—No sé qué tan malo sea preciosa, sube aquí —tocó la cama señalándome un lugar en medio de sus piernas, con preocupación me subí.—Theo, ¿de qué se trata? Me tienes angustiada.—Lo estuve pensando, me gustaría saber qué piensas con respecto a que nos mudemos, sé que tienes tu vida y tu familia aquí, que has construido tu empresa y todo lo que anhelabas está aquí, podría ser en un par de años.Había tenido razón, aunque no era algo grave, si me dejó pensativa, todo estaba en ese país; sin embargo, no fue un problema para preguntarle a dónde quería mudarse, por qué y cuándo.—Como lo dije, no tiene que ser ahora mismo, pero sí me gustaría que conozcas, no es mudarnos como tal, podría ser a viajar a distintas ciudades, países, dedicarnos más a nuestra vida y familia, tal vez establecernos algún tiempo en alguna ciudad diferente a Barcelona, un lugar diferente a tu país. El motivo es que quiero que dediquemos más tiempo a nuestras hijas, a nuestro amor, nuestras vidas, hemos trabajado sufi
Habíamos celebrado el primer año de las gemelas. Había sido igual que todos los eventos que realizábamos, algo privado, en familia y allegados, momentos que disfrutábamos mucho, en compañía de nuestros seres queridos y por supuesto esa fue una de las más especiales celebraciones que habíamos tenido, había que ver a la familia, nuestras hijas eran la adoración de todos, aunque no había comparación con el modo en que su padre las adoraba, y protegía.Como lo había deseado Theo, habían heredado mis ojos, pero todo indicaba que habían heredado su cabello, la gente solía decir que se parecían más a él que a mí, las pequeñas ya daban pasos y decían papá, entre otro vocabulario. Papá había sido su primera palabra, Theo era el padre más protector y consentidor de todos. Por supuesto, no superaba el que hubiesen dicho papá antes que cualquier otra palabra, vivía fotografiándolas en todo momento, adecuaba cada rincón de la casa tratando de evitarles pasar malos momentos.Manuela había tenido a
Levantarme temprano no era para nada difícil, sobre todo cuando era Theo Ferrey quien me lo pedía, mi apuesto jefe con el que ya llevaba una relación de meses, nadie lo sabía más que él, mi mejor amiga y yo, me negaba a creer que para el solo fuera sexo, como solía decir mi mejor amiga Gianni, estaba tan emocionada, ese día cumplíamos 8 meses de nuestro amorío, del cual nadie sabía en las oficinas, no era más que su simple secretaria, pero estaba segura de que esa tarde se me declararía, se cumpliría mi deseo de ser la novia oficial de mi guapo Portugués, mi amiga se daría cuenta de que era más que la secretaria que él usaba para satisfacer sus deseos sexuales como ella siempre lo decía.«Le va a encantar esta lencería que he comprado para celebrar nuestros 8 meses juntos» pensé mientras me la ponía.Me había tomado toda la mañana para ponerme linda, aunque no era mucho lo que me hacía, mi apariencia no era muy atractiva, pero Theo me había dicho que era lo que le gustaba de mí, era e
Llorar, tenía mucho sentido, había podido contener las lágrimas hasta cuando él se marchó, mi orgullo, mi dignidad habían quedado en el piso, «sexo Tiana, solo sexo significaste para él, como pudiste ser tan estúpida» me reproché intentando secar mis lágrimas sin éxitos en lograrlo. Me dejé caer de rodillas, como había sido tan tonta, como había siquiera imaginado que Theo iba a proponerme matrimonio, en 6 meses no se había dignado a estar conmigo fuera de su oficina, había sido un juego y yo había ignorado todas las señales, como había sido tan estúpida, miré una botella de vino y la cogí, estaba a punto de beber directamente desde la botella cuando entró Gianni.—¿No pasó verdad? —preguntó con una cara de lástima que me hizo sentir más estúpida de lo que me estaba sintiendo. —Lo siento amiga, intenté advertirte.—¿Como pude haber sido tan estúpida? Gianni, como se me ocurrió pensar que me pediría matrimonio, debí haberte escuchado, casi cometo una estupidez.—Ven dame esa botella,
Colgar la llamada fue mi decisión más sensata en ese momento, me metí a la ducha y dejé que el agua callera en mi rostro hasta sentirlo tan ahogado como tenía el corazón, al salir de la ducha y mientras secaba mi cabello pensaba en que hacer. «A ver Tiana, no puedes dejar que Theo se salga con las suyas —me dije mientras me miraba al espejo—, tú no eres una mujer fea, solo debes rescatar la belleza que escondes tras tu descuido estético»Puedes convertirte en una Teresa si deseas incluso en una Rubí, eso es, como primer paso vamos a llamar a Theo, marqué su número y mientras sonaba pensaba en que le diría.—Tiana que bueno que me llamas, quería pedirte que te hagas cargo de la empresa una semana —dijo agitado Theo—. Será como las otras veces, las decisiones importantes me las comunicas.—Theo, pero yo...—No, no puedes decirme que no —protestó —sabes que confío en ti y tu potencial, ya han recogido el anillo, debo dejarte, viajaré en la mañana a Lisboa, ya sabes qué hacer. Me había
—Tienes razón —le dije mientras salíamos del taxi.Habíamos ido primero a un lujoso centro estético, había de todo en aquel lugar, ella se sentó adelantar el trabajo del que Theo me encargaba cada vez que me dejaba al mando. Desde ahí nos dirigimos a un salón, mi rostro estaba bellísimo, con solo algunos pocos euros, de los miles que le costaría a Theo su humillación. En el salón me maquillaron, organizaron mi cabello, decidí oscurecerlo y llevarlo ondulado, cambié mis lentes, por lentillas que me permitían ver mejor y sin opacar mis ojos grises.—¡Omg!, —dijo Gianni en voz alta—, si fuese lesbiana, Theo tendría competencia, estás hermosísima, superaste mis expectativas.Sabía que ella tenía razón, Gianni era tan sincera que de no haber sido así me lo diría, era tan directa y honesta que parecía carecer de humanidad, era a lo que debía adaptarme, me miré y dejé salir una lágrima.«En 24 años jamás me había visto tan hermosa, el cuidado estético era demasiado importante» pensé mientra
—¡TIANA! —exclamó Theo sorprendido y dejando caer su teléfono—. Tiana estás hermosa.—Iré en un minuto a la oficina — respondí girándome de nuevo ante Gianni, con una enorme sonrisa, la cara de sorpresa de Theo había sido, mejor de lo que esperaba.—Te esperaré Tiana —tartamudeó Theo tragando saliva.Me giré de nuevo a él, le dije que no hacía falta, le dije a Gianni que iría al baño y Theo pareció no darse cuenta de que iba al baño de mujeres, me siguió, empecé a ponerme un poco de labial, había dos chicas que al ver a Theo salieron.—!Tiana, estás bellísima!, ¿qué te hiciste?—¿Hay algo importante para la reunión? —pregunté, ignorando sus cumplidos.—No, lo de siempre.—Me seguiste hasta aquí como si lo hubiera, pensé que querías decir algo, ya tengo lista la presentación, como de costumbre Theo.—No lo dudo, pero quería decirte lo hermosa que estás.Me quedé en silencio y empecé a ponerme un poco de rimel, Theo seguía mirándome de arriba abajo, como sin creer aún que era la misma t
Intenté salir y me jaló, me miró de abajo arriba y dijo que sí tenía algo importante.—¿Entonces lo nuestro no es importante para ti? —preguntó con seriedad.—Nuestro trabajo siempre va a ser importante, solo que me estás hablando de asuntos personales, esos si no los considero asuntos importantes. Theo también la pasé muy bien contigo, pero cielo solo era sexo, me divertí, lo disfruté y es todo. —dije con antipatía y sintiendo como aquellas palabras me dolían también, los recuerdos que llegaron a mí parecían querer desvanecerme.«De ninguna manera» —razonó mi sed de castigo.—Theo si no vamos a hablar de trabajo no me hagas perder el tiempo, y disculpa eh, sé que eres el jefe, pero mira como me tienes perdiendo el tiempo cuando tengo trabajo y asuntos personales importantes. El rostro de Theo había cambiado, Frunció el ceño y me miraba negando con la cabeza, se acercó y empezó a reírse.—¿Por qué haces esto? —preguntó—. Actúas como si estuvieras tratando de llamar mi atención, al tie