Nessi sostuvo a su conejo en una de sus piernas, tratando de no darle más libertad debido a los tres perros que lo habían correteado esa mañana, por ello veía con el ceño fruncido a Nerón, aunque este apenas iba pasando sin percatarse del pequeño animal.

Se relajó cuando lo vio alejarse, sabiendo que debía ser más cuidadosa y no dejarlo libre de nuevo. Ellos jugaban muy rudo y lo podían lastimar. Sabía que no era por atacar, pues su padre le aseguró que no lo dañaría y confiaba en él.

Su decaimiento iba más por no haber visto a su padre tanto tiempo. Se despidió de ella y lo vio triste. Su papá nunca estaba triste, pero cuando se fue sí y eso la tenía sin apetito.

Le sostuvo la pequeña zanahoria a su amiguito cerca de su boca para que comiera tranquilamente, cuando escuchó a su tío Santos hablando en la entrada, saludando a alguien.

__ Estamos preparando el sistema como lo dijo Marc, señor.

__ Iré en unos momentos. - dijo su padre y en cuestión de segundos la niña se emocionó, curs