—¿Te sientes bien, Lena?— pregunta Sebastián, el cual estuvo cuidando de ella lo que quedó el resto de la tarde
—solo... Estoy impactada por la noticia—felicidades Lena, debo admitir que no me esperaba esto, supongo que él padre de tu hijo estará feliz— habla él con una gran sonrisa, pero por dentro está dolido—mis hijos no necesitan de un padre, me tienen a mi y creo que eso es suficienteSebastian tuvo que ocultar su sorpresa para no incomodar a Lena.—Lena, ¿Con quién estabas discutiendo?— preguntó intrigado, ya que ahora lo importante es el bienestar de Lena, y las alteraciones no son favorables para ellaLena traga grueso, iba a contarle, cuando llega la enfermera Natalia.—¡Lena! ¡Estoy tan preocupada por ti! tienes que volver a casa y tomar descanso!Sebastián iba a ofrecerse a llevar a Lena a casa, al fin y al cabo, era la mujer que amaba, pero Natalia alegó que no era conveniente por ser un hombre, y acabó llevando a Lena a casa, a unas manzanas de distancia, cerca del hospital.—¿Entonces es verdad que estás en embarazo?Asentó Lena.—Felicidades, estoy feliz por ti, déjame ayudarte, no entiendo cómo es que te caes.—La madre del enfermo CEO vino a mi despacho, discutió conmigo y me empujó, eso es todo.—¡Maldita bruja!, mis peores temores siguen sucediendo, ¿por qué no llamaste a la policía, por el amor de Dios debería haber ido a la oficina de seguridad y pedir el video de vigilancia de tu oficina.—Olvídalo, ella sólo vino a mi oficina para desahogar sus inquietudes, definitivamente no volverá a mí después de eso, déjala ir con mi jefe.—¿Lo saben tus padres?—Es mejor que no lo sepan.—Lena, ¿quién eres? ¿No vas a contárselo a tus padres cuando te hagan daño? No somos adolescentes que se han metido en líos, esto es una vida y deberías hacérselo saber.—Ellos no me apoyan, incluso quieren que aborte al bebé.—Dios mío, pero cómo pudo pasar esto, te pusiste bajo tanta presión.—Yo mismo elegí seguir este camino, no me quejo de nadie, Natalia, y no tienes que compadecerte de mí, me las arreglaré solaLuego de que Lena dejó a Natalia en su edificio, se marcha a su apartamento.Solo quería llegar y poder descansar y pensar bien en su vida, pero sus padres nuevamente están ahí, y Lena vio la sorpresa en sus ojos, salió del trabajo demasiado pronto.—¿Por qué has vuelto tan pronto? ¡Sospecho que no has ido a trabajar y que has vuelto a ir en secreto al centro de fertilidad sin decírnoslo!—buenas tardes madre— saluda Lena de mal humor, acababa de llegar a casa y su madre tenía una actitud que la hacía sentirse incómoda por dentro y fingió no oírla mientras la saludaba como de costumbre.De repente sintió una oleada de náuseas, como si los ácidos del estómago le llegaran a la boca y se fue al baño tapándose la boca para evitar que salga.Una mano golpeó con fuerza la puerta, la madre de Lena, le siguió rápidamente, puso la oreja en la puerta del baño y escuchó a escondidas.Escuchó el sonido del grifo abriéndose.Lena, vomitó todo lo poco que había comido el día de hoy, la hizo sentirse un poco débil.—¡Lena, abre la puerta!La madre de Lena golpea la puerta sin parar, descargando su ira, hasta que Lena, no pudo soportar más aquellos golpes que lo único que estaba provocando, era un fuerte dolor de cabeza. Ella se apresuró a lavarse la boca con agua y se la limpió con la mano.Abre la puerta y se encuentra con la mirada escalofriante de su madre.—¿estás vomitando ahí dentro, estás embarazada? ¿De verdad estás embarazada? ¿De verdad has ido al centro de fertilidad sin decírnoslo otra vez? ¡hija desobediente!—puedes por favor dejar de reprocharme de esa manera, te recuerdo que soy tu hija, pero pareces mi enemiga, y si, estoy embarazada y muy orgullosa de ello— informa Lena, y su padre al oír aquellas confesión, se acerca de inmediato—¡Te has vuelto loca! ¡Ningún hombre va a querer casarse contigo después de que tengas esto!— le reprende su padre —criar un hijo es muy difícil, ahora y lo peor de todo, sin padre ¡¡Lo mejor es que abortes Lena.—¿¡Qué!?— Lena está impactada, como su padre le puede pedir algo tan cruel.—¡Es lo mejor! Tu padre ha conseguido un pretendiente para ti, y tú hijo solo va a estorbar— habla la señora Maxwell haciendo gestos con sus manos por el disgustoLena sonríe con su amargura, y siente dolor su corazón, pero ahora sus sentimientos no importan tanto, si no que sus hijos estén bien, ella sigue tratando de mantener la calma, sabe que una fuerte alteración, afectaría su embarazo.—mis hijos, porque son gemelos y sabes que madre, lo mejor es que se marchen, ustedes lo único que hacen es atormentar y lastimarme—¿Cómo te atreves hablarme así?— la señora Maxwell, abofetea él angelical rostro de Lena —¡Tú no puedes criar a dos hijos! Reduce uno, así quizás yo te lo pueda cuidarLena niega con la cabeza mientras las lágrimas se deslizan por su mejilla, fija su mirada en su madre.—¿Cómo... ¿Cómo puedes ser tan fría? ¿Si te hubieran pedido que me abortaras, lo hubieras hecho?— preguntó Lena con su voz ahogada—somos tus padres, y todo lo hacemos por tu bien— interviene el señor Maxwell—¿¡Por mí bien o por ustedes!? ¡¡Respondan!!— gruño Lena —¿¡Acaso soy también un estorbo en sus vidas!?— grita aquellas palabras con furia—¡Desagradecida! Estamos pensando en ti, mejor me marchó, no puedo tolerar tu desobediencia— la señora Maxwell camina al estante y agarra su bolsoÉl padre de Lena, la mira una vez más con desagrado y se marcha sin pronunciar palabra alguna, dejando a Lena con el corazón hecho añicos.[...]Cristopher Di Monti, había regresado a casa, aunque está enfermo y adolorido, no puede por nada del mundo bajar la guardia y menos cuando sus primos; Marcos y Richards Di Monti quieren tener el mando.Pero él, como todo un director general, entregado a su trabajo, seguirá laborando, ya que había sido informado por su asistente, que sus primos estuvieron rondando por la empresa para saber la debilidad de Cristhofer y darle por la cabeza.Pero no es tan fácil, Di Monti es astuto, y no piensa dejarse ganar la batalla, en estos momento se encuentra en su despacho.Está cansado, no puede mantener su compostura como tal, pero aún así, es su deber mantener su puesto.Tocan la puerta de su despacho.—adelante— ordenó él mientras sigue concentrado en su laptop revisando los archivos que su asistente personal le envío para la toma de decisiones en los nuevos contratos de negociosGutiérrez entra algo agitado, le ha tocado trabajar duro, es fiel a su jefe, hace lo que él le pida, y ama su trabajo.—jefe un placer volverle a ver—toma asiento Gutiérrez— ordena Cristhofer con voz cansada, hasta sus ojeras son notables como señal de su agotamiento, ya que por su enfermedad se debe esforzar el doble—gracias señor—¿Qué pasó con el investigador?— pregunta Di Monti sin dejar de observar su laptop—señor aún no me ha dado respuesta, pero tenga calma, lleva poco investigando—estoy seguro que alguien me quiere ver muerto—¿Y si son sus primos?—si ese es el caso, necesito evidencias concretas, Gutiérrez, no puedo culpar sin pruebas, aunque ganas tengo de hundir a ambos, creen que porque no estoy en buenas condiciones, voy a dejarme quitar lo que tanto he trabajado, no como ellos, son unos malditos vividores buenos para nada—tiene razón jefe, cuenta con mi total apoyo, además, es complicado ser el CEO, todos quieren lo que usted tiene, y el culpable puede ser cualquiera, al igual que usted, tampoco me creo eso de que usted haya perdido los frenos así por así señor—esta investigación la estoy haciendo en silencio, así que no la puedes contar Gutiérrez, otra cosa que me tiene harto, es no tener una respuesta de la doctora Maxwell, Sólo quería mostrar mi gratitud a la persona que me salvó la vida, pero para mi sorpresa mi madre fue y acosó a esta señora y ahora se niega a verme, mis buenas intenciones han sido totalmente malinterpretadas, necesito que hagas lo siguiente.Lena Maxwell, luego de aquella discusión con sus padres, había entrado en un ambiente de tristeza, pero su deber es trabajar, sabe que si ella encierra en sus problemas, le afectará al bebé. De repente, se abre la puerta de su oficina, es la enfermera Natalia.—Doctora Lena, algo va mal, aunque no tengo una buena noticia, aún así, debo decirla.—¿A qué te refieres?— pregunta Lena frunciendo el ceño —es sobre el CEO— cuando Natalia estuvo apunto de contarle que el CEO estuvo buscándola, pero justo, el celular de Lena suena y es una llamada telefónica de un número desconocido—un momento Nati, voy a contestar— Lena lo hace —buenos días—buenos días, ¿la señora Lena Maxwell?—con ella habla, ¿En que le puedo ayudar?—señorita Maxwell, soy el asistente del director general Di Monti, le llamo porque me urge reunirme con usted por favor Lena resoplo, y respondió con inquietud:—Usted puede ir a quejarse con el propietario de la clínica, con respecto al riesgo de la operación del Sr. Di M
Lena se detuvo en seco y miró con impaciencia al hombre de la silla de ruedas. —¿¡Qué quiere señor Di Monti!? ¿Acaso me va a obligar a escucharlo? Cristhofer miró fijamente a Lena, su ex novia, que lo ama desde hace muchos años nunca ha sido tan desobediente como ella. Pero, la mirada de la mujercita presente lo molestaba tanto que nadie se había atrevido a irritarle. —¡Estás despedida!— informa todo prepotente Cristhofer La pobre Lena palidece. No podía perder el trabajo. Pero vio que el hombre frente a ella levantó la boca y sonrió triunfalmente. —me despides solo porque no te escucho !te vengas personalmente! ¿Cómo puedes ser tan estúpido y cruel?, ¿como puedes ser un ser humano con poco corazón? Es aún más imposible para mi hijo admitir que existe un padre así. No eres más que un rico arrogante, en otros aspectos eres inferior a otras personas. —No me importa lo que dices. Este niño tiene que estar a mi lado, será el heredero de la familia Di Monti. —Ni en sueño. Sr
Los tres hombres empiezan a mover las cosas de Lena, desalojando sus pertenencias de su propio apartamento.—¿¡Quién son ustedes!?— gruñó el señor Maxwell.Ellos no dan explicaciones y siguen removiendo los objetos decorativos del apartamento.Lena muy disgustada por la situación soltó un grito desgarrador que llamó la atención de todos.—si mueven algo más, le juro que llamaré a la policía— amenaza Lena por el abuso de los tres hombres y uno de ellos se detiene para darle una explicación.—solo estamos haciendo nuestro trabajo, fuimos contratados por el nuevo dueño, este apartamento está vendido—¡¡Imposible!!— exclama Lena palideciendo.—Lena ¿Qué está sucediendo?— pregunta la señora Maxwell queriendo una explicación detallada.—no pueden estar moviendo mis pertenencias, esto debe ser una equivocación, llamaré al dueño de este edificio— dice Lena enojada y luego busca su celular móvil, al tenerlo en sus manos, Lena le marca al dueño.—¡Malditos abusivos, dejen las cosas de mi hija q
Es el auto de Cristhofer Di MontiÉl es el causante de que Lena haya sido desalojada del apartamento.—señor pobre doctora Maxwell, mire como esta— habla su asistente—baja y traerla a mi— ordena Cristhofer, el asistente, estaciona el auto y luego baja rápidamente—¡Doctora Maxwell!— exclama él y ella voltea a mirar, Lena está con su mirada perdida y sus nervios a flor de piel Ella retrocede ya que la lluvia no le permite ver bien.Cristhofer al verla llena de miedo, bajó el vidrio de su auto.—Doctora Maxwell ¿qué le sucedió?— pregunta él, realmente está preocupado por las fachas en la que ella está —¡Usted!— dijo ella y luego ve todo borroso, Lena se vuelve a desmayar, el asistente del CEO la toma rápidamente entre sus brazos Cristhofer al ver el acercamiento de su asistente, abre la puerta y aunque no está con la suficiente fuerza, se hace al otro extremo del auto, para que su asistente acueste a Lena, la cabeza de la mujer esposa en las piernas de Di Monti.—¡Rápido Gutiérrez!
—deja de decir tonterías madre, si dices que me amas y soy lo más importante en tu vida, te sugiero entablar una relación con Maxwell, porque la haré mi esposa, y como te gusta tanto las fiestas y el escándalo, encárgate de hacer una para darle la bienvenida a Lena a esta familia—¡No lo voy a permitir!— lo fulmina su madre mientras lo señala con un dedo—no te estoy pidiendo permiso, sin tu consentimiento lo pienso hacer y más porque los hijos que espera, la Doctora Maxwell, son mis hijos.Aquella noticia fue como un cataclismo para la señora Di Monti.Ella coloca la mano derecha en el corazón de la impresión.—de aseguró estás mintiendo para meterme a esa mujer por los ojos, Cristhofer—sabes lo serio que soy, así que lleva una buena relación con Maxwell ¿Querías que yo tuviera hijos? ¿Descendencia? Entonces organiza la fiesta, para mañana mismo, quiero casarme lo más pronto posible, ya que su embarazo será muy notable—¿¡Quién te asegura que tiene nuestra sangre Di Monti!?—es una
—quiero hacerte unas preguntas sobre tu origen, pero lo hablaremos luego, ve a descansar.Él la suelta y Lena pasa saliva, no quiere entrar en detalles sobre sus padres, de hecho no desea saber más de ellos.Cristhofer al verla salir, saca su celular móvil y vuelve a llamar aquel número perteneciente de su ex novia, pero cae a buzón, él suspira y se coloca cabizbajo, es algo difícil para él, ver a Lena le recuerda a ella, y así le pasan dos cosas, primero no puede olvidar a su ex y segundo al tener a Lena, la confunde con su ex.Di Monti sale del despacho muy disgustado por sus pensamientos, va en su silla de ruedas a echar una ojeada al salón de fiestas, donde está su madre extremadamente exigente.Solo faltan pocas horas para la gran fiesta, y aunque los invitados fueron llamados a último momento, piensan asistir, ya que las fiestas de los Di Monti, son muy elegantes, no se lo pueden perder..—hijo que bueno verte, espero que ella se arregle bien, nuestro estatus debe ser siempre a
Lena arquea una ceja —no es ningun paralítico, solo tiene lecciones que sanaran y volverán a la normalidad— responde ella furiosa, por lo que él suelta una sonrisa seductora —estoy bromeando— miente él y se acerca a más a Lena Ella lo empuja al tenerlo cerca. —¿Eres una chica difícil o te gusta jugar?— pregunta él con una sonrisa perversa, Lena no se quiere alterar por el bien de sus hijos —soy una mujer sería, y si sigue molestando, le diré a mi prometido Marcos sonríe con malicia, tiene según él, el plan perfecto para destruir a Cristhofer, así que baja la guardia y alza su manos en son de paz. Él se vuelve a acercar a Lena y le dice —cuando necesites a un hombre de verdad, yo estoy disponible— él le guiña el ojo y Lena no puede con el descaro del hombre, este se marcha dejando a una Lena furiosa por su cinismo —Ese es tu plan mujerzuela, ¿quieres tener comiendo de tu mano a todos los hombres Di Monti?— habla entre dientes la señora Di Monti la cual presenció el acercamiento
Lena al sentir que está bajando mucho, retoma su compostura y se gira para mirar, la mirada penetrante del CEO.—que descanse señor Di Monti— lo despide ella para que esté se marche y así fue, al quedar sola, Lena respira profundamente, aquel toque tan sutil hizo erizar su piel por completoLena se retira el vestido, dejándolo deslizar por sus largas piernas, para luego dar tan solo unos pasos, su mirada está fija en su vientre, el cual se puede notar el pequeño bulto que sobre salta, ella sonríe llena de felicidad, desea ver su barriga más grande.[...]Al día siguiente, Lena despierta temprano porque había tenido una pésima pesadilla, deseaba seguir durmiendo, pero las escenas de sus pesadillas rondaba por su cabeza, por lo que prefiero ir asearse.Estando ella haciendo la cama, abren la puerta y es Cristhofer.—esperaba encontrarla durmiendo —descanse lo suficiente— miente Lena —siendo así, vamos a desayunar, y no hagas el trabajo de la servidumbre, debemos hacer los preparativos