe había levantado con los brazos alrededor del cuerpo sensual y cálido de su esposa. Con una sonrisa se acurrucó contra ella hasta que la alarma que Leonora usaba en las mañanas lo levantó, y luego él tuvo que levantarla. Entre risas escuchó sus quejas hasta que la desnudez resultó ser una ventaja y aprovechó para darse un festín entre las piernas de su esposa y así lograr que se despertara por completo con una sonrisa en el rostro.Y no fue un error hacerlo, porque debido a ese detalle, ella lo llevó hasta la ducha y lo dejó llenarla con intensidad y golpearla con embestidas salvajes hasta que el éxtasis los alcanzó. Fue rápido, pero placentero, le encantaba ver ese lado sensual de Leonora.Unas horas más tarde se encontraba en la oficina con su rostro lleno de seriedad. Aquel era otro día lleno de responsabilidades en el que su esposa lo acompañaría. Todos en la oficina se habían asombrado al verlos llegar juntos unas semanas atrás, nadie sabía cómo comportarse alrededor
GiancarloDisfrutaron del resto de su almuerzo con tranquilidad hasta que fue momento de regresar a la oficina. Él tuvo que continuar con todos los papeles en su escritorio, mientras Leonora regresaba a IA Artist para continuar con su trabajo diario. Se suponía que se reencontrarían más tarde para poder prepararse para la cena de esa noche y se sentía emocionado por ese encuentro. Estaba seguro del lugar al que llevaría a su esposa a cenar, tenía la impresión de que a ella le encantaría, por lo que no se arrepentía de ese hecho.Unas horas más tarde, cuando ya estaba listo para lanzar los papeles por la ventana, Santiago le indicó que era el final del día y que su esposa lo esperaba en la compañía de sus padres para que pudieran regresar juntos a casa. Ese anuncio lo había sorprendido, pero también le había agradado muchísimo. Sonrió mientras recogía sus cosas para poder marcharse a casa, se dirigió al estacionamiento sin mirar atrás y condujo hasta IA Artist sin dudar.Resultó que su
LeonoraMás de un mes había transcurrido desde que había iniciado su trabajo junto a Giancarlo. Los objetivos que habían alcanzado con el trabajo del hotel habían resultado impresionantes para todos, incluida ella. Todo el mundo en Future la felicitaba por las metas alcanzadas, los directivos ya no parecían tan fríos con ella, de hecho, había notado que muchos la habían aceptado para ese momento y la junta de la empresa, al menos la toleraba.Los empleados y directivos se dieron cuenta de que ella no se iría, poseía el apoyo de su esposo y le gustaba trabajar en el proyecto del que era encargada allí. Nadie dudaba ya de sus decisiones, lo que había hecho que todos los procesos fueran mucho más sencillos y el avance mucho más rápido, estaba emocionada de recibir las ganancias de aquel trabajo, pero también temía que se terminara. Se había encariñado de Future, y aunque todavía no aprobaba del todo su ambiente de trabajo, sentía que había logrado cambiarlo un poco desde su llegada.Se s
GiancarloReunirse con la familia Balboa ya se sentía como una gran presión desde que la invitación fue hecha por Luis Balboa, el padre de su esposa. Pero llegar a la casa solo para encontrarse con su propia familia esperándolos allí, pudo con su presión arterial. Estaba seguro de que tendría un ataque en cualquier momento, se sentía como una trampa que habían estado planificando a sus espaldas. Tomó la mano de su esposa para sentir un poco de apoyo, porque la conversación sincera que quería tener con Luis, ya no podría darse.Caminaron al interior de lo que parecía un jardín cubierto. Había varias mesas dispuestas en el espacio junto a todas las sillas necesarias. Observó todos los rostros que se encontraban en aquella casa y se sorprendió bastante. Sus padres, su hermano, su tía abuela, su primo junto a su esposa e hijas, todos sus familiares cercanos. Además, se encontraban allí también las dos mejores amigas de su esposa, Carolina y Anya, ninguna de las dos le sonreía.Se giró en
LeonoraUnos días más tarde después de la cena que sus padres habían hecho para recibir formalmente a la familia Rinaldi con la familia Balboa, todavía se encontraba haciendo cambios en su hogar. La cena había resultado un éxito, su padre había decido darle la noticia a Giancarlo de que deseaba trabajar con él en un proyecto de IA Artist, algo que había querido presenciar, pero no había podido hacerlo debido al malestar que había sentido en su cuerpo. Había sido extraño y repentino, luego se le había quitad del mismo modo.El resto de la celebración se había divertido, se había emocionado con las reacciones de su esposo a la aceptación obvia de su familia. Su pecho se había llenado de un millón de sensaciones distintas en las que la persona que resultaba ser el protagonista de sus pensamientos era Giancarlo. No había podido dejar de verlo esa noche, la forma en la que se relacionaba con su familia llamaba constantemente su atención y eso le gustaba.Esa tarde había decidido que por fi
GiancarloHabía llegado a casa solo unos minutos antes de lo que le había dicho a Leonora que lo haría, se había bajado del auto con una bolsa que había llevado para su esposa con algunos dulces de un café en el que habían almorzado luego de terminar ciertas partes del proyecto que Leonora estaba llevando para Future. Estaba seguro de que pronto cerrarían ese ciclo, para poder obtener los resultados que deseaban o incluso mejores, según lo que se decía en las conversaciones de la empresa.Estaba feliz, orgulloso de lo que su esposa había logrado, emocionado de poder trabajar finalmente con Luis Balboa y de que la relación que se había sentido forzada al inicio, se estuviera convirtiendo en algo mucho más cálido, profundo y bonito. Se había adentrado en la casa esperando encontrarse con Flor en la cocina, pero en cambio escuchó la conversación que su esposa estaba teniendo con su mejor amiga, la única que no lo aceptaba completamente todavía.Escuchó con atención la palabra amor siendo
LeonoraEstaba desnuda y recostada en el pecho de su esposo. Tres días después de la visita de Anya y la inesperada confesión, se encontraba disfrutando del hotel cinco estrellas con el que había estado trabajando. Resultó que su esfuerzo había rendido mejor de lo esperado y todo el mundo estaba tan satisfecho con las recompensas que había logrado que la ovacionaran con aplausos, en la oficina. Luego, su esposo se la había llevado de regreso al hotel para disfrutar y mostrarle lo que había logrado.Estaba en las nubes, llena de emoción y felicidad. Habían visto los nuevos accesos a las puertas, todos los aparatos tecnológicos actualizados, cada avance era una nueva alegría. Era por eso que cuando el dueño se había enterado de que estaban allí, los había invitado a quedarse, por una semana, en la mejor suite del hotel y ella se sentía como una princesa árabe en ese instante. Todo era maravilloso.Se movió entonces, cuando los brazos de su esposo la apresaron con intensidad y no pudo ev