Todo ya estaba listo para aquella celebración, Margie, que era la que estaba un poco retirada de la programación y le había dejado todo en manos de la señora Elsa y Carolina, ya que había estado cuidando a su prometido en la clínica.

Ella estaba un poco preocupada porque no sabía, si habían llevado a cabo toda la sugerencia que había dicho que le gustaban a Kelaya, pero gracias a Dios, Miguel lo había dado de alta ese mismo día, y así poder ir antes de la fiesta y verificar, y si no le gustaba algo, cambiarlo a tiempo.

Y se imaginó que era porque ya le tenía la vida triste todos los días diciéndole que ella lo podía seguir cuidando en la hacienda y si ese no era el caso, podía contratar a varias enfermeras que se hicieran cargo de Julián, pero por favor que le diera salida, puesto que tenía un evento muy importante al cual no podía faltar y tampoco quería dejar solo a Julián tirado en un hospital.

Con esta última propuesta, Miguel estuvo de acuerdo, ya que no confiaba mucho en Margie