Carolina en aquel instante se había quedado estupefacta que, si una a aguja la pincharía no tendría ni una gota de sangre donde salir, cuando escuchó aquella noticia que Alejandro ya estaba casado con Kelaya, ella solo apretaba sus puños por debajo de la mesa de la rabia que estaba sintiendo en ese momento.

Era tanta su rabia que, después de que escuchó que ellos ya estaban casados, no pudo prestarle más atención a Margie, ni siquiera escuchó, cuando esta le dijo que Kelaya era su mejor amiga.

Margie, que le gustaba hablar, seguía hablando como un lorito y no se había dado cuenta la cara que había puesto Carolina, hasta que esta le tuvo que decir que se sentía un poco mal y era mejor dejar la conversación para otro día, puesto que se tenía que ir, ahí fue que Margie la miro y se dio cuenta de que no se le miraba nada bien.

Ella de inmediato le preguntó: ¿Te sientes bien?

Carolina le respondió, que sí, que solo se le había bajado un poco el azúcar, ya que se le olvidó tomar sus medicam