Capítulo treinta y cuatro. Vamos a París

Emma sonrió y Ryan sintió que iba a asfixiarse al ver a Ángel dirigirse directamente a Emma.

—¡Estás hermosa, toda una diosa! —exclamó el hombre saludando a Emma con efusividad. Le dio un beso en cada mejilla, dos besos que para Ryan fueron como hiel.

—Gracias, Ángel, no obstante, me temo que estás exagerando —rebatió Emma.

—Ninguna exageración, Ryan sin duda debe sentirse el puto amo contigo a su lado —expresó.

Emma sonrió, Ryan ni siquiera era capaz de mostrar sus sentimientos en público y la joven apretó los dientes al darse cuenta de eso.

Era ella siempre quien lo buscaba, era ella quien corría a sus brazos cada vez que lo miraba. Era ella quien le había dicho te amo.

—Ángel —Ryan se acercó a Emma, colocó su mano a la altura del escote y extendió la otra mano para saludar al recién llegado.

—Ryan —Ángel saludó y estrechó la mano de Ryan en gesto de cordialidad, pero la mano de Ryan se apretó con fuerza alrededor de sus dedos.

—¡Ángel! —Michael llegó para ayudar a su amigo y Ryan t
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo