Érika Camel El maldito sin sabor de su desprecio en aquella oficina de su empresa hace que me hierva la sangre aún, el recuerdo aún lastima como vidrios en el estómago. Esos vidrios sustituyeron a las pobres mariposas que revoloteaban en mi interior. Derek Mayer representa y es todo lo que no quiero a mi lado en este preciso momento. Ya no es hombre para mi, si hasta hace muy poco creí que mi único futuro soñado era con él, ahora me niego con cada célula de mi cerebro a pensar que sería posible una reconciliación o algún tipo de acuerdo o entendimiento entre nosotros. Mis neuronas por primera vez están pensando con claridad en mucho tiempo. Estaba ciega por el amor que me hizo sentir, pero ya no más.Si él fue inflexible anteriormente, ahora pues yo le demostraré de que pudo ser capaz. No tiene una jodida idea de con quien se metió. A la hora de jugar sucio, lastimar y herir las mujeres somos expertas, solo es cuestión de tener una razón de peso que nos deje bien motivadas para
Érika Camel «¡Santo Dios!... como no desfallecer en bajo su tacto si él muy ingrato besaba como los mismos ángeles».Con las hormonas totalmente revolucionadas y locas por la vehemencia sensual de los besos candentes de Derek Mayer, no luchó ni me resisto, solo me derrito como mantequilla suiza en los brazos del hombre que llevo semanas prometiéndome odiar hasta el fin de mis días. «Acabo de romper como mil promesas con este beso».Creo que mi cerebro a dejado de funcionar momentáneamente, «Debería tener un letrero brillante en la frente en el que se leyera "Neuronas totalmente colapsadas"»como si me hiciera más tonta con cada nuevo ataque de su boca sobre la mía. Los últimos rastros de vida inteligente en mi cabeza desaparecieron en el preciso instante en que me entregue a las sensaciones deliciosas que despierta este hombre en mi. Entregarme en sus brazos no era razonable como tampoco lo era seguir dejando que me devorara la boca y me abracé entre sus brazos de acero. Aunque
Derek Mayer Si no me terminaba matando por la forma en que salí conduciendo del jardín de los Camel hace un instante , juraba darle una zurra a la inconsciente de Érika Camel. Eso si el clima no hacía lo suyo antes. El frio me terminaría por matar por meterme bajo semejante lluvia. Aunque debo decir que eso tampoco enfrió lo furioso que salí de allí. Estaba enojado, furioso con esa bendita bruja. Se plantó frente a mi con su cara lavada, sin gota de consideración y se comportó como la malcriada engreida que estaba acostumbrada a ser. Era una bruja la muy condenada, porque aún me tenía hechizado bajo su maleficio, aún la veía y desdeñaba venerarla de pies a cabeza. Tenía que ser la descendiente sanguínea de las brujas de Salem… seguro una descendiente directa de una de las arpias que se escapó de la hoguera. En algún libro de la época debe estar registrado el apellido Camel relacionado con brujería, por qué no había otra explicación. Cómo diantres se me ocurrió que esa loca mu
Derek MayerDesperté un poco desorientado eran sobre las ocho de la noche y me encontré con alguien zarandeándome con violencia en las penumbras de mi habitación. ¿Dominico?¿Dominico? ¿Qué m****a te pasa?« ¿En que m****a regreso tan pronto?» murmuro pero él no logra entender mi balbuceo.Retrocedió un poco al saberme despierto y me observo con verdadera preocupación en el rostro. —¡¿Por que m****a no te adoptaron los Camel? — alcancé a gruñir antes de incorporarme restregándome los ojos con las muñecas. —¡Despierta Bro! ¡Tenemos problemas!— soltó y podría jurar que está pálido. Prendí la luz de la lámpara en la mesa de noche. La verdad es que si, Dominico lucía pálido.«¿Lo habrían castrado las hermanas Camel con el propósito de ofrecer sus partes íntimas como parte de un sacrificio satanico? » . Me regañé mentalmente y aleje las idioteces de mi cabeza. Mejor me disculpaba con Dominico, pues no estuvo bien dejarlo abandonado, pero tampoco tiene que estar tan intenso. —Se q
Erika Camel Finalmente regrese a mi habitación alacarr la noche después de tomar una cena ligera junto a mi padre y Jul. La tarde había sido más intensa de lo que preví esta mañana cuando me liberaron del minúsculo calabozo de la comisaría. Ilusa yo que creo que tendría una jornada apacible y de placido descanso después de casi terminar en una cárcel federal por mi propia idiotez. El día se había complicado en cuanto pise mi propia casa y Derek Mayer se atrevió a aparecerse aquí con ese maldito carácter que lo caracterizaba. Verlo tan pronto había encendido como una cerilla mi cuerpo traidor, me había llenado de dudas al respecto de lo que vendría por delante. Dudas de lo que haría con él. Era más fácil odiarlo cuando lo creía totalmente perdido, pero es mucho más complicado odiar a un hombre que ruega por una oportunidad y mucho menos cuando ese hombre es un dios aleman sensual con una verga anómala y gigante. La lluvia cayendo durante toda la tarde noche no me dejaba sosegar
Derek MayerAún no supero el contenido del documento que Dominico acaba de leer, tampoco mi hermano lo asimiló del todo vale destacar, hay total desconcierto en su rostro. Se le nota perdido y ausente como si estuviera buscando en su memoria un indicio por más mínimo que fuera de que su madre querida fuera capaz de hacer eso con nosotros, con sus dos hijos. Debo decir que el luce mas desencajado que yo. Está en total shock, pero arde de ira contenida contra el viejo venenoso que tenemos en frente y contra todo lo que le recuerde a los Aubrey.«¿Dominico enojado y sorprendido?» «¡El fin del mundo ya está cerca sin temor a equivocarme!»Me duele el corazón por verlo así, su amor platónico por la alemana que lo trajo al mundo se acaba de romper irremediablemente. Esto a mi hermano no se le olvidará jamás, ni en mil años y la decepción que veo en su rostro es más dolorosa que quedarme sin un euro o perder las propiedades que pertenecieron a mi padre en Alemania .Con dolor en el a
Érika Camel Me desperté temprano como de costumbre, debían ser cerca de las seis de la mañana, pero me sentía agotada como si hubiera dormido a penas un par de horas y el tiempo restante hubiera corrido una maratón por todo New York. Creo que en el fondo mi subconsciente no me permitio descansar nada. Tanto tiempo de estrés ya le estaba pasando la factura a mi cuerpo y los síntomas de cansancio ya se reflejan en mis horas de descanso que no estaba resultando efectivas. El embarazo me ponía aún más vulnerable y aunque estaba feliz me mantenía constantemente cansada. Aunque había leído que me sentía constantemente cansada por los descensos de la presión arterial de los primeros meses durante la gestación. Me obligue a desperezarme y aparte las cobijas se encima de cuerpo. Palpé y acaricié mi abdomen, continuaba demasiado plano pero algo maravilloso vivía allí, sonreí ante la idea de tener un bebé pequeñito formándose justo debajo de mis manos. Mire a mi alrededor y las gruesas co
Érika Camel Completamente emocionada y conmovida por el apoyo incondicional que me brindaba mi padre en este difícil momento, me lancé con los brazos abiertos y me aferré a su cuello como si yo fuera una niña pequeña. Es que la seguridad que ofreven los brazos sobreprotectore de un buen padre de siente realmente igual no importa la edad que una tengas o lo independiente que te creas. Me acabo de percatar que da lo mismo... cuatro años... ocho... dieciséis... veinticinco años... es el mismo sentimiento cálido de estar a salvo de todo mal y le agradecí al cielo por ello. El abrazo me afecto más de lo que quisiera reconocer, Ya que me sentía más vulnerable en este momento de mi vida. Embarazada, siendo soltera y con miles de problemas con el padre biológico del bebé..: en mis sueños infantiles no era así como iba el cuento. Uno siempre enajena la fantasía de primero casarse, disfrutar del matrimonio y luego conseguir el número de teléfono de la cigüeña para que se pasara por casa.