Por la vida

Los días que transcurrieron de espera colmaron a Maya de una ansiedad fatal, haciendo que no lograra dejar atrás los pensamientos cargados de miedo. Miraba al pequeño Teo y su mundo cambiaba, tenía el instinto tan fuerte de querer protegerlo a toda costa y no comprendía muy bien porqué. Era un instinto maternal que tuvo desde que perdió a su hijo, hacía unos años, cuando su vida pareció terminar con ese final amargo. No se había rendido, seguía en la pelea y ahora tenía a alguien al cual proteger. Teo la veía como a una madre, pero todavía no olvidaba a la verdadera. A Maya siempre le parecía una ironía cruel que fuera su hijo, porque Ruth y ella estaban unidas por la muerte y la venganza desde el día en que le arrebató lo que más amaba. Ojo por ojo, un baile inestable, con vínculos rotos.

Maya rememoró ese día con las lágrimas a punto de salir, no obstante, se detuvo al ver que Teo despertaba de su siesta e iba hacía la cocina. Era un niño con un apetito voraz, ella comprendía que se
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP