— ¿Qué te parece River? Es un nombre unisex, útil para niño como para niña.
— ¿Qué te parece si cierras la boca y caminas más rápido? Esta es la última manada y luego serás libre.
—Asedora, necesito un nombre, el bebé vendrá en seis semanas, o menos, y aún no tengo nada, ¡ni siquiera al padre!—Sentí una patada ante la mención de su padre, sonreí y me llevé una mano a la parte golpeada. —Creo que alguien está ansioso por conocerlo.
— ¡Cazadora!—Se escuchó un grito, ocasionando que oculte mi embarazo de inmediato con el hechizo que Asedora me dio cuando fue imposible luchar con semejante bulto. Desenvainé a Híbrida.
— ¿Lista?
— ¿Acaso lo dudas?—Le dediqué una mirada burlona y corrí a la manada, carg&a
Cedric terminó sobre Arwood, quien se había puesto frente a mí para protegerme con su cuerpo. Oculté mi embarazo con rapidez y me apresuré en acercarme a separarlos, Cedric no cedía en su ataque en defensa de su hermano, por lo que no tuve otra opción mas que darle una patada en la entrepierna. Lanzó un aullido lastimero y rodó lejos del cuerpo arañado de Arwood, lloriqueando por lo bajo.Intercambié una mirada con Colm, quien se debatía entre ayudar a su hermano o quedarse de mi lado y no hacer nada. Me crucé de brazos y alcé una ceja, desafiante, su decisión definiría dónde iba a dormir hoy, si a mi lado o en el sofá, si es que hay un sofá en este lugar.Al final eligió a su hermano, por lo que saltó sobre Arwood, así que me coloqué frente a él y Colm se detuvo antes de derribarme o tocarme siquiera. L
Colm's POV—Tenemos que hablar. —Puse cara de pocos amigos ante la petición de Arwood.—Tú y yo no tenemos nada de qué hablar. —Sentencié y miré sobre su hombro, donde Hope se encontraba mirándonos con preocupación.—Es sobre Hope. Sé que discutieron.—Ah, además de amante eres su vocero, perfecto. Ve y dile que puede irse muy a la mierda, y tú con ella.—Sé que estás molesto.—Estoy furioso. —Aclaré, puso los ojos en blanco.— ¿Podrías escucharme, por favor? El hecho de que tú y ella peleen le hace mal en su estado, no sé si lo recuerdes pero está embarazada y eso le afecta al bebé.—Solo te preocupas porque es tu hijo.—Colm...—No, no quiero escucharte. —Le di la espalda,
La Cazadora ha vuelto a Rising Moon, trayendo así a los Rastreadores, a dos de sus mentoras y a Arwood, un brujo de magia negra padre de su hijo no nato quienes serán de gran ayuda para la guerra.Detrás de ella ha dejado una estela de masacres, tomas de poder y a una poderosa hechicera como Alpha y Jefa de múltiples manadas y clanes, quien está sedienta por tener el poder absoluto sobre todos los clanes y mandas existentes. Poder que la Cazadora no está dispuesta a ceder en bandeja de plata, oro o bronce.La guerra está por estallar, ¿preparados?A luchar.
El llanto del bebé inundó la habitación.Dejé de pujar y volví a recostarme entre los enormes almohadones de la habitación. Arwood besó mi frente con rapidez antes de correr hacia la mentora menor, quien llevaba en brazos a nuestro hijo.—Es Korbin. —Musitó Arwood tomándolo en brazos con delicadeza, sollocé y Aurora secó mi frente con un paño húmedo.—Lo hiciste bien, Hope. —Masculló Ryan a mi lado mientras movía los dedos, intentando hacer que la circulación volviera a ellos. —Y tienes un agarre de acero.Reí y Arwood me pasó a mi pequeño, lo tomé en brazos y aprecié su rostro rosado e hinchado. Sonreí y besé su cabeza, donde ya había un poco de cabello, negro como la noche.—Esperemos que saque tus ojos. —Murmuró Arwood sentán
— ¿Van a volver a entrenarla?—Exclamó con incredulidad Arwood.— ¿Desde cero?—Siguió Colm con Matty jugando con su cabello.—Así es, no sabemos qué tan grave es su trauma.—Queremos asegurarnos que no ha olvidado nada, y si olvidó algo lo volverá a recordar.— ¿Estás segura de que quieres hacer esto?—Me preguntó Cedric con su hija en brazos, suspiré y asentí.—Mi más sentido pésame, hermana, vas a volver a sudar y sangrar. —Milo sonrió con burla mientras palmeaba con fuerza mi hombro, nuestras mentoras miraron a mis hermanos con una sonrisa.—Ustedes también van a entrenar.— ¿Qué?—Chillaron los tres.—Los entrenamos para ser Rastreadores, no Cazadores.—Es muy diferente pelear contra un humano mejorad
Miré incrédula a Abraham, quien se dedicaba a observarme de arriba a abajo con cierto desdén, alcé una ceja, inquisitiva, y me levanté, encarándolo. Claro que tuve que echar la cabeza hacia atrás debido a que había crecido como tres cabezas desde la última vez que lo vi.— ¿Cómo es posible?—En nuestro mundo todo es posible. —Se limitó a responder antes de tomarme con fuerza por el cuello y comenzar a apretar. —Vas a pagármelas, Green, con tu sangre y de quienes más amas. —Apretó aún más, haciendo que mi vista se desenfoque y puntos negros la invadan. —Nos veremos pronto, amor.Me lanzó con violencia contra el árbol más próximo, ocasionando que mi columna vertebral se partiera, dando paso a mi muerte. Lo último que vi fue a Colm abalanzándose, furioso, contra
—Ustedes saben rastrear cazadores, pero no a las criaturas que ellos cazan. —Explicó Theodora, la mentora menor, mientras paseaba delante de nosotros. —El entrenamiento del día de hoy comenzará en cuanto liberemos a nuestros prisioneros, y tranquilos, hemos puesto una protección que rodea tres kilómetros a la redonda para que no escapen.—Su tarea será luchar con ellos, cazar a los que escapen y traer a la mitad con vida y a los demás sin ella. —Terminó Célere, la del medio. Asentimos. — ¡Ahora, Spencer!Tomé con fuerza la empuñadura de mi espada y me puse en guardia, mis hermanos solo tensaron los músculos, puse los ojos en blanco, pobres idiotas. Una vampiresa se lanzó sobre Ryan, una loba fue a por Milo y Tyron, y un lobo me derribó de costado, bufé y lo pateé en el abdomen, mandándolo a volar unos metros le
Detuve a Milo en su carrera hacia las escaleras y lo arrastré a la habitación de Colm, donde lo dejé como guarda de Korbin y Mathyas antes de correr a toda velocidad escaleras abajo junto a Arwood.— ¿Qué pasó?—Pregunté a nadie en particular entrando en la habitación de Célere, quien se encontraba sangrando e inconsciente en el suelo.—Asedora... ella hechizó a Chelzea y atacó a mi madre cuando intentó interferir. —Sollozó Aurora con su hija en brazos.—Déjame verla. —Murmuré y se la quité de los brazos, observando con atención su diminuto cuerpo. —No puede ser. —Gruñí y corrí fuera de la habitación, el resto me siguió con rapidez. —No está hechizada, está envenenada. —Expliqué mientras la ponía en la cuna de la cocina. &mda