Nataniel salió de la habitación de Camila, va con la frente en alto y sonriendo, sus lágrimas frente a la chica fueron fingidas. ¿Acaso él dejará sola a su esposa como ella se lo está pidiendo?

Mientras que en su habitación la chica se ha recostado y envuelto con la sabana de pie a cabeza para posteriormente llorar, desde hace mucho ella se enamoró de su esposo y en parte no quería que el divorcio sucediera cuando en ocasiones él la trataba como a una diosa, pero finalmente entendió que ese hombre no la merece como mujer.

— Me da mucho gusto por ti que ya puedes caminar mi amado esposo, sin embargo, ahora soy yo la que he quedado condenada a pasar dos meses solo sentada o recostada hasta que mi pierna se recupere. Me pregunto qué será de mi vida durante este tiempo, no sé cómo le haré para sobrevivir. —Comentó con tristeza.

En el cuarto del hotel “El buen gusto”

La malvada Brenda intenta llamar por milésima vez a Nataniel para preguntarle si ya tiene alguna pista sobre la pequeña desa