Después de un par de horas se había desplegado una búsqueda en toda la ciudad, sobre Kelaya y Lucifer. El cual se encontraba muy asustado, ya que nunca se imaginó que Alejandro haría todo esto en tan pocas horas. Aquella búsqueda contaba con el ejército nacional, la policía y la banda de los Black y los buscaban por aire, mar y tierra.

Dándose cuenta de que Alejandro le había bloqueado todas las salidas y lo tenía atado de pie y manos sin saber qué hacer, pero lo único que lo consolaba en estos momentos era que tenía en su poder a su mujer y pensando en esto se puso a llevar su plan a cabo hasta el final.

Aunque no podían moverse de aquella ciudad a ningún lado, sabían que ese lugar era seguro para ellos y nadie lo buscaría estando allí.

Luego llamó a Alejandro para decirle sus peticiones, incluyendo que dejara de financiar a los Black para que esto no tuviesen forma de acabar con ellos, si no quería que le pasara algo malo a su mujer.

Alejandro, al escuchar su petición, solo le dijo: