Lena se detuvo en seco y miró con impaciencia al hombre de la silla de ruedas. —¿¡Qué quiere señor Di Monti!? ¿Acaso me va a obligar a escucharlo? Cristhofer miró fijamente a Lena, su ex novia, que lo ama desde hace muchos años nunca ha sido tan desobediente como ella. Pero, la mirada de la mujercita presente lo molestaba tanto que nadie se había atrevido a irritarle. —¡Estás despedida!— informa todo prepotente Cristhofer La pobre Lena palidece. No podía perder el trabajo. Pero vio que el hombre frente a ella levantó la boca y sonrió triunfalmente. —me despides solo porque no te escucho !te vengas personalmente! ¿Cómo puedes ser tan estúpido y cruel?, ¿como puedes ser un ser humano con poco corazón? Es aún más imposible para mi hijo admitir que existe un padre así. No eres más que un rico arrogante, en otros aspectos eres inferior a otras personas. —No me importa lo que dices. Este niño tiene que estar a mi lado, será el heredero de la familia Di Monti. —Ni en sueño. Sr
Los tres hombres empiezan a mover las cosas de Lena, desalojando sus pertenencias de su propio apartamento.—¿¡Quién son ustedes!?— gruñó el señor Maxwell.Ellos no dan explicaciones y siguen removiendo los objetos decorativos del apartamento.Lena muy disgustada por la situación soltó un grito desgarrador que llamó la atención de todos.—si mueven algo más, le juro que llamaré a la policía— amenaza Lena por el abuso de los tres hombres y uno de ellos se detiene para darle una explicación.—solo estamos haciendo nuestro trabajo, fuimos contratados por el nuevo dueño, este apartamento está vendido—¡¡Imposible!!— exclama Lena palideciendo.—Lena ¿Qué está sucediendo?— pregunta la señora Maxwell queriendo una explicación detallada.—no pueden estar moviendo mis pertenencias, esto debe ser una equivocación, llamaré al dueño de este edificio— dice Lena enojada y luego busca su celular móvil, al tenerlo en sus manos, Lena le marca al dueño.—¡Malditos abusivos, dejen las cosas de mi hija q
Es el auto de Cristhofer Di MontiÉl es el causante de que Lena haya sido desalojada del apartamento.—señor pobre doctora Maxwell, mire como esta— habla su asistente—baja y traerla a mi— ordena Cristhofer, el asistente, estaciona el auto y luego baja rápidamente—¡Doctora Maxwell!— exclama él y ella voltea a mirar, Lena está con su mirada perdida y sus nervios a flor de piel Ella retrocede ya que la lluvia no le permite ver bien.Cristhofer al verla llena de miedo, bajó el vidrio de su auto.—Doctora Maxwell ¿qué le sucedió?— pregunta él, realmente está preocupado por las fachas en la que ella está —¡Usted!— dijo ella y luego ve todo borroso, Lena se vuelve a desmayar, el asistente del CEO la toma rápidamente entre sus brazos Cristhofer al ver el acercamiento de su asistente, abre la puerta y aunque no está con la suficiente fuerza, se hace al otro extremo del auto, para que su asistente acueste a Lena, la cabeza de la mujer esposa en las piernas de Di Monti.—¡Rápido Gutiérrez!
—deja de decir tonterías madre, si dices que me amas y soy lo más importante en tu vida, te sugiero entablar una relación con Maxwell, porque la haré mi esposa, y como te gusta tanto las fiestas y el escándalo, encárgate de hacer una para darle la bienvenida a Lena a esta familia—¡No lo voy a permitir!— lo fulmina su madre mientras lo señala con un dedo—no te estoy pidiendo permiso, sin tu consentimiento lo pienso hacer y más porque los hijos que espera, la Doctora Maxwell, son mis hijos.Aquella noticia fue como un cataclismo para la señora Di Monti.Ella coloca la mano derecha en el corazón de la impresión.—de aseguró estás mintiendo para meterme a esa mujer por los ojos, Cristhofer—sabes lo serio que soy, así que lleva una buena relación con Maxwell ¿Querías que yo tuviera hijos? ¿Descendencia? Entonces organiza la fiesta, para mañana mismo, quiero casarme lo más pronto posible, ya que su embarazo será muy notable—¿¡Quién te asegura que tiene nuestra sangre Di Monti!?—es una
—quiero hacerte unas preguntas sobre tu origen, pero lo hablaremos luego, ve a descansar.Él la suelta y Lena pasa saliva, no quiere entrar en detalles sobre sus padres, de hecho no desea saber más de ellos.Cristhofer al verla salir, saca su celular móvil y vuelve a llamar aquel número perteneciente de su ex novia, pero cae a buzón, él suspira y se coloca cabizbajo, es algo difícil para él, ver a Lena le recuerda a ella, y así le pasan dos cosas, primero no puede olvidar a su ex y segundo al tener a Lena, la confunde con su ex.Di Monti sale del despacho muy disgustado por sus pensamientos, va en su silla de ruedas a echar una ojeada al salón de fiestas, donde está su madre extremadamente exigente.Solo faltan pocas horas para la gran fiesta, y aunque los invitados fueron llamados a último momento, piensan asistir, ya que las fiestas de los Di Monti, son muy elegantes, no se lo pueden perder..—hijo que bueno verte, espero que ella se arregle bien, nuestro estatus debe ser siempre a
Lena arquea una ceja —no es ningun paralítico, solo tiene lecciones que sanaran y volverán a la normalidad— responde ella furiosa, por lo que él suelta una sonrisa seductora —estoy bromeando— miente él y se acerca a más a Lena Ella lo empuja al tenerlo cerca. —¿Eres una chica difícil o te gusta jugar?— pregunta él con una sonrisa perversa, Lena no se quiere alterar por el bien de sus hijos —soy una mujer sería, y si sigue molestando, le diré a mi prometido Marcos sonríe con malicia, tiene según él, el plan perfecto para destruir a Cristhofer, así que baja la guardia y alza su manos en son de paz. Él se vuelve a acercar a Lena y le dice —cuando necesites a un hombre de verdad, yo estoy disponible— él le guiña el ojo y Lena no puede con el descaro del hombre, este se marcha dejando a una Lena furiosa por su cinismo —Ese es tu plan mujerzuela, ¿quieres tener comiendo de tu mano a todos los hombres Di Monti?— habla entre dientes la señora Di Monti la cual presenció el acercamiento
Lena al sentir que está bajando mucho, retoma su compostura y se gira para mirar, la mirada penetrante del CEO.—que descanse señor Di Monti— lo despide ella para que esté se marche y así fue, al quedar sola, Lena respira profundamente, aquel toque tan sutil hizo erizar su piel por completoLena se retira el vestido, dejándolo deslizar por sus largas piernas, para luego dar tan solo unos pasos, su mirada está fija en su vientre, el cual se puede notar el pequeño bulto que sobre salta, ella sonríe llena de felicidad, desea ver su barriga más grande.[...]Al día siguiente, Lena despierta temprano porque había tenido una pésima pesadilla, deseaba seguir durmiendo, pero las escenas de sus pesadillas rondaba por su cabeza, por lo que prefiero ir asearse.Estando ella haciendo la cama, abren la puerta y es Cristhofer.—esperaba encontrarla durmiendo —descanse lo suficiente— miente Lena —siendo así, vamos a desayunar, y no hagas el trabajo de la servidumbre, debemos hacer los preparativos
—¿Qué quiere a cambio de su silencio?—Quiero ser la invitada de honor en la boda, mi esposo llevará a Lena hasta el altar. Y por supuesto, dinero —le hago una propuesta señora Maxwell, le comprare una casa amueblada—pero no cualquiera, debe ser una lujosa— exige la señora MaxwellCristhofer tuvo que soportar el cinismo.—Lo será. Pero allí deberán estar encerrados hasta que la boda se realice, no podrán salir de la casa, si lo hacen la cantidad favorable de dinero que le pienso dar disminuirá, ahora para informarle, la boda se realizará en ItaliaLena Maxwell, siente su cuerpo tensionarse, incluso las náuseas se hicieron presentes al escuchar aquella negociación como si ella fuera un objeto.—necesito sus pasaportes para tramitar el papeleo para que puedan viajar, y que sea lo más pronto posible, porque me casare con Lena en dos semanas— aclara él y Lena ni tan siquiera lo sabíaLena mira con tristeza a Cristhofer, aquellos hermosos ojos verdes joya reflejan ese dolor desgarrante d