ExtraMarco Todo en mi familia estaba mal, absolutamente todo. Por ser el menor siempre supe que todos me ocultaban las cosas, y no importaba que tanto luchara, siempre era el último en enterarme y muchas veces lo agradecía, porque de la empresa, lo único que yo quería era expresar mi trabajo.La arquitecta era mi sueño desde pequeño, desde que mi abuelo me llevaba a todos sus proyectos. Era algo que yo tenía en común con él y eso me llenana de orgullo, porque aunque Dante era el mayor, el heredero de todo, yo era el heredero de las habilidades del abuelo. Él me enseñó todo lo que sabía y me dejó todas sus herramientas de trabajo, las cuales atesoraba como no tienen idea. Eran viejas y eran las más cuidadas. Y aunque amaba la arquitectura, el arte, la libertad de expresión era algo que siempre había llamado mi atención, por eso mismo, usé un nombre anónimo para exponer mi arte en una galería de la ciudad. Lo que jamás me imaginé, es que una de mis visitas a esa galería como incógnit
Ava Llegar a Londres era simplemente un respiro. Lo primero que hice al bajarme de ese avión fue correr por todo el aeropuerto directo a los taxis. Sé que Dante me llamó y se ofreció a llevarme, pero no quería que viera donde vivía, así que me fui ignorando su llamado. Además, se supone que al llegar aquí iba a tomar distancia y eso es lo que estoy haciendo. Apenas llego al apartamento, subo corriendo, lo más rápido que puedo con la maleta y el bolso encima. Mis hermanos deben estar en clases todavía, así que entro al apartamento y respiro profundo cuando veo el desastre que han dejado. Hay gotas de sangre por todos lados y en algunos lados parece como si alguien trató de limpiar con un trapeador y solo empeoró todo. Suspiro y me quito todo para después empezar a limpiar, botar lo que no sirva y recuperar lo que tiene un poco de salvación. Tal vez debería ir comprando los muebles nuevos antes de mudarnos, porque no quiero llevarme nada de esto. - Me alegro que hayas vuelto.- me
Ava Dante decidió quedarse, arruinando por completo mis planes de ir a visitar a mi madre al hospital y también, provocando que mis nervios se mantuvieran conmigo en todo momento, mientras esperaba que Kyle llegara con Anna, ya que hoy le tocaba buscarla en vez de a Jessie, por eso ella había llegado más temprano. Yo no sabía muy bien que hacer, ni cómo proceder con mis hermanos en presencia de mi jefe, que aunque había tratado de correrlo, él simplemente se negó y ahora estaba sentado en el sofá, viendo una serie de televisión, con mi hermana mirándolo acusatoria mente desde el sillón. - Entonces, ¿Cuáles son tus intenciones con mi hermana? - le llamo la atención y ella solo me ignora, yo suspiro con el rostro rojo y sigo haciendo la pasta a la boloñesa, no porque Dante sea italiano, sino que da la casualidad que esa es la pasta favorita de mis hermanos. - ¿Quieres que te responda con la verdad? -Claramente, si no, no te estuviera preguntando.- suspiro. -Jessie.- la reprendo y
DanteLos ojos de Ava muestran la lucha que está teniendo consigo misma. No sabe que decir y eso me causa gracia. Ella realmente es una mujer que ama su trabajo y lo entiendo perfectamente, porque está en una situación delicada, sin embargo, lo que digo es cierto, yo no voy a permitir que la despidan por algo tan ridículo como es involucrarnos, porque eso no es problema de nadie. - Yo... Creo que lo mejor es que dejemos esto aquí, por el bien de todos.- suspiro y sonrio lentamente, acercándome otro paso, sonriendo con más confianza cuando llevo mi mano a su cadera. Ella no se aleja, porque su cuerpo, aunque se niegue, sabe perfectamente que reacciona a mí.- Ava, ¿Me estás rechazando? - pregunto y ella se sonroja inmediatamente.-No te estoy rechazando... Bueno, en realidad si lo estoy rechazando, porque soy su asistente y usted es mi jefe, por ende, es completamente indebido está situación. Usted debería estar en su casa, no aquí y no puede besarme cada que vez que guste... Más bien
El sonido retumbante de gritos de miedo, de furia y de dolor llena el pasillo nunca silencio. Los pocos vecinos que caminan, llegando o yéndose, nos miran con lástima, pero nadie dice nada, porque todos en este edificio tienen problemas, y los nuestros, son solo importantes para nosotros. Aprieto a mi hermanita de 4 meses contra mí pecho y miro a mis otros hermanos, todos agarrados de mi camisa fuertemente. Tal vez no sea capaz de escuchar sus corazones, pero prácticamente puedo sentir como laten con fuerza por el miedo a lo que esos gritos en nuestro departamento significan. Demasiados problemas. Trago saliva y respiro profundo, pensando en que debo hacer para cuidar a mis hermanos. -Tal vez deberíamos ir al parque otro rato.- hablo y miro a Kyle, mi hermanito de 9 años. El mira a Jessy, quiero pone sus grandes ojos verdes en los míos, se muestran tan asustados que lo único que quiero es entrar al departamento y pedir que por favor, se detengan, lamentablemente sé que eso nunca
Miro el reloj en mi muñeca y muevo mis pies al ritmo de la música que suena por los altavoces del metro. Tengo aproximadamente una hora para dar una entrevista de trabajo que me puede salvar de los deudas por un tiempo, si logro conseguir el trabajo, claro; y luego correr de vuelta a mi trabajo actual, orando para que me acepten aunque sé perfectamente que hay mejores candidatas que yo. Cuando cumplí 18 años, frené mis estudios por el bien de mis hermanos, ya que mi madre no es una figura materna estable. Sus únicos días buenos, son una vez cada 5 meses, así que yo tuve que salir a trabajar para sacar a mis hermanos adelante... Al menos estoy tratando, con lo poco que ganó en cada uno de los tres trabajos que tengo.De las 5 de la mañana hasta las 11 de la mañana, trabajo en una cafetería como ayudante de cocina y camarera cuando se apertura el local. De 12 a 6 de la tarde, trabajo como camarera en un restaurante y de 8 a 2 de la mañana, trabajo en un bar, dónde considero que ganó me
Una mujer rubia de ojos oscuros me señala la silla con la mano y yo camino directo, saludando mientras saco mis papeles de mi bolso de lado para colocarlo en la mesa. - Me han hablando muy bien de tí.- habla por primera vez, sin responder mi saludo, solo va directo al grano. -El señor Harrison es un cliente antiguo dónde trabajo.- asiente y toda mi currículum, mirándolo por encima. -Veo que hablas tres idiomas, muy interesante... Teniendo en cuenta que nunca cursaste la universidad.- trago saliva y asiento, tratando de verme seguida y confiada. -No asisto a la universidad por responsabilidades más grandes, sin embargo, nunca he dejado de estudiar y tengo un nivel de compromiso perfectamente comprobable. - ella vuelve a mirar el currículum y asiente lentamente. - Eso puedo ver. Tienes excelentes referencias laborales, y llevas más de tres años trabajando en la misma cafetería... Sin embargo, ¿Qué te hace pensar que eres la indicada para el trabajo? - respiro profundo disimuladame
- Te ves hermosa.- le sonrío a Anna por el espejo.-Gracias, ¿Me veo profesional? - le pregunto y ella asiente.-Claro que sí. Te ves como una princesa... Una princesa inteligente.- me río y le lanzo el beso. Me miro al espejo y suavizo un poco la tela de color Melón. Ayer saliendo de la entrevista de trabajo, fui de nuevo a la tienda de segunda mando y conseguí está conjunto en excelente precio. Tiene unos detalles en la parte baja del pantalón, Pero nada que no se pueda solucionar con una aguja e hilo.- ¿Me vas a desear mucha suerte? - le pregunto y me recojo el cabello, que de igual forma me llega más abajo de los hombros, solo que en una sola cola.- Claro que sí. Desde que te vayas hasta que llegues, voy a estar orando por ti. - le sonrío y camino para darle un beso encima de la frente.-Estaria muy agradecida. Te amo demasiado, pichurra.- le digo en español.- Y por cierto, necesito que te comportes con la señora Parker. No hagas desastre y trata de ordenar todo lo que desórdene