Inicio / Romántica / Cautiva por el mercenario / Capítulo 21. Atando cabos
Capítulo 21. Atando cabos

Jacinto descansaba en la terraza de su mansión, recostado en una silla de extensión cerca de un frondoso árbol.

Sabía que debía prepararse para las malas noticias que Zambrano, su jefe de seguridad, venía a informarle. Una extraña sensación lo embargaba y lo hacía sospechar que algo no marchaba bien.

—Señor Castañeda, disculpe que lo interrumpa.

Con ojos adormilados Jacinto lo miró y apreció la tensión en su rostro, a pesar de que su escolta tenía parte de la cara oculta tras una barba espesa.

—¿Qué noticias me traes?

—No son muy buenas, señor.

Jacinto suspiró y se incorporó en la silla para quedar sentado frente al sujeto.

—Los hombres de Lobato perdieron por segunda vez a la joven, sigue en manos del inspector. Tres ejecutores quedaron mal heridos en un terreno privado, la policía los tiene bajo su resguardo en el hospital. Los residentes alegan que eran narcotraficantes que iban a esconder drogas en la zona, y por supuesto, encontraron varios paquetes en la cajuela del auto. Aunque
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo