Capítulo cuarenta y tres.

Tres sombras de carácter masculino aparecieron tras ella y la luz inundó la habitación, Calíope y yo miramos en dirección a la puerta y Colm entró seguido de Spencer y Cedric, quien mostró los colmillos.

— ¿Quiénes son?—Bramó, miré con atención a los recién llegados al igual que Calíope.

—Ay, mierda. —La escuché murmurar al reconocerlos.

El más alto de los tres recién llegados era rubio cenizo, sus ojos eran dorados y tenía una especie de cicatriz en el pómulo izquierdo en forma de un rayo. Era extremadamente atractivo. Su cuerpo era fornido y debía medir dos metros, si no es que más.

El siguiente chico tenía los rasgos del rostro más marcados, su piel era morena y rizos castaños obstruían la visión de sus ojos oscuros. Tenía una impresionante ca

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