En una noche lluviosa un grupo al margen de la ley habían llegado hasta la finca donde Vivían los padres de Kelaya, exigiendo la paga de lo producido de sus propias tierras, pero como doña Susana y don julio se habían negado a darle aquella suma de dinero tan grande que aquellos bandidos le estaban pidiendo, solo para poder dejarlo trabajar en algo que les había costado mucho tener, durante todos esos largos años de su vida.
Ellos se habían negado todas las veces que este grupo habían ido a exigirle que tenían que pagarle un porcentaje de todo lo que ellos producían en aquellas tierras.
Los señores al ver que tenían dos hijas que mantener, las cuales una ya estaba en la universidad estudiando ingeniería agrícola, para así darles mejores oportunidades a sus producidos, mientras Melany estaba terminando la secundaria.
Y la mayoría del dinero que ganaban con sus productos era para darle una mejor educación a sus hijas y el resto los gastaban para poder subsistir, cosa que aquellos hombres armados no entendían, ya que al ver que aquella familia eran los únicos de la región que se habían negado en darles aquel impuesto, habían decidido acabar con sus vidas, así como así, como si esas personas que ellos mataban, fuera un papel de cuaderno que uno arranca porque ya no te sirve y listo.
Con estas muertes, este grupo al margen de la ley denominado los terrícolas, querían sembrar el pánico a todas las personas de esta región, y así que estas personas humildes que solo querían trabajar para poder sacar a sus hijos adelante, nunca más se negarán a pagarles los que ellos les exigían para poder dejarlos trabajar.
Kelaya y Melany se habían salvado porque ambas se encontraban en la Ciudad donde estudiaban, después de que le avisaron de aquella tragedia, ellas no sabían qué hacer con sus vidas de ahora en adelante.
Lo único que Kelaya sabía que no quería volver a vivir en la tierra donde les habían quitado la vida a sus padres y las habían convertido en huérfanas.
Y como ella, que era mayor de edad, había tomado la decisión de vender todo lo que sus padres les habían dejado e iniciar una nueva vida en una ciudad diferente y muy lejos de donde vivían.
Al ubicarse en Medellín no conocían nada, ni a nadie, y les tocó acostumbrarse lo más pronto posible a su nueva vida y hacerse a la idea que en este mundo ellas estaban solas y solo se tenían la una a la otra.
Con el dinero que le habían dado por las ventas de las tierras de sus padres, Kelaya tenía algo muy claro para hacer con ese dinero, ya que su madre siempre le decía que después de que uno tuviera un techo propio donde vivir lo demás era más fácil de conseguir y una vez le dijo que si alguna vez ellos ya no estuvieran más en este mundo y ellas no quisieran vivir en esas tierras que las vendieran.
Era algo así como si ella presintiera su propia muerte, ya que esto se lo había dicho semanas antes de que los mataran, lo primero que tenía que hacer, era ver la forma de comprar su vivienda propia.
Kelaya con estos pensamientos en mente, cuando llegaron a Medellín comenzó su búsqueda de apartamentos en ventas, pero todos eran demasiado caros en la zona que ella quería comprar, los únicos apartamentos económicos que les ofrecían eran en zonas muy peligrosas.
Luego de pensarlo mucho decidió invertir todo lo que tenían comprando un apartamento en una zona de estrato medio, porque era para lo único que les había alcanzado y ella no quería meter a su hermana en lugares peligrosos donde les podían pasar lo mismo que a sus padres.
Lo primero que ella hizo después de haber gastado todo el dinero en su nuevo apartamento, fue buscar un empleo para así poder solventar con los otros gastos de la casa y también poder pagar la colegiatura de su hermana.
Después de muchos intentos buscando empleo logró conseguir uno y todo era gracias a que podía hablar el idioma inglés muy bien, ella en ese momento les agradeció a sus padres por haberle pagado la mejor educación, porque gracia a esto había podido aprender inglés.
Luego de haber conseguido un empleo donde le pagaban el salario mínimo, volvió a su casa donde la esperaba su hermana menor y le contó muy alegre que ya había conseguido un empleo como recepcionista de un hotel.
Melany, feliz por esta gran noticia, la abrazó y le dijo que bueno hermana, porque ya no nos queda nada más para comer.
Kelaya la interrumpió y le dijo si eso ya lo sé, pero con este empleo que conseguí podemos seguir pagando tu colegiatura y los gastos de la casa, lo de la comida lo tenemos que solucionarlo ahora mismo, ya que a mí no me pagan hasta que se termine el mes.
Pero Melany, que era una jovencita muy sensata, se había dado cuenta de que ya no podía seguir estudiando en un colegio privado.
Así que le dijo a su hermana que de ahora en adelante ella quería estudiar en un colegio público y así les quedara más dinero y ella también pudiera estudiar en las noches en la universidad.
Kelaya al principio no quería, ya que sus padres se habían esforzado mucho para que ambas tuvieran la mejor educación y ella quería eso para su hermana menor, aunque los estudios de ella se tuvieran que retrasar un poco por ahora.
Después de haber hablado con su hermana, las dos estuvieron de acuerdo en que ambas seguirían estudiando en entidades públicas, Luego se quitó los pendientes de sus orejas y le dijo toma, ve y empeñas esto y compras algo para que podamos comer hasta que me llegue mi pago.
Melany le dijo, pero Kelaya, este fue el último regalo que te dio nuestra madre como lo vas a empeñar, así como así.
Kelaya le respondió, ya sé que esto fue el último regalo de cumpleaños que me dio nuestra madre, pero peor es que nos muramos de hambre, ¿cierto?
Luego le dijo no te preocupes que cuando me paguen lo sacaremos y listo, ella estuvo de acuerdo y se fue corriendo a ver por cuanto se lo podían empeñar para así poder comprar algo de alimento.
Un mes después, Kelaya, se fue a la universidad a presentar las pruebas para su ingreso a la educación superior, pero esta vez ella había decidido cambiar su carrera y estudiar una Licenciatura en Lenguas extranjeras con énfasis en inglés y francés.
Ya que se había dado cuenta de que saber otros idiomas era muy importante y además la otra carrera la había decidido estudiar para poder ayudar a sus padres.
Después de haber ingresado a la universidad con el puntaje más alto, había hablado con su jefe para decirle que dejaría el trabajo, y le tocaba buscar otro empleo que solo le tocara trabajar en el día, ya que en la noche no podía porque iba a ingresar a estudiar y como ahí eran turnos rotativos no podía seguir trabajando, pero que le agradecía por la oportunidad que le había dado al contratarla sin tener ninguna experiencia.
Su jefe inmediato le dijo que no había necesidad de renunciar, puesto que a las personas que se querían capacitar se le otorgaría ese permiso.
Ese fue el momento desde que murieron sus padres que ella dijo que Dios todavía no se había olvidado de ella, ya que conseguir otro empleo le sería muy difícil, por la tasa de desempleo en aquella ciudad.
Luego él le dijo que le trajera una carta de la universidad donde le certificaran que en efecto estuviera estudiando, para poderle cuadrar los turnos, y que estos fueran solo en el día, ella muy feliz se fue a la universidad, para luego volver y entregarle a su jefe todo lo que le había pedido antes.
Al regresar a su casa con su primer sueldo hizo un pequeño mercado y le compro los uniformes nuevos y los útiles escolares a su hermana, porque ya tenía dos semanas que había entrado a su nuevo colegio y todavía se seguía yendo con ropa porque no habían tenido dinero para comprarle el uniforme aún.
Después de haber hecho todo esto llegó a su apartamento donde su hermana ya la estaba esperando con la comida hecha, lo cual era lo mismo que comían desde hace una semana porque se habían quedado sin dinero para comer y les tocaba casi todos los días comer granos que eran lo más barato que encontraron para subsistir por esos días, hasta que a Kelaya le pagaran su primer sueldo.
Cuando Melany vio las bolsas de mercado en las manos de su hermana, salió corriendo muy emocionada a ayudarle, y ver que había traído para así poder cambiar el menú, porque sinceramente ya se sentía que no podía seguir comiendo granos todos los días.Después abrió las bolsas y vio el mercado que había comprado su hermana, le dijo vamos a hacer porciones de todo esto, para que nos dure hasta que te vuelvan a pagar y así no comer más granos.Kelaya solo le dio una sonrisita y le agradeció a Dios por tener una hermana tan sensata como Melany y además la ayudaba con lo de la casa.Luego Kelaya le mostró los uniformes tanto el de física como el de diario, ella muy feliz se los midió, mientras decía me quedan muy bonito ¿cierto?Después de haberse medido sus uniformes le dijo que bueno Kelaya que me hayas comprado los uniformes, así la coordinadora no va a estar todo un tiempo encima de mí regañándome porque me voy con ropa.Ella miró a su hermana y le dijo no te preocupes que poco a poco n
Al mes siguiente Melany había comprado mucha más comida que ella, ya que, desde un principio, Kelaya le había dado todo el sueldo, para que su hermana lo distribuyera mejor y así lo hizo y esta vez Melany era la encargada de comprar todo lo que iban a comer durante el mes.Melany estaba tan emocionada por su logro que le dijo si seguimos con este mismo método podemos ahorrar algo de dinero mes a mes y poder comer mejor.Con lo cual, Kelaya había estado totalmente de acuerdo, nunca se imaginó que su hermanita pequeña le diría como gastar el dinero para que les alcanzara, hasta las compras su hermana compraba a mejor precio que ella, Kelaya definitivamente estaba muy orgullosa de su hermana.Melany le dijo como esta vez estuvo mejor ahorraremos más y podemos ir a comer en la calle, así sea una vez al mes y así poder salir a comer algo bueno, como lo hacíamos cuando nuestros padres estaban vivos, ¿Qué te parece? Preguntó ella con sus ojitos llenos de emoción por la idea.Kelaya estuvo d
Después de eso se fueron a comer pizza, Melany le preguntó a su hermana ¿Y cuándo piensas comprar tu moto?Ella le respondió todavía no, porque si me compro la moto nos quedamos sin dinero con que invertir y la idea que tengo es abrir nuestra propia tienda el próximo mes.Kelaya le siguió explicándole diciendo en este mes vamos a ver cómo nos va con las ventas, con las redes sociales y así mismo arrendaremos un local y además quiero que comiences a pensar en un nombre bien bonito para la tienda.Melany se emocionó mucho con la idea y le preguntó ¿y Cuándo coloquemos la tienda renunciarás a tu trabajo? ¿Cierto?A lo que Kelaya le dijo esa es la idea, pero primero veamos qué pasa con las ventas en este mes y si vemos que las ventas se nos duplican, podemos trabajar las dos en ella.Melany, muy feliz, le preguntó ¿te imagina lo feliz que seriamos con esto?Ella la miro, mientras le decía como te falta un mes para que te gradúes de la secundaria y el próximo año entrarás a la universidad,
El dinero estaba listo, esperando que los secuestradores se comunicaran con él de nuevo, para así poder estar con su mujer y poder saber cómo estaba su embarazo, pero nada que ellos se volvían a comunicar con él.Tanto así era su miedo que, al tercer día, sin saber nada de su esposa, se había ido desesperando a buscarla como un loco en las calles, autorizo que los noticieros publicaran la foto de su esposa y nada que sabía de ella, hasta llegó a pagar publicidad por las redes sociales, ofreciendo recompensa si alguien le diera alguna razón de su esposa.Él en ese momento se había arrepentido de haber llamado a la policía, ya que se decía que, por la presencia de los policías en el caso del secuestro de su esposa, los secuestradores no se habían comunicado más con él, de hecho al principio no lo había hecho por miedo a que los secuestradores la mataran si se enteraran de que había llamado a la policía, pero estuvo de acuerdo con su amigo en una cosa, la cual era quien le garantizaba a
Kelaya se había quedado estupefacta al ver aquel guapo hombre que ella solo veía en la televisión, tanto así que se había olvidado de pedir disculpa, pero al rato se dio cuenta de que lo que tenía de guapo lo tenía de amargado y prepotente, ya que este hombre la había retirado de sus brazos de un empujón, que, si ella no se hubiese agarrado del otro hombre que iba con él, se hubiese caído.La empujo como si de una persona que le fuera a pegar una enfermedad en solo tocarlo. Literal era algo así como en los tiempos de antes que la gente le tenía miedo al leproso o cuando recién dio inicio a la pandemia del covid-19, tal cual fue la reacción de aquel hombre y comenzó a decirle que se fijara por donde caminaba y que no era la única mujer que trataba de utilizar este método para acercarse a él.En ese momento Kelaya no entendía que le quería decir aquel hombre, ya que nunca en su vida había visto a ese hombre, solo en un principio le pareció muy guapo, por eso se había quedado estupefacta
Por el lado, de Alejandro estaba pasando lo mismo, ya que la policía nunca dio con las personas que habían secuestrado y matado a su mujer, si no hubiese sido por la recompensa que había ofrecido a la persona que le diera noticia sobre el jefe de los secuestradores se había quedado con la frustración de vengarse de aquellos hombres que le habían quitado lo más preciado para él.Después de haber tenido estos pensamientos llegó a un almacén abandonado a las afuera de la ciudad, luego se había bajado del coche y había entrado en aquella bodega que parecía que había visto tiempos mejores, por las condiciones en las que se encontraba, después de haber entrado bajó hasta donde se encontraba el sótano.En aquel tenebroso lugar tenía a un hombre amarrado de los pies y las manos, el cual todos los días pasaba por una tortura diferente. Tanto era el sufrimiento de aquel hombre que ya solo le pedía a Alejandro que lo matara, por favor, que ya no resistía una tortura más.Pero Alejandro, cada vez
Después de haber llegado a la empresa, Alejandro miro a Carolina, mientras le decía, que esta vez no lo acompañara a la hacienda como lo venía haciendo desde que había muerto su esposa, que quería que se quedara en la oficina, para que se encargara de las cosas ahí y le comunicara todo lo que pasara en su ausencia.Carolina, al escuchar estas palabras, estaba rechinando los dientes de la rabia que tenía en ese momento. Ella se dijo así misma, solo cálmate un poco, cuenta hasta diez y así lo hizo, para luego de haber terminado su terapia mental, lo miró con una mirada llena de miedo, mientras le preguntaba, hice algo que no te gustó, ¿cierto?Alejandro, al verle esa mirada, de inmediato le respondió, ¡no! Solo quiero que me ayudes con las cosas aquí, ya que Julián va a estar muy ocupado con sus cosas y no lo quiero cargar con las mías también.Ella pensó y a mí que me importa si tu hermano, tiene muchas cosas que hacer, yo solo estoy trabajando aquí por ti y para estar siempre a tu lad
Por otro lado, Kelaya y su hermana ya habían vuelto a su dulce hogar de nuevo y como era un sábado, todavía no había decidido, sí, salir con su mejor amiga de la universidad, ya que Margie la había ayudado mucho antes y desde que ingresó a la universidad la invitaba a salir y ella todo el tiempo se negaba en salir con ella, siempre le decía que tenía que cuidar a su hermana menor y dar un buen ejemplo para ella, pero esta vez no podía seguir con la misma excusa ¿cierto?Ya que Margie había invitado a su hermana también, porque hoy eran su cumpleaños número veintiuno y esta sabía que la única forma de sacar a Kelaya de esa casa era por medio de su hermana, a lo que Melany se había negado en ir porque había quedado en salir a comer con sus amigos del colegio que desde que habían entrado a la universidad no se veían, pero le dijo a Margie que tranquila que ella convencería a Kelaya para que asistiera.Y así lo hizo esta, Kelaya estaba que no quería ir porque tranquilamente ese tiempo que