Kervin despertó al lado de la chica más hermosa que ha conocido en su vida, ella aún duerme y su brazo descansa sobre el pecho de él, sin ella darse cuenta lo abrazó, apenas se iba despertando, aunque por haberse desvelado se volvió a quedar profundamente dormida sin moverse del pecho del chico.

Un estornudo por parte de Kervin, fue el causante de que ella se despertase. Asustada, nerviosa y avergonzada, decidió hacerse la víctima y culparlo a él de querer aprovecharse de su vulnerabilidad.

— ¡Oye, guapa! ¿Acaso viste que era yo el que prácticamente estaba encima de ti? ¿Verdad que no? —Se defendió.

— No sé qué rayos haces en mi cama, te permití quedarte en esta casa, pero con la condición de que dormirías en la habitación de invitados, eres un oportunista. —Reclama, fingiendo estar indignada, pero en su interior sonríe porque asegura que ella no quedará como la chica que durmió abrazada a su abogado.

— Uy sí, claro que yo fui el que estaba gritando y llorando anoche por los estruendo