Kelaya en ese momento, lo miró intensamente, mientras le respondía, en primer lugar, me casé contigo, porque me amenazaste con quitarme a mi hijo y en segundo lugar, tú crees que con la humillación que sufrí por tu parte, yo voy a ir a vivir en tu casa como si nada hubiese pasado, debes de estar loco si piensas que seria de aquella forma.

Alejandro bajo su cabeza apenada, sin decir nada, ya que todo lo que estaba pasando era su culpa.

Así que con este pensamiento, le dijo: entonces no se diga más, a partir de hoy, yo viviré en esta casa con ustedes y de inmediato, saco su teléfono y llamo a Leo, para qué le enviará sus cosas a la casa de Kelaya.

A ella no le salían las palabras, solo se quedó viéndolo con la boca abierta, ya que había pensado que diciendo esto, él se daría por vencido y cada quien viviría en su casa y todos felices.

Pero nunca espero que este dejaría su casa solo por venir a vivir con ellos, en ese momento se emocionó mucho, por el hecho de que con esto le está demost