#5

—¡TIANA! —exclamó Theo sorprendido y dejando caer su teléfono—. Tiana estás hermosa.

—Iré en un minuto a la oficina — respondí girándome de nuevo ante Gianni, con una enorme sonrisa, la cara de sorpresa de Theo había sido, mejor de lo que esperaba.

—Te esperaré Tiana —tartamudeó Theo tragando saliva.

Me giré de nuevo a él, le dije que no hacía falta, le dije a Gianni que iría al baño y Theo pareció no darse cuenta de que iba al baño de mujeres, me siguió, empecé a ponerme un poco de labial, había dos chicas que al ver a Theo salieron.

—!Tiana, estás bellísima!, ¿qué te hiciste?

—¿Hay algo importante para la reunión? —pregunté, ignorando sus cumplidos.

—No, lo de siempre.

—Me seguiste hasta aquí como si lo hubiera, pensé que querías decir algo, ya tengo lista la presentación, como de costumbre Theo.

—No lo dudo, pero quería decirte lo hermosa que estás.

Me quedé en silencio y empecé a ponerme un poco de rimel, Theo seguía mirándome de arriba abajo, como sin creer aún que era la misma tonta que por 8 meses había usado. Terminé y pretendía salir, me jaló del brazo.

—¿No me dices nada?, Tiana.

—¿Perdona, tenemos algo pendiente?. —Pregunté enarcando la ceja y con mirada imponente.

—No, no además de la reunión, pero estoy diciendo que estás hermosa y parece que me ignoras el cumplido.

—Debe ser porque ya lo sé, ya me miré al espejo Theo —respondí antipática—, te espero en la sala de juntas.

Empecé a caminar sin siquiera mirar si iba detrás de mí, pasé por el lado de Gianni y le guiñé el ojo, entré a la sala de junta y me pose al frente, hacer el trabajo de Theo, pero que me había, como siempre delegado, los hombres presentes parecían mirar más mi atuendo, la camisa manga larga con escote profundo que Gianni me había dejado separado se estaba robando no solo la mirada de Theo. En cada oportunidad que tenía aprovechaba para dejar ver lo bien que aquel atuendo me quedaba.

Al momento de terminar la reunión y al ver que los presentes estuvieron de acuerdo, empecé a organizar todo, varios de los socios se acercaron, me hicieron cumplidos, vi a Theo acercarse, me giré rápido.

—Ha sido una de nuestras mejores adquisiciones, el consorcio que hemos adquirido logrará acaparar la mayor ganancia con el proyecto que tenemos ideado, será un éxito para la compañía — espeté sonriente.

Él parecía escucharme, pero no prestar atención

—Volveré hacer mi trabajo, estaré en mi puesto.

Empecé a caminar y sujetó mi brazo

—Espera —dijo mientras caminaba a cerrar la puerta que habían dejado abierta.

Caminaba de regreso.

—¿Quieres salir a celebrar este triunfo? —preguntó sin apartar su mirada de mí—, ¿es el color natural de tus ojos Tiana?.

Le sonreí, estaba ofendida, no sabía algo tan básico, 2 años en su empresa, 8 meses usándome y no sabía siquiera que mis ojos eran grises, Además se atrevía a invitarme a celebrar cosa que no había hecho antes.

—Disculpa la pregunta, es que siempre usabas lentes y no sé, quizás usabas lentillas.

—No es problema, volveré a mi puesto, tengo trabajo que hacer.

—Espera, no respondiste nada, ¿son lentillas, iremos a celebrar?.

—Es una idea estupenda, per...

—Perfecto, entonces déjame hacer una llamada y te alcanzo —dijo interrumpiéndome.

—No, Theo, no he aceptado tu invitación, la verdad es que tengo asuntos más importantes y justo, Giovanni me invitó almorzar y le he dicho que sí.

Su rostro, cambió de inmediato, parecía desorientado, apretó la mandíbula, y frunció el ceño.

Me eché a reír disimulando.

—¿Cuál Giovanni, ese Giovanni Tiana? —preguntó en voz alta.

—Sí, ese ahora si no es más me retiro.

Él estaba hablando y salí sin atender lo que decía, no sentía satisfacción, pero tampoco nervios, me acerqué a Gianni y le conté como había ido todo, Giovanni era un socio de la compañía, quien me desagradaba tanto como a Theo, por eso su sorpresa, pero no había aceptado su invitación por ese mismo motivo.

Me había sentado y estaba haciendo mi trabajo, vi los mensajes que Theo me estaba enviando y los ignoré, en menos de media hora me había hecho ir a su oficina sin una razón lógica, lo último que hizo fue salir y guiñarme el ojo, su estúpida señal que usaba para indicar que tendríamos un encuentro en su oficina, le sonreí y levanté las cejas, minutos después recibí su llamada pidiéndome ir a su oficina.

—¿Hola Theo, me necesitas?

No respondió, pero se puso de pies, sus manos en sus bolsillos, me miraba confuso.

—¿Qué pasa contigo?, has estado extraña hoy.

—¿De verdad?. Lamento si es así, tuve una semana preocupante, tuve que decirles algo a mis abuelos que fue difícil, se pusieron triste y eso me tiene pensativa. Es todo, no creo que esté haciendo mal mi trabajo a pesar de mis problemas, espero que esto no sea un llamado de atención.

—No, para nada, solo quería saber como estabas.

—Bien, bastante bien, Theo, ahora iré a hacer mi trabajo, adelantaré porque me iré más temprano, tengo una cita, espero que no te importe, de todos modos dejaré todo mi trabajo realizado.

Me jaló y me besó, no respondí su beso, actué con frialdad, acomodé su corbata, me acerqué mucho a él. Jale del nudo de su corbata haciéndolo toser.

—También la pasé muy bien contigo, Theo, pero recuerda que solo somos jefe empleada y que dijimos que este juego ya no nos convenía.

Caminé dejándolo sorprendido, se rascaba la barbilla, estaba por salir y giré hacia él,

—Recuerda después de todo solo fue diversión, sexo y placer, ahora tenemos otros enfoques, Te veo luego Theo.

Miré mi reloj, habían pasado dos horas, me había concentrado en hacer mi trabajo de nuevo, organizaba en mi agenda mi semana, planificaba mi tiempo.

—Tiana a mi oficina —vociferó Theo desde la puerta de su oficina, logrando que mis compañeros lo miraran.

Cuando estaba por levantarme se acercó Justin, me quería hacer una invitación a cenar y acepte, sería el próximo viernes. Seguía hablando con él, Theo abrió la puerta y me miró como ordenando ir ante él.

—Justin, espérame unos minutos, mi jefe me necesita, caminé hasta su oficina.

—Soy tu jefe, si te ordeno que vengas a mi oficina es lo que debes hacer.

—¿Dime, en que puedo ayudarte, Theo? —inquirí ignorando su aparente molestia y el tono en que me hablaba.

—¿Qué hablabas con Justin? —preguntó autoritario.

—Asuntos personales, ¿bien Jefe me ocupabas?, Justin me espera.

—Vaya, no solo cambiaste tu físico en una semana, sino que ya te metes con otro tipo, actúas como una mujerzuela.

—Ya sabes Theo, el tiempo no da espera, la vida hay que disfrutarla, la que no es astuta, no disfruta, creo que es lo que dicen.

—No por eso debes actuar como una cualquiera, Tiana no eres así.

—Contigo fui una y no te importó Theo, no le des importancia a eso. ¿Para qué me solicitabas aquí en tu oficina?.

—Para decirte que había sido un error dejar lo nuestro, pero veo que ya me remplazaste.—dijo con voz tranquila —¿por qué dices que conmigo lo fuiste, eso de mujerzuela?

—No importa —respondí.

Lo miré y apreté la mandíbula, era un maldito infeliz, solo en un día de ver mi cambio físico había conseguido esos resultados con él, lo que indicaba a largo plazo un plan con resultados satisfactorios.

—Ah, era eso, pensé que eran asuntos importantes, tengo que irme —dije sin interés en una conversación.

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